«Tus decretos hacen mis delicias,
ellos son mis consejeros»
(Sal 118/119,24)
(Mt 5,3-12).
(Mt 25,31-46).
(Is 63,19-64,11).
1 Jerusalén se rinde al rey de Babilonia, Nabucodonosor II, en marzo del 597 a.C., año en que comienza el destierro para muchos ciudadanos influyentes. Otras deportaciones siguen a la destrucción definitiva de la ciudad, en el 587-586. No sabemos cuántos fueron los deportados a Babilonia, aunque Jer 52,30 habla de “cuatro mil seiscientos”. Desconocemos la fecha de la deportación de Ezequiel. Para el P. Alberione tuvo lugar entre los años 601-599 (cf. p. 141), pero es una conjetura dudosa, ya que dice que el ministerio de Ezequiel comenzó “después de cinco años de destierro”. No se comprende cómo el profeta podía comenzar en Babilonia a invitar a los judíos al arrepentimiento antes de la caída de Jerusalén (cf. p. 142).
En el original (y también en la edición italiana del 2004) se lee erróneamente Eliseo; pero el episodio (cf. 1Re 17,6) pertenece a Elías.
* En el original (y también en la edición italiana del 2004) se lee erróneamente Eliseo; pero el episodio (cf. 1Re 17,6) pertenece a Elías.
2 «Vosotros sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto».
3 Mons. Marius Besson (Turín 1876 - Friburgo 1945), obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo, en Suiza, fue pastor celoso, de vasta y sólida cultura teológica e histórica. Ejerció un notable influjo en los ambientes internacionales y en la Sociedad de las Naciones, que tenía su sede en Ginebra. Fue animador de organizaciones caritativas y culturales, de la Acción Católica y de la buena prensa. Tenía fama entre los protestantes de espíritu conciliador. En P. Alberione cita entre sus obras, en traducción italiana, L'Église et la Bible, publicada en Friburgo en 1927.
4 San Juan Bosco (Castelnuovo d'Asti 1815 - Turín 1888), beatificado por Pío XI el 2 de junio de 1929, fue canonizado por el mismo Papa el 1° de abril de 1934. El lema de su vida, descrito en LS con las palabras de Abrahán (Gén 14,21), fue en realidad la educación de los jóvenes con el conocido “sistema preventivo”, tendente a prevenir el mal más que a corregirlo. Ese sistema, expuesto por el autor en un bosquejo de nueve páginas, fue conocido por el P. Alberione (cf. G. BARBERO, Relazioni ed analogie tra Don Giacomo Alberione e San Giovanni Bosco, e tra la Famiglia Paolina e la Famiglia Salesiana, Monografía inédita, Roma 1988).