Beato Santiago Alberione

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INSTRUCCIÓN III
LAS BIBLIOTECAS POPULARES

Nota sobre la Pía Unión por todas las Vocaciones

Existe una nueva Pía Unión por todas las vocaciones destinadas a todos los ministerios y apostolados. Cuenta ya con la aprobación legítima de la autoridad eclesiástica.
La Pía Unión «Oración, Sufrimiento y Caridad por todas las Vocaciones» tiene la finalidad de asegurar a la Iglesia una aportación de oraciones, mortificaciones y caridad por estas cuatro gracias e intenciones:
A) Que el Padre celestial, dueño de la mies, envíe vocaciones eclesiásticas y religiosas (para todos los apostolados) en número suficiente para las diócesis, para la Iglesia y para toda la humanidad, de acuerdo con lo que Jesús Maestro dijo: «Messis quidem multa, operarii autem pauci. Rogate ergo Dominum messis ut mittat operarios in messem suam. - Las mies es mucha y los obreros pocos. Pedid al dueño de la mies que mande obreros a su mies» (Mt 9,37-38).
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B) Que los llamados correspondan y sean dóciles a la invitación de Dios y se formen de acuerdo con la dignidad de su vocación, a ejemplo del Maestro divino: «Erat subditus illis (Mariae et Joseph)... et proficiebat sapientia et aetate et gratia apud Deum et homines. - Y les estaba sumiso (a María y José)... y crecía en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres» [Lc 2,51-52].
C) Que todos los consagrados perseveren, se santifiquen y comprometan la totalidad de sus talentos en la salvación de las almas, según las palabras del divino Maestro: «Pater, sanctifica eos in veritate. - Padre, conságralos en la verdad» (Jn 17,17). «Qui manet in me et ego in eo hic fert fructum multum. - El que permanece unido a mí y yo en él, da mucho fruto» (Jn 15,5). Hay dos grados de participación en el espíritu de esta Pía Unión; hay libertad para participar sólo en primer grado o pasar al segundo.

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Art. 195. Todos los libros de texto en las casas de estudios, especialmente los de filosofía y teología, han de ser de óptima reputación, libres de todo error o temeridad y llenos de devoción hacia la Cátedra de Pedro.
Art. 196. Procuren los profesores tratar la filosofía racional y la teología absolutamente según el método, doctrina y principios del Doctor angélico, y manténgalos devotamente.
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Art. 197. Durante el tiempo de los estudios no se cargue a los maestros y alumnos con obligaciones que les aparten de los estudios o impidan de cualquier modo la asistencia a las clases.

Asociación General de Bibliotecas1

La Pía Sociedad de San Pablo instituyó en la Casa Madre (Alba) en 19212 la Asociación General de Bibliotecas, generalmente designada con su abreviatura de A.G.B.
Se trata ahora de revitalizarla, actualizarla y reordenarla, necesidades que se han evidenciado cada día más en estos últimos años.
Tuvo entonces un considerable desarrollo, gracias especialmente a un sacerdote nuestro, el P. Borrano:
- muchos miles de bibliotecas fundadas;
- muchos miles de bibliotecas abastecidas;
- muchos miles de bibliotecas ayudadas con nuestro consejo y a veces materialmente;
- varias iniciativas generales y locales.
Apenas un año después de la institución, el encargado de la misma escribía en el periódico Unione Cooperatori: «El gran número de bibliotecas fundadas por la Pía Sociedad de San Pablo demuestra que esta iniciativa es útil y práctica y responde a una necesidad real».
Un católico militante muy en contacto con el pueblo por razón de su profesión había aconsejado: «Si
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la Pía Sociedad de San Pablo comienza la fundación de bibliotecas familiares, realizará una santa misión; pero han de crearse con inteligencia y ser prácticas para la elevación moral y cultural del pueblo».

Estatuto

Art. 1. - Se ha constituido la Asociación General de Bibliotecas en la Pía Sociedad de San Pablo.
Art. 2. - Tiene la finalidad de unir esfuerzos aislados en un programa más amplio de instrucción científica, profesional, educativa y moral.
Art. 3. - Medios: la creación de nuevas bibliotecas en todos los campos, como en las familias, parroquias, escuelas, empresas, tiempo libre, hospitales, etc.
Se debe abastecer a las bibliotecas ya existentes, especialmente las públicas, con ediciones de contenido superior o de consulta; a las de universidades, ayuntamientos, seminarios.
Se debe garantizar y facilitar la provisión de libros moralmente sanos y útiles y preparar, previa petición, listas aptas para las bibliotecas.
Art. 4. - Pueden inscribirse en la Asociación todas las bibliotecas ya existentes, tanto públicas como privadas.
Art. 5. - La cantidad para inscribirse es de 1.000 liras una sola vez y de 1.000 liras por la suscripción anual, con derecho a catálogo, diversos servicios y correspondencia.
Art. 6. - Se hace a todas las bibliotecas un descuento del 20% sobre los libros de la Pía Sociedad de San Pablo y del 15% sobre los libros de otras editoriales.
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La A.G.B. tiene actualmente su sede en Turín - SAIE.
El centro trabaja desde hace algunos años. Se han fundado muchas bibliotecas, comenzando por los cursos inferiores de enseñanza y facilitando los armarios-anaqueles, especialmente a las familias.
Las bibliotecas se forman y abastecen con libros de los varios vocacionarios italianos.

Finalidades

Crear en todas las parroquias una biblioteca parroquial.
Crear en todos los ayuntamientos, Institutos y grupos familiares un centro de lectura amena, sana y útil.
Crear en todos los hospitales, empresas, asociaciones, barcos y cárceles una biblioteca variada, conforme a la diversidad de personas.
Crear en todas las casas una pequeña biblioteca familiar.
Crear en todas las escuelas una biblioteca como complemento de lecciones y consultas.
Crear una biblioteca religiosa, científica, especializada, narrativa, etc., según la variedad de los ambientes y de las exigencias.
Elevar el espíritu, la cultura, el nivel moral y civil de todo el pueblo.
Hoy es muy abundante el tiempo libre; ofrezcamos un modo sano y útil de emplearlo.
Los propagandistas, los libreros y todos los que tienen la posibilidad
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de hacerlo, propongan una biblioteca siempre que sea posible y conveniente, instruyan sobre el modo de instalarla, faciliten normas generales para su administración y funcionamiento.
Es la hora de las bibliotecas. Se oye decir esto en todas partes. Los adversarios lo aprovechan.

La distribución de los libros

Debe haber una persona capaz en la distribución de los libros a los lectores y en la dirección de las bibliotecas circulantes. La persona encargada debe conocer las diversas clases de libros que una biblioteca posee y para qué clase de lector es apto cada uno de ellos. Se puede clasificar cada título en un fichero con una señal de entrada diversa para cada categoría de personas a las que se dirige el libro.
Son suficientes pocas horas semanalmente, según el número y la comodidad de la distribución. En centros menores pueden ser suficientes dos horas el domingo. En centros mayores se puede añadir un día más, por ejemplo el día de mercado.

¿Por qué? Importancia, necesidad, eficacia

Importancia, porque en nuestros tiempos, entre los diversos medios de difusión y cultura, la biblioteca ocupa uno de los primeros puestos. Efectivamente, pone el libro en contacto con toda categoría de personas, permite que todos lo conozcan y facilita su lectura a quien no puede adquirirlo. Más aún, cataloga los libros por orden, con variedad y
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comodidad, según los diversos géneros de lectura, y esto facilita el trabajo de elegirlos. Da asimismo al libro la gran utilidad que se deriva de una circulación más rápida y abundante.
Necesidad improrrogable, dado el avance constante de la prensa en tiempos de un aumento cada vez mayor del deseo de leer. Conviene por tanto, y constituye un deber, encauzar, en la medida de lo posible, este creciente desarrollo que podría degenerar, y desgraciadamente degenera con frecuencia, en auténtica, insaciable y desordenada manía de lecturas enormemente nocivas.
Ya no es un lujo en nuestros días buscar las últimas novedades en las librerías. La lectura, que en otros tiempos estaba reservada a las clases más acomodadas, se ha convertido hoy en una necesidad para la mayoría.
Eficacia, porque la biblioteca desarrolla la instrucción religiosa, promueve la formación individual y la cultura social e integra la responsabilidad y el esfuerzo de educar. Ejerce, pues, una influencia que no es sólo de preservación, sino también de formación y apostolado.

Reglamento especial para las bibliotecas circulantes

1. - La Asociación está puesta bajo la protección de san Pablo, protector del apostolado de las ediciones, y de María santísima Reina de los Apóstoles.
2. - Los socios se comprometen a trabajar en esta rama del apostolado para la fundación de nuevas bibliotecas
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y a cooperar eficazmente en mantener y desarrollar las ya existentes.
3. - Algunos medios de acción, entre otros:
- dar la máxima importancia a la oración, porque se trata de un verdadero apostolado;
- difundir al máximo las buenas lecturas, especialmente de los libros informados de espíritu cristiano y de nuestros periódicos y revistas.
Un periódico mantendrá informadas a las bibliotecas asociadas sobre las nuevas publicaciones.

Servicios preventivos

No todos tienen la facilidad, el tiempo y los conocimientos necesarios para elegir por sí mismos los libros que les convienen.
Para responder a estas dificultades y para que no se queden sin biblioteca las poblaciones, la A.G.B. ha instituido un servicio de presupuestos para la creación de bibliotecas y facilita la elección de los libros más adecuados a las necesidades peculiares expuestas al pedir el presupuesto.
Basta indicar a qué categoría de personas va dirigida la biblioteca que se quiere montar.

Creación de una biblioteca

Cuando la importancia y la necesidad de una biblioteca se sienta más, puede dársele una norma y un mayor desarrollo si se la organiza como una asociación
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con reglamento propio y con un Consejo de administración que se encargue de su desarrollo, funcionamiento normal, propaganda y recogida de fondos necesarios.
La elección de los libros corresponde generalmente al propio apóstol juntamente con el párroco.
Un principio: deben elegirse libros buenos y que se dejen leer, libros que despierten el gusto de los lectores; naturalmente, un gusto sano, moral.
La elección varía según el grado de cultura, las condiciones sociales, morales y religiosas de la parroquia.
Por tanto, según los casos, podrá ser:
Preponderantemente ascética si, por ejemplo, trata de completar preferentemente la obra del confesor, del catequista y del predicador para las necesidades espirituales de los fieles.
Preponderantemente ameno-educativa si trata especialmente de alejar de las lecturas malas y despertar el interés de las buenas.
Preponderantemente cultural cuando, tratándose de clase media, o de estudiantes, interesa la cultura literaria, científica, profesional...
Preponderantemente religiosa o pastoral si quiere integrar la labor del párroco con libros de formación y cultura religiosa. Este tipo es el ideal.
En él se dará la precedencia a la Biblia, seguida de las obras de los santos Padres, doctores y escritores eclesiásticos, teología para laicos, catecismo, ascética, liturgia, vidas de santos,
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biografías edificantes, lecturas misioneras, colecciones anuales de publicaciones religiosas ilustradas, etc.

Guiar la elección

No se crea que al pueblo no le gustan los libros de tema espiritual. Le gustan, los desea y los entiende mucho más de lo que a veces se puede imaginar. Sigue siendo verdad, por otra parte, lo que decía el cardenal Mercier: «Hay que elevarse para elevar».
Con mucha frecuencia se constata que el gusto de los lectores se adecua al de los bibliotecarios. Cuando éstos saben recomendar un libro, pueden estar seguros de que gustará y será benéfico. Naturalmente, no hay que rendirse ante las primeras dificultades...
Además de libros fundamentalmente religiosos, se debe disponer de lecturas amenas, como novelas, cuentos, narrativa de viajes.
Pueden ser lecturas que tengan poco de constructivo o de pastoral, pero tendrán la función, digamos, de contraveneno y abrirán poco a poco el camino a otras más consistentes y educativas. Más aún, a los de lectura amena, conviene juntar pronto libros que eleven.
En la elección de novelas hay que ser especialmente cautos. Frecuentemente el mal se esconde en unas pocas frases, las suficientes para quitar la paz al alma.
Resérvense a los adultos los que atacan los vicios que los jóvenes todavía desconocen. Ténganse en cuenta, a la hora de elegir, todos los criterios prácticos de juicio, como el Índice de los libros
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prohibidos, la aprobación de la Iglesia, la guía de revistas y reseñas católicas, el buen sentido, las condiciones de tiempo y lugar y la categoría de personas.

Financiación

La financiación suele ser una dificultad inevitable y ante la que algunos se paralizan y hasta abandonan las más hermosas iniciativas.
Un fondo es necesario e insustituible para la creación e instalación de una biblioteca, por pequeña que sea. Se puede conseguir mediante una suscripción, una lotería, un sorteo benéfico, un certamen, un pequeño concurso, diversas ofertas o cualquier otra iniciativa.
Se puede conseguir alguna ayuda de la cuota de distribución de los libros, que nunca debe faltar, por más pequeña que sea.
Se celebrará también la fiesta de la biblioteca. Es lo que hacen los adversarios por el periódico o la biblioteca.

La organización

Nos referimos especialmente a las bibliotecas parroquiales. Hay que evitar el error de pensar que, una vez constituida la biblioteca, se la puede dejar a su aire.
Una buena organización comprende la instalación técnica adecuada, los medios de manutención, el modo de funcionamiento y la formación del bibliotecario.
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Es indispensable una sede para la biblioteca. No obstante, a veces, por lo menos al principio, la solución puede ser un armario o un anaquel, posiblemente cerrados.
Conseguir medios para mantenerla puede parecer arduo a primera vista, pero en la práctica no es así si se sabe interesar a todos los parroquianos, autoridades, maestros, padres, jóvenes y asociaciones católicas.
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1 Para este tema, cf. San Paolo, mayo de 1961 (CISP 891-899) y septiembre-octubre de 1961.

2 Cf. el boletín para los Cooperadores, UCBS III, n. 5 - 15 julio 1921 (en La Primavera Paolina, 148): «En la Escuela Tipográfica de Alba se imprimen actualmente 40 boletines parroquiales, la Gazzetta d'Alba en cinco ediciones, libros buenos y de devoción, catecismos, hojas de propaganda, etc. Se crearon en el año cerrado en marzo unas 30 bibliotecas, se abrieron 170 depósitos de reventa de libros y objetos religiosos, hubo un movimiento para la buena prensa de más de un millón, se repartieron y difundieron varios millones de ejemplares de libros buenos, opúsculos, periódicos, hojas y boletines».