Opera Omnia

4. EL NOMBRE DE JESÚS

Roma, 2 de enero de 1947¹

Hoy, 2 de enero, celebramos el Santísimo Nombre de Jesús. Con la reforma del calendario, la fiesta litúrgica está establecida el Domingo dentro de la octava de la Circuncisión².
El Nombre de Jesucristo, en el Antiguo Testamento, era bastante frecuente. En el Nuevo Testamento, en cambio, por respeto a Jesús, este nombre no se daba a nadie. Luego, sin embargo, se adaptó el nombre de Jesús, como Jesusín, Jesusa, etc.

Jesús, nombre de salvación. Pedro y Juan subían al templo a la hora de la oración, hacia las tres de la tarde. Había allí un hombre paralítico, a quien todos los días llevaban y colocaban junto a la puerta Hermosa del templo para pedir limosna a los que entraban. Al ver que Pedro y Juan iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan lo miraron fijamente y le dijeron:
- Míranos.
El los miró esperando recibir algo de ellos. Pedro le dijo:
- No tengo plata ni oro; pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar.
Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó. En el acto, sus pies y sus tobillos se fortalecieron, se puso en pie de un salto y comenzó a andar. Luego entró con ellos en el templo por su propio pie, saltando y alabando a Dios. Todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. Al darse cuenta de que era el mismo que solía estar sentado junto a la puerta Hermosa, para pedir limosna, se llenaron de admiración y pasmo por lo que había sucedido. Como él no se separaba de Pedro y Juan, toda la gente, llena de asombro, se reunió alrededor de ellos junto al pórtico de Salomón.
Pedro, al ver esto, dijo al pueblo:
- Israelitas, ¿por qué os admiráis de este suceso? ¿Por qué nos miráis como si nosotros lo hubiéramos hecho andar por nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha manifestado la gloria de su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, que pensaba ponerlo en libertad...³.

Toda la salvación está en el nombre de Jesús. No hay salvación en ningún otro⁴. ¿Por qué nos salvamos? ¿Por qué esperamos el Paraíso? ¿Por qué el estado de gracia, los sacramentos, la Misa, la Comunión, la Visita, cualquier otra gracia? Por Jesucristo nuestro Señor⁵. Por Jesucristo, esperamos encontrarnos un día para gozar con los Angeles y los Santos.

Jesús, nombre de poder. Jesús fue obediente hasta la muerte y muerte de Cruz. Por eso, Dios lo levantó sobre todo y le concedió el nombre-sobre-todo-nombre⁶. Al nombre de Jesús tiemblan los infiernos, huyen los demonios⁷, en el cielo se adora; en la tierra o bien se venera y se obtiene la salvación, o se desprecia, y entonces sobreviene la ruina temporal y eterna.

Jesús es el Esposo de las almas. ¿Qué buscáis en la tierra? Nada, fuera de nuestro Dios, que es nuestro Todo. Ésta es la parte mejor⁸. Bendita vida religiosa que conduce hasta la intimidad con Jesús.
Avanzar en el camino del amor, de un amor más profundo, para caminar y elevaros en los caminos de Dios. Usad algún libro más íntimo, más profundo, pero para escogerlo, depended de quien conoce mejor vuestra alma. Que antes de morir logréis alcanzar una gran intimidad con Jesús. Hay entre vosotras almas que se sienten atraídas por la doctrina del amor, que tienden a la intimidad con Dios. Avanzad, avanzad mucho. Es muy cierto que el Señor ha elegido algunas de vosotras y las ha llamado a una santidad particular.
¿No es amor la eternidad? Avanzar en esto significa prepararse para morir y para vivir con Cristo.

Podría sugeriros: los escritos de san Juan de la Cruz⁹, Contardo Ferrini¹⁰ santa Teresita¹¹, santa Gema Galgani¹², B.María Teresa Soubiran¹³, santa Teresa la Grande^14.
Muy bien. Pero insisto sobre todo: amad a Jesucristo al estilo de María, alabadlo, suplicadle, reparad con María. El oficio de la Discípula tiene mucha afinidad con el oficio de María.

Jesús, nombre de dulzura. ¡Qué dulce es el nombre de Jesús! ¡Dulce en la vida, dulce para quien lo invoque confiadamente en punto de muerte!
¡...Y qué bueno es pronunciarlo con María! María con mucha frecuencia repetía, llamaba: ¡Jesús! ¡Con cuánta alegría en el corazón! ¿Vosotras? De María, con María, en María, por María¹⁵.

1. Se profieren muchas blasfemias contra el Nombre de Jesús. Proponeos reparar. Reparad con hermosas Misas, con Comuniones y con jaculatorias.

2. Avanzad en el espíritu de unión con Jesús, pero para avanzar sed muy silenciosas, recogidas, porque Jesús habla cuando nos encuentra en silencio.

3. Pedid siempre al Señor las gracias que están en la mente del Primer Maestro. Vosotras ya lo hacéis. Continuad. Tengo pensamientos de paz y no de aflicción¹⁶; tengo pensamientos de paz, de bien, de luz; deseo vuestro bien; pido gracias que os den consuelo en el momento de la muerte, y un hermoso Paraíso.