12. TRES ASPECTOS DEL APOSTOLADO LITÚRGICO
Roma, 14 de febrero de 1947
¿Cuál es el secreto de las grandezas de María? Su adhesión a la divina voluntad, contenida en la sublime respuesta:
Aquí está la esclava del Señor1.
Siendo docilísima, el Señor ha podido realizar en ella los designios que había proyectado para su gloria, para la salvación de la humanidad.
Además de la continua disposición al cumplimiento de la divina voluntad, además de su íntima e incesante comunión con Dios, la Virgen bendita tuvo un gran apostolado a realizar: es más, ella es ¡la Apóstol! Su oficio es el de darnos a Jesucristo. Para este fin fue la Madre de Dios.
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Vosotras tenéis que cumplir un apostolado litúrgico y este apostolado se puede considerar bajo varios aspectos.
Participar íntimamente en las celebraciones sagradas, percibir, conocer, penetrar en el espíritu de la sagrada liturgia. Adquirir, por consiguiente, un verdadero conocimiento de la vida litúrgica. Además del Catecismo, tenéis que estimar y poseer la ciencia litúrgica que es en la Iglesia como el libro del Espíritu Santo. Esa os presenta:
- verdades a conocer;
- virtudes a practicar;
- gracias a impetrar.
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En las iglesias de las Pías Discípulas se tienen que celebrar las funciones con toda precisión, con toda la diligencia posible; seguir convenientemente las normas litúrgicas. En vuestras capillas las ceremonias sagradas tienen que ser bellas, devotas, edificantes. Misas bien escuchadas, cantos bien realizados, ritos devotísimos, de forma que vuestra alma sea bien nutrida y se acerque a Dios; de forma que los fieles que participan se sientan movidos a la verdadera piedad.
En vuestras iglesias el pueblo tiene que sentir más la presencia de Dios, y tiene que sentir la necesidad de doblar las rodillas, de adorar, de orar.
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En el Cielo contemplaréis y participaréis en la más sublime Liturgia: la Santísima Trinidad en su gloria; Jesús, sumo y eterno Sacerdote; los Angeles que sirven al altar de oro; los Apóstoles; las innumerables Vírgenes y Mártires que cantan gloria a Dios elevando sus lirios, sus palmas, mostrando las señales de su victoria y de sus sufrimientos. Vosotras os uniréis y participaréis en esta perfecta Liturgia del cielo.
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Mientras tanto, aquí las cosas son tanto más bellas cuanto más sepan imitar las de allí arriba; la vida terrena es tanto más preciosa cuanto más sea preparación a la del Cielo.
Seguid, por lo tanto, a la Santísima Virgen María en su vida humilde, imitadla en el apostolado; iréis luego con ella a cantar el eterno Magnificat2.
Difundid el conocimiento, la práctica y especialmente el espíritu de la piedad litúrgica.
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Desde los principios, la Iglesia atrajo almas al cristianismo con el esplendor del culto. Los mismos bárbaros se sintieron impactados. Esta forma de apostolado continúa influyendo todavía sobre las almas.
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Diciendo Domus Dei, vosotras comprendéis todo el conjunto del trabajo que se refiere al decoro de la Casa de Dios, todo lo que puede servir para el culto y para la piedad de los fieles. Está bien. Pero notad que el apostolado litúrgico comprende tres partes como el apostolado de la prensa:
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1. Concebir. Se requiere, por lo tanto, el estudio y en particular el estudio teológico, litúrgico.
No basta imitar, tenéis que concebir, crear y saber conjugar con el espíritu litúrgico de la Iglesia un delicado gusto artístico.
Las cinco bellas artes: pintura, escultura, arquitectura, música, literatura tienen que servir a la Liturgia. Todo sea puesto al servicio de la gloria de Dios: el arte figurativo, el de los sonidos, el del hablar.
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Para poder concebir y expresar rectamente la imagen, antes es necesario que conozcáis bien los misterios de nuestra religión, para poder difundir las verdades cristianas que dan vida.
¡De cuántas maneras bellas y eficaces podéis representar los misterios de nuestra santa religión, y cómo podéis llegar a todos, incluso a los que no creen, a los que no saben!
Pensad por ejemplo, en los cuatrocientos setenta millones de Chinos3. Gran parte de ellos no saben leer, pero vosotras podríais presentar un Catecismo totalmente ilustrado, que hable a sus almas.
Ilustrar: Dios creador, el pecado de Adán y la Redención; Eva que arruina, María que construye, etc.
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Profundizad en la doctrina de la Iglesia y hacedla, expresadla de forma bella y eficaz.
Dante4, en la Divina Comedia, no escribió solamente cosas hermosas y en forma hermosa, sino que bajo la vestidura de lo bello, expresó verdades profundas, que instruyen y conducen a Dios.
Sin embargo, vosotras manteneos siempre en la línea de la sencillez.
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2. Realizar. Es la parte técnica: pintura, escultura, bordado, confección de los objetos, ornamentos, etc.
¡Cuántas iglesias tienen necesidad del cuidado y de la caridad de los fieles! Pensad en todas las capillas esparcidas en las campañas, en las montañas, en tierra de misiones. ¡Oh, qué tristeza y cuánto desorden en tantas moradas de Dios!
Bastaría este trabajo para ocupar toda la existencia de un gran Instituto.
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Propaganda Fide5 recoge lo necesario para el culto, para poderlo enviar a los más necesitados; existe también la piadosa obra de las iglesias pobres que hace algo en relación a esto, que también forma parte de vuestra misión.
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Jesús en Belén ha nacido en la pobreza, pero ¡con cuánta delicadeza la Virgen le preparó lo necesario, con qué pureza de corazón se lo presentó!
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Usad mucho la música. Música bonita, escogida, conforme a las disposiciones de la Iglesia. La música sacra es un gran medio para atraer al pueblo y especialmente para ganar a Dios a la juventud.
Los cantos bien preparados, bien realizados, elevan el sentimiento y lo llevan a Dios.
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3. Difundir. Hacer propaganda de lo que producís. Propaganda amplia y extensa como se hace para la prensa, aunque sea en forma distinta, de forma más retirada pero siempre eficaz.
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Vuestra Familia está bajo la acción del Espíritu Santo; él la ilumina, la guía, la sostiene, la conduce. En su guía encontraréis los caminos y los medios para realizar todo vuestro mandato.
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Reconoced que no valéis para nada y presentaos ante Jesús como personas incapaces, pero muy confiadas en su ayuda.
El amor a Jesús os hará inteligentes, activas, capaces de ganar muchos méritos y de llevar muchas almas a Dios.
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1 Lc 1, 38.
2 Cf Lc 1, 46-55.
3 Los Chinos en el censo de 1982 eran: 1.008.175.188; en 1986 eran: 1.057.210.000.
4 DANTE ALIGHIERI (1265-1321).
5 La Obra de la “Propagación de la Fe” fue ideada por PAULINA MARIA JARICOT (n. 22.7.1799; m. 9.1.1862), en Lyon, Francia en 1820. El 3.2.1922 la sede de la Obra fue trasladada a Roma. Paulina Maria Jaricot es Venerable desde el 25.2.1963.