Beato Santiago Alberione

Opera Omnia

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INSTRUCCIÓN VII1
EL DIVINO MAESTRO CAMINO, VERDAD Y VIDA

Art. 123. Todo lo que adquiere el religioso por su trabajo o con miras a la Sociedad, lo adquiere para la misma Sociedad. Por lo cual las limosnas de misas, los honorarios por el apostolado, las pensiones, el precio de los trabajos realizados, los dones recibidos con miras a la comunidad, todas estas cosas deben entregarse fielmente al ecónomo como bienes adquiridos para la Sociedad.
Art. 124. Todo lo que adquieren los hermanos, según la norma del artículo 123, acumúlese a los bienes de la Sociedad y todo el dinero y los títulos guárdense en la caja común.
Art. 125. Los hermanos no pueden recibir nada para uso propio, ni pueden dar nada sin licencia del Superior.
Art. 126. Todas las cosas deben ser comunes dentro de la Sociedad, aun las pertenecientes al sustento, vestido y enseres; no obstante hágase todo bajo la prudente ordenación de los
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Superiores, a quienes corresponde proveer con caridad paternal de las cosas necesarias a cada uno.
Art. 127. No les está prohibido a los religiosos ejercer aquellos actos de propiedad que están prescritos por las leyes civiles e incluyen la alienación con tal que exista permiso del Superior mayor y si urge el caso, del Superior local.

Alma de la piedad paulina

El alma de la piedad paulina se describe en las Constituciones (art. 159): «La piedad se nutra especial y continuamente en el conocimiento de Jesucristo divino Maestro, que es el camino, la verdad y la vida, de modo que todos, a ejemplo de este divino ejemplar, crezcan en sabiduría, gracia y virtudes, honrando a Dios con profunda adoración en espíritu y en verdad, amándole sinceramente con el ejercicio de su inteligencia, voluntad, corazón y con las obras».
San Pablo es el intérprete principal del divino Maestro, quien le amaestró directamente, como directamente había sido convertido por Él.
En unas veinte ocasiones en que habla del misterio de Cristo lo hace considerando a las almas como miembros de su Cuerpo místico. Según san Pablo, hemos sido incorporados a Él como cabeza; nosotros somos partes del edificio de la Iglesia; estamos injertados en Él, al igual que el acebuche se convierte en olivo nuevo y fructífero mediante un buen injerto.
El hombre, compuesto de alma y cuerpo, es una unidad, pero tiene tres facultades que le distinguen: mente, sentimiento y voluntad. El injerto hecho en el hombre debe elevar y conducir su mente, su sentimiento y su voluntad
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a producir nuevos frutos, según la naturaleza del injerto y del hombre injertado. De este modo, Jesús verdad actúa en su mente y le confiere la fe, Jesús camino actúa en su voluntad y la conforma con la de Dios, y Jesús vida actúa en su sentimiento y le infunde la vida sobrenatural. Y si el cristiano secunda plenamente este injerto, podrá decir: «vivit vero in me Christus».2
Es la gran enseñanza de san Pablo.

Devoción cristocéntrica

Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Dios es uno y trino. Las tres divinas Personas son autoras de la creación. El hombre, como unidad personal, es imagen de Dios uno; pero hay también en él algo propio de las tres divinas Personas, que están representadas en tres facultades suyas: el Padre en la voluntad, el Hijo en la mente y el Espíritu Santo en el sentimiento. Así pues, el hombre es una pequeña trinidad, una imagen de Dios trino.
Por la caída de Adán y Eva, todo el hombre fue «in deterius commutatus»,3 por eso su mente es proclive al error, su voluntad al vicio, su sentimiento a la superstición y a los falsos cultos, y de ahí muerte eterna.
Vino Jesucristo, enviado por el Padre, a restaurar al hombre y hacer de él una nueva edición, muy mejorada. De este modo el hombre, pasando a través de Jesucristo mediador, se presenta purificado a Dios y santo en su mente, voluntad y sentimiento.
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Aquí está todo el cristianismo: la fe en Jesucristo, la moral en Jesucristo, el culto en Jesucristo. Aquí está toda nuestra santísima religión: dogma, moral y culto.
El hombre se convierte en imagen restaurada de Dios uno y trino.
La devoción a Jesús Maestro, camino, verdad y vida lleva al culto perfecto de Dios.
Cuanto más la vive el paulino, más se asemeja al ejemplar divino, Jesucristo.
Jesucristo es la vid y nosotros los sarmientos. De Él nos llega la savia divina para los frutos. Quien está unido a la vid-Cristo «hic fert fructum multum».4
El hombre entero va a Dios, y Dios, por medio de Jesucristo, se une al hombre.
El estudio del catecismo y de la teología hace que aprendamos el dogma, la moral y el culto, lo que equivale a conocer cada vez mejor a Jesucristo camino, verdad y vida y a su Cuerpo místico que es la Iglesia.
Tal estudio está ordenado a la piedad.
La oración teologal está contenida en los actos de fe, esperanza y caridad con total claridad y brevedad.

Síntesis universal en Cristo Maestro, camino, verdad y vida

Para un pensamiento más profundo, y como guía para la adoración del santísimo Sacramento y de las demás prácticas de piedad, sirve lo publicado en el San Paolo:5
«El hombre, siguiendo a Jesucristo, da un culto perfecto a Dios: fe en la mente, sometimiento en la voluntad, amor en los sentimientos: conocer, servir y amar a Dios».
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a) Dios es camino, verdad y vida en sí mismo.
b) Queriendo manifestarnos su gloria y hacer a otros seres partícipes de su bienaventuranza, se manifestó como es: camino, verdad y vida,
c) Esto lo hizo y sigue haciéndolo en su Hijo a través de cuatro manifestaciones: creación, revelación, la Iglesia y el cielo.
d) De este modo, Jesucristo debe ser considerado como Maestro camino, verdad y vida en los cuatro pasos progresivos.
Desde la acción creadora a la glorificación en el cielo hay una sola línea recta, un solo estilo, un plan que realizar.
Es Maestro único, perfecto y eterno, por título y por naturaleza.

PRIMERA MANIFESTACIÓN: REVELACIÓN NATURAL, CREACIÓN

Verdad

Se llega a Dios según las pruebas de santo Tomás, asumidas por el espíritu humano (filosofía moderna y san Agustín).
Creación: El Hijo de Dios, arquitecto y obrero, «ex nihilo sui et subiecti», de la materia y forma de las criaturas espirituales, del hombre, de las materiales, de todas las fuerzas.
El mundo es una proyección de Dios Uno: la vida, el movimiento, el orden, la unidad, la belleza, la inteligencia y la fuerza material.
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Las ciencias son en la creación rayos de la divinidad; cada una es un capítulo del libro divino, de la naturaleza; cada una desvela algo de Dios y cada descubrimiento es lectura de un capítulo de la creación.
Época del Padre, época del Hijo y época del Espíritu Santo.
Razón y misterio.
El orden universal y la escala de los seres.
Los tres reinos de la naturaleza con alusiones a la astronomía, biología, física, geología, etc.
Creación del hombre y de la mujer en la narración bíblica, responsables y asociados, constituidos en cooperadores de Dios.
Libertad y ley.
Designio general de Dios para gloria suya y paz de los hombres: creación, elevación, redención, restauración y glorificación.
Algunos capítulos de la creación como libro divino y su unidad fundamental, por el principio, en sí mismo y en el fin.
Las tradiciones de los pueblos coinciden y están substancialmente de acuerdo con el Génesis.
Teorías sobre la formación del mundo y del hombre.
El hombre siente y reproduce en sí mismo la historia bíblica.
Nuestro ser y el mundo revelan a Dios, sus perfecciones y el fin del Creador.
La unidad del género humano en sus pruebas.
El fin y los medios naturales coordinados y movilizados en su realización.
Las épocas prehistóricas.
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Camino

El Hijo de Dios es el autor absoluto de todas las leyes naturales.
Ciencias biológicas, morales, sociales, exactas, históricas y cósmicas.
La finalidad que gobierna, mueve y coordina a todos los seres.
El hombre está ordenado a lo verdadero, lo bueno y lo bello; es una imagen de Dios.
El mundo es proyección de Dios Trino.
El ejemplarismo divino, los vestigios de la Trinidad en la creación.
La imitación de la naturaleza; imitación de Dios.
Las bellas artes.
Actos humanos y conciencia.
El derecho y el deber.
Los mandamientos de Dios son exigencias y perfeccionamiento del hombre.
Las virtudes y el vicio.
Las leyes de la razón: lógica y metafísica.
Los mandamientos y la sociedad humana.

Vida

La necesidad mayor y el problema central del hombre individual y de la sociedad es lo religioso; en torno a ese problema giran los pequeños y los grandes intereses y hechos.
La geología como historia.
La religión como requisito y deber natural del individuo y de toda sociedad: conyugal, doméstica, civil, política, internacional.
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La verdadera religión abraza a todo el hombre: mente, sentimiento y voluntad.
El culto a Dios debe ser interno y externo, individual y social.
El individuo y la sociedad: sociedad conyugal, doméstica, civil y política, internacional.
Las diversas civilizaciones: japonesa, china, india, persa, griega, romana, etc.

SEGUNDA MANIFESTACIÓN: REVELACIÓN EN LOS DOS TESTAMENTOS

Verdad

La revelación en los dos Testamentos comparados.
La religión histórica: historia de la obra divina en la elevación y la redención del hombre.
La doctrina, sus crisis y la síntesis final.
El sentido natural e histórico de las luchas doctrinales, religiosas y morales.
La revelación es posible y conveniente bajo todos los aspectos.
El hecho: elevación del hombre, caída y castigo.
La esperanza de la humanidad para la reconstrucción del hombre según el designio original y mejorado.
La esperanza del Reparador en la Biblia y en los pueblos antiguos.
La revelación: naturaleza, hecho, notas.
La sagrada Escritura: inspiración, interpretación, conservación.
Libros históricos, proféticos y morales del Antiguo Testamento.
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El Antiguo Testamento, repleto de Cristo.
Conservación, traducciones antiguas y modernas de la Biblia.
El Nuevo Testamento: características.
Evangelios, Hechos de los Apóstoles, Cartas apostólicas, Apocalipsis, Cartas paulinas.
Tradición: sus funciones, sus voces.
El milagro físico y moral.
La profecía: Antiguo y Nuevo Testamento.
La Escritura comparada con los libros de Oriente.
La Escritura comparada con las filosofías y la moral: China, India, Japón, Egipto, Grecia, Roma.
La Escritura comparada con la historia civil antigua, la etnografía, la geografía, los monumentos sagrados, etc.

Camino

Jesucristo, el «Missus»: pruebas de su divinidad.
El cristianismo frente a las demás religiones.
La ley de la carne y la ley del espíritu: el «signum cui contradicetur»7 en el individuo y en la humanidad.
La variedad de religiones, desviaciones y corrupciones de la única religión.
Preparación positiva y negativa de la encarnación del Verbo.
El «Verbum caro factum est».8
El «non solvere, sed adimplere».9
El monoteísmo hebreo comparado con las religiones paganas.
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La persona de Jesucristo: santo, taumaturgo, profeta, maestro, Dios.
Natus, crucifixus, mortuus, resurrexit, ascendit, iterum venturus est.10
La línea recta entre el protoevangelio y el «Venite benedicti»11 final.
La enseñanza divina en la doctrina del Antiguo y del Nuevo Testamento.
La enseñanza divina de la moral: Antiguo y Nuevo Testamento.
La enseñanza divina de la liturgia: Antiguo y Nuevo Testamento.
Jesús y María en el centro de los dos Testamentos.
Huellas e influencias de la revelación en todos los pueblos.
Las luchas y las convulsiones de los individuos y de las sociedades señalan las etapas de la victoria final de Cristo.

Vida

La vida nueva: perfección de la vida humana.
Naturaleza y gracia,
María en la redención, en la Iglesia y en el cielo.
La vida de Cristo en dos ediciones: Antiguo y Nuevo Testamento.
Jesucristo, restaurador del hombre total: mente, sentimiento, voluntad y cuerpo.
Cómo entendió san Pablo a Cristo.
La transformación realizada por Cristo en la sociedad doméstica, religiosa, social.
La nueva personalidad en Cristo.
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El «estote perfecti sicut Pater vester cœlestis perfectus est».12
Desviaciones intelectuales, morales y religiosas.

TERCERA MANIFESTACIÓN: JESÚS MAESTRO EN LA IGLESIA

Verdad

Del Cristo físico al Cristo místico, la Iglesia, fundada por Él y animada por el Espíritu Santo.
La Iglesia, sociedad perfecta, sobrenatural y visible, a la que es necesario pertenecer para ser de Cristo.
La Iglesia, sociedad jerárquica, fecunda, indefectible.
La Iglesia una, santa, católica, apostólica y romana.
Los dos elementos de la Iglesia: uno inmutable e interno, y otro mutable y progresivo.
Es infalible en cosas de fe y moral: conserva, interpreta, defiende, enseña y propone el depósito que le entregó Jesucristo.
Organos de enseñanza: el Papa, infalible como la Iglesia. Los concilios, los doctores, los sacerdotes, los escritores eclesiásticos.
San Pedro y sus sucesores.
Evolución de la doctrina teológica y mariana.
Las cuestiones cristológicas y trinitarias, la gracia y el libre albedrío, el racionalismo, el ateísmo, el modernismo.
La apologética.
La enseñanza con los medios técnicos.
El puente doctrinal entre el cristianismo y las religiones orientales.
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Camino

La religión del amor: toda la ley.
La Iglesia y las costumbres; la moral, la ascética y la mística.
Los religiosos: historia, Órdenes, Congregaciones e Institutos seculares.
Desarrollo del derecho eclesiástico y canónico.
La Iglesia ante la esclavitud, el islamismo, el humanismo, el absolutismo, el liberalismo, el laicismo, etc.
Las cuestiones sociales: solución cristiana, liberal, comunista.
La Inquisición.
La Iglesia ante algunos puntos determinados de la moral: la mujer, la persona humana, el divorcio, la libertad.
La Iglesia y el protestantismo.
Pedagogía y formación cristiana.
La obra del pontificado romano en los dos últimos siglos.
La Iglesia y la vida religiosa: contemplativa, activa, mixta.

Vida

El culto interno y externo.
El centro del culto: la Eucaristía.
Los canales de la gracia.
El matrimonio indisoluble.
El arte sacro (música, pintura, arquitectura, escultura, poesía, literatura).
La Iglesia, inmensa sociedad de beneficencia espiritual y material.
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Las liturgias comparadas con la liturgia romana.
Evolución litúrgica.
Influencia del cristianismo en la instrucción popular y en la alta cultura.
La Iglesia y los cismas. La Iglesia griega.
La Iglesia católica como piedra de toque para la doctrina, la moral y el culto.
La Iglesia y el individuo, la familia, el Estado, la Sociedad de las Naciones.
La ciudad de Dios. Iglesia militante, purgante y triunfante.
Liturgia y oración.

CUARTA MANIFESTACIÓN: EN EL CIELO

Verdad

El esplendor de Jesús Maestro, camino, verdad y vida en el cielo: plena glorificación de su sabiduría, santidad y vida divina.
Reflejo suyo en sus seguidores, quienes constituyen la conquista que presentará al Padre en la gloria eterna.
La restauración total: «Omnis creatura ingemiscit et parturit usque adhuc. Ipsa creatura liberabitur a servitute corruptionis in libertatem gloriae filiorum Dei»13 (san Pablo).
La gloria de María como primer miembro de la Iglesia triunfante.
La manifestación en el juicio final y los deberes sociales resumidos en la caridad.
La luz de la gloria, premio de la santificación de la luz de la razón y de la luz de la fe.
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Amplitud de la visión, posesión y gozo de Dios.
La posesión de Dios, premio de una voluntad virtuosamente cristiana.
El gozo de Dios, premio de la sentimentalidad cristiana.
La resurrección de la carne, cumplimiento de la redención.

Camino

El sentido de la vida.
El sentido cristiano de la muerte.
El sentido cristiano del juicio particular.
El sentido cristiano del purgatorio.
El sentido cristiano del infierno.
El sentido cristiano del paraíso.
El sentido cristiano de la resurrección final.
La santidad común, heroica, taumatúrgica, canonizada, beatificada.
El sentido de las bienaventuranzas evangélicas.
El hombre construye su eternidad en el uso de la libertad.
Virtud y vicio.
María, maestra, reina y madre.

Vida

El fin impone los medios.
La adopción como hijos de Dios, la herencia del Padre, coheredar con Cristo.
La plenitud de la vida en la justa aspiración del hombre: cristiano-religioso-sacerdote.
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La vida de la santísima Trinidad.
María y su mediación de las gracias.
Jesús Maestro, mediador de la bienaventuranza.
La vida gloriosa ante la muerte eterna.
La visión del cielo en la Divina Comedia.
La vida presente, preparación de la mente, del sentimiento, de la voluntad y del cuerpo para el cielo.
Las multae mansiones14 del cielo correspondientes a las muchas mansiones de la tierra.
Vida eterna: «nec oculus vidit...».15
Coros de los ángeles y miríadas celestiales.
Conclusión: Summa vitae in Christo Magistro.16
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1 El Jueves Santo, 14 de abril, cuarto día de la segunda semana de la reunión, el P. D. Costa dirigió por la mañana la meditación titulada «Humildad», y la de la tarde, «Fortaleza y templanza». La conferencia de mediodía estuvo a cargo del P. Aldo Poggi sobre el tema «Texto de filosofía igual en las diversas naciones». En la Missa sollemnis vespertina el Primer Maestro fue el celebrante, el P. Borrano ayudó como diácono y el P. Ferrero como subdiácono; maestro de ceremonias fue el P. Fidel Pasquero. El servicio al altar estuvo confiado a los discípulos presentes, mientras que de la Schola cantorum formaban parte sacerdotes y discípulos.

2 «Cristo vive en mí» (Gál 2,20).

3 «Modificado a peor».

4 «Éste da mucho fruto» (Jn 15,5).

5 San Paolo, agosto-septiembre 1959 (CISP 1230-1237). Sobre toda la temática, cf. CISP 1195-1254 y AD 185-200.

6 Es la conocida definición de creación. Significa que Dios ha creado todas las cosas de la nada, sirviéndose de la nada.

7 «Signo de contradicción» (Lc 2,34).

8 «El Verbo se hizo carne» (Jn 1,14).

9 «No a derogarla, sino a perfeccionarla» (Mt 5,17).

10 «Nació, fue crucificado, murió, resucitó, subió, vendrá de nuevo» (del Credo).

11 «Venid, benditos» (Mt 25,34).

12 «Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5,48).

13 «Toda la creación gime y está en dolores de parto hasta el momento presente. La creación será liberada de la esclavitud de la destrucción para ser admitida a la libertad gloriosa de los hijos de Dios» (cf. Rom 8,21ss).

14 «Muchas mansiones» (Jn 14,2).

15 «Ni ojo vio...» (cf. 1Cor 2,9).

16 «Síntesis de la vida en Cristo Maestro».