«Jamás me olvidaré de tus preceptos,
pues con ellos me has vuelto a dar la vida»
(Sal 118/119,93)
(Is 45,15-25).13
(Jn 6,41-47).
(Esd 9,6-15).
1 Cultura: cf. pp. 257 e 281, donde se alude, por lo menos indirectamente, a la importancia de formarse también en el conocimiento de la Biblia. El P. Alberione insistirá a menudo en la necesidad de un estudio instrumental en orden al apostolado más que en función de una cultura meramente informativa: «Debemos recordar que no hay que tener excesiva confianza en los estudios, sino estudiar como si el resultado dependiera de nosotros. Por tanto, estudiar como si todo dependiera de nosotros, pero esperar en Dios, pues es Dios quien realmente fecunda... Debemos actuar en un mundo que exige que nos presentemos debidamente, como el sacerdote que predica desde el púlpito. Por consiguiente, escribir bien, aprender la lengua, el estilo y especialmente el pensamiento... Nuestra prensa debe llevar a Jesús, para que quien la lea encuentre en ella el camino, la verdad y la vida» (ER 1, 1935, pp. 107-108).
2 He 1,8.
3 1Sam 3,10.
4 El ejemplo de san José Benito Cottolengo es especialmente vivo (cf. nota 11 de la p. 204).
5 En el original dice “figurarse” en vez de “compararse”.
6 Lc 5,1. La Vulgata dice: «Cum turbæ irruerent in eum ut audirent verbum Dei...»; y la CEI, en el v. 2, traduce: «Mientras... la muchedumbre se agolpaba a su alrededor para escuchar la palabra de Dios...».
7 Lc 2,51.
8 Lc 7,47.
9 Sal 112/113,1.
10 Ver nota 1 de la p. 78.
11 Se trata de Lc 17,1-2: «Después dijo a sus discípulos: “Es inevitable que haya escándalos; pero ¡ay de aquel que los provoca! Más la valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y le tiraran al mar antes que escandalizar a uno de estos pequeñuelos”»; cf. Mt 18,7.
12 La cita es de S. PELLICO, Mis prisiones (1832), capítulos XXIV-XXV.
13 LS indica “Is. XLV, 15-26”. En la Vulgata el capítulo 45 de Isaías tiene 26 versículos, mientras que en las nuevas traducciones son 25; los versículos 23 y 24 quedan comprendidos en el versículo 23.