CAPÍTULO VI
PRINCIPALES DEVOCIONES Y ASOCIACIONES
QUE EL SACERDOTE DEBE DIFUNDIR
Importancia. Una de las múltiples formas de manifestarse el espíritu de piedad es la institución de diversas compañías religiosas, cofradías piadosas y prácticas de devoción. Son medios para conseguir practicar la virtud y salvar el alma.
Merecen por diversas razones que el sacerdote les conceda su atención, su estudio y su acción.
Algunas tienen origen divino, como la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, y casi todas fueron promovidas y predicadas por santos muy iluminados por Dios.
Cuentan casi siempre con la aprobación y la recomendación de la Iglesia, maestra infalible.
Tienden a una finalidad especial, que siempre es importante, y sería suficiente que con ellas se consiguiera evitar un solo pecado o ayudar a un alma a salvarse y elevarse en la perfección cristiana.
Y aquí conviene añadir una razón generalmente olvidada. Hay sacerdotes tan estables en la virtud que no necesitan la ayuda proveniente de estas devociones; les basta con una profunda consideración de las verdades eternas o con una diligente lectura, por ejemplo de la Imitación de Cristo.1 ¡Ojalá hubiera muchos como éstos! Pero todos en general y el pueblo en especial sienten la necesidad de ciertas devociones y de alguna exterioridad. Hay muchos en quienes el espíritu cristiano entra
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sólo con estos medios. Pues bien, cuando esos medios están aprobados por la Iglesia y contribuyen a formar la vida cristiana, debemos fomentarlos e inculcarlos, aunque no los sintamos para nosotros de gran utilidad. El pueblo es más material y debemos tomarlo como es y guiarlo gradualmente a las alturas sublimes del cristianismo.
Reglas generales. Antes de aludir a las devociones principales que debemos cultivar en la acción pastoral, conviene tener presentes algunos principios generales para no tener que repetir todos los años las mismas cosas.
1º. Todo sacerdote enviado como párroco, coadjutor o capellán a un determinado lugar, comprobará que allí se practican ciertas devociones y existen tal vez algunas asociaciones. Vaya muy despacio antes de criticarlas, destruirlas, cambiarlas o erigir otras nuevas aunque las antiguas tengan algún defecto. Examine primeramente con calma el bien, el mal y los frutos y luego dispóngase a estimular lo bueno y evitar los abusos. Y si realmente lo considera necesario, que las suprima poco a poco. Evitará los choques con la gente; le servirá lo que ya existe y en breve conseguirá lo que quiere. Por ejemplo, si hay mucha devoción a la Virgen de Pompeya y él la considera un poco vacía porque le falta la participación en los santos sacramentos, que no pretenda de inmediato cambiar la primera por lo segundo, sino aproveche moderadamente aquélla y haga ver que, para honrar a la Virgen, el mejor obsequio que se la puede hacer es confesarse y comulgar a menudo, especialmente si se quiere conseguir una gracia especial, y procure en todas sus fiestas, con la predicación y los avisos, que haya una solemne comunión general. Vince in bono malum,2 pues los violentos se afanan mucho, despiertan críticas y consiguen poco.
2º. Las devociones, las prácticas de piedad y las asociaciones
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deben ser pocas. Es verdad que entre la multitud son diversas las preferencias, pero individualmente se deben tener pocas, y tampoco conviene que el sacerdote tenga estable y habitualmente muchas. Poco y bien ha sido siempre la regla de los santos y de los sabios.
3º. ¿Cuáles preferir? Cuando haya que elegir es conveniente:
a) En primer lugar, tener en cuenta el fin que se quiere conseguir. Por ejemplo, si se quiere difundir el rosario, se puede levantar un altar o una estatua o crear una compañía en honor de Nuestra Señora del Rosario.
b) Si se trata de la devoción a un santo, se preferirá a aquel cuya vida sea bien conocida, incluso en los detalles, y que la puedan imitar las personas a quienes se inculca. Cualquiera que sea la devoción, la compañía, la cofradía, etc., debemos considerarlas siempre no como fines, sino como medios para practicar la religión. Por consiguiente, mucha atención para que pueblo no se pierda en exterioridades vacías, sino que todo sea un estímulo a la virtud, al espíritu de mortificación, al desprendimiento de los bienes del mundo.
c) Finalmente, téngase en cuenta la índole y las necesidades de las diversas edades, ya que unas son más convenientes para los jóvenes y otras para los adultos, para las mujeres, para las jóvenes; las hay para los obreros, para los campesinos, para los estudiantes. Algunas son adecuadas para todas las edades y clases de personas.
DEVOCIONES CONVENIENTES A TODOS
1º. Eucaristía Es la devoción por excelencia. Es suficiente al respecto volver a ver lo que dijimos anteriormente sobre este tema.
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2º. El Sagrado Corazón de Jesús. Siendo una devoción muy sensible, se comprende y practica fácilmente. Nos ofrece con frecuencia ocasiones de hablar de los preceptos, de las virtudes y de los consejos de nuestro Maestro supremo. Es muy eficaz para conseguir que Jesucristo viva en las almas, en las familias y en la sociedad. Práctica de devoción y al mismo tiempo medio para la difusión de esta devoción es la celebración del primer viernes de mes.
3º. María Sma.. Quien conoce a las almas comprueba muchas veces la verdad de estas palabras de san Alfonso de Ligorio: El devoto de María se salva y el que no lo es se pierde.3 Me parece que quien ordinariamente se sorprende de estas expresiones no ha constatado lo mucho que ayuda esta devoción a corregirse de los vicios más inveterados y a correr por el camino de la virtud.
Además, Dios nos lo ha dado todo por María Sma., ya que de ella nació Jesucristo: totum nos habere voluit per Mariam. La Sma. Virgen es también madre y distribuidora de todas las gracias y nosotros no podemos encontrar mejor medio para ir a Jesús que la devoción a la que es la escalera y la puerta del cielo.
Por otra parte, esta devoción es muy fácil de difundir, ya que todos la comprenden, y tan espontánea como espontáneo le resulta a un niño llamar a su mamá en todos los peligros. No tenemos que alarmarnos si alguien, aun conservando un poquito esta devoción, no se ha convertido todavía; María es la aurora que trae el sol de justicia, Jesucristo, y la devoción a ella es la aurora de la conversión a Dios. Todos sabemos que entre los títulos con los que se honra a María, actualmente está muy difundido el de María Inmaculada de Lourdes. También son muy convenientes las congregaciones marianas tan ampliamente difundidas y que han dado frutos tan estupendos.
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4º. El ángel de la guarda, que todos tenemos y por quien todos somos iluminados, custodiados y guiados.
5º. San José, porque si Dios le unió a María Sma. y a Jesús, nosotros no debemos separarle.
DEVOCIONES CONVENIENTES A CLASES ESPECIALES DE PERSONAS
Aquí sólo recordamos las más comunes. Todos los pueblos, diócesis y regiones tienen las suyas. Por otra parte, ninguna de ellas es exclusiva de una clase determinada de personas, pues si por algunas razones le convienen a uno, por otras pueden adaptarse a todos.
1º. Para los jóvenes: son muy convenientes las de san Luis, san Estanislao de Kostka y san Juan Berchmans, cuyas vidas son leídas con interés y utilidad por la juventud.
A los jóvenes de cinco a dieciséis años de ambos sexos se les puede inculcar el Rosario vivo entre los niños.4 Por eso las personas llamadas celadores o celadoras dividen a los chicos y las chicas de quince en quince, para que cada grupo diga el rosario entero diariamente recitando cada uno de los inscritos un misterio. Sirve para acostumbrarles a tiempo a la devoción a María y para introducir poco a poco el rezo del rosario entre los adultos y las familias, porque cuando los chicos cumplan dieciséis años será fácil hacerles entrar a formar parte del Rosario vivo entre los adultos, que tiene las mismas obligaciones. Se ve claramente que este modo de organizarles es atractivo porque cada mes se distribuye entre los inscritos una estampa que simboliza un misterio. (Dirigirse al Convento de San Doménico, Turín, para clarificaciones).
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2º. Para los hombres: San José, a quien todos debemos suplicar, pero que puede ser considerado de manera especial protector de los hombres.
San Roque, porque se le venera de manera especial en casi todos los lugares de la Italia septentrional y es una devoción que comenzó con motivo de diversas mortandades de ganado y pestes.
San Bernardino de Siena, san Francisco de Asís, san Isidro Labrador, etc.
3º. Para las mujeres: Santa Ana, santa Isabel, santa Margarita de Cortona.
4º Para las jóvenes: La Inmaculada Virgen María, santa Inés, santa Angela Mérici, etc. Un párroco que cuente con una compañía de Hijas de María5 bien disciplinada, puede decir que ya ha hecho un gran bien a su parroquia. Pero tenga en cuenta que debe realizar una labor muy delicada y fatigosa si quiere conseguir lo que desea.
MEDIOS PARA DIFUNDIRLAS
1º. Instituir asociaciones que tienen como protectores a los santos que hemos citado, porque la asociación, siendo una organización externa, recuerda al pueblo el deber de orar a su protector y brinda al sacerdote muchas ocasiones para hablar de ello.
2º. Tratar de que haya cosas externas, como puede ser: un altar con una hermosa estatua o un cuadro especial; celebrar con solemnidad sus novenas y fiestas, tratando de que la predicación induzca a una comunión general; lucir un símbolo especial y llevar estandarte propio en las procesiones; promover la venta de libros que narren las glorias del santo y contengan oraciones, así como
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estampas y cuadros de los protectores para que figuren en casa; promover peregrinaciones y procesiones en su honor, etc.
3º. Hablar de ellos con frecuencia desde el púlpito para despertar su devoción y para animar a su imitación, al igual que en el confesionario y por diversas razones; hablar de ellos en privado cuando se presenta la ocasión.
4º. Si existen asociaciones de los Luises,6 Hijas de María,7 Madres cristianas, etc., el sacerdote podrá hacer muchas más cosas, por ejemplo dar la conferencia mensual y recitar todos los domingos oraciones especiales. Todo será más fácil en la medida que se cuente con un local especial para reunirse: los chicos en el oratorio, las chicas en el asilo, los hombres en la cofradía.
DIVERSAS ASOCIACIONES ACCESIBLES A TODOS
Pía Unión para la comunión de los niños.8 Correspondería a los padres, a los maestros y a los sacerdotes hacer que se observe el decreto que establece la comunión de los niños apenas llegan al uso de la razón, hacia los siete años, y el que promueve la comunión frecuente de todos, incluidos los niños. Sin embargo, como no siempre les resulta todo posible, se creó esta Pía Unión compuesta por personas que asumen esta labor. La Unión Primaria se creó en la iglesia de San Claudio, en Roma, donde pueden conseguirse el estatuto y las aclaraciones oportunas.
Tercera Orden de Santo Domingo9 y de San Francisco de Asís.10 Las dos tienen la finalidad de vivir el cristianismo en la sociedad, en la familia y entre la gente, aunque santo Domingo, con el lema veritas, se dirige especialmente a la mente con la fe, y san Francisco, con el lema charitas,
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se dirige especialmente al corazón con la moral. Las dos cuentan con muchas indulgencias y favores espirituales, pero la de san Francisco, al imponer la confesión y la comunión, ofrece más ocasiones para frecuentar los santos sacramentos.
Dirigirse a cualquier convento de los Dominicos o de los Franciscanos en relación con todo lo que tenga que ver, respectivamente, con la Tercera Orden de Santo Domingo o la Tercera Orden de San Francisco.
Escapulario del Carmen.11 Dado que este escapulario comporta el privilegio sabatino, será sin duda muy consolador para todos, especialmente para los enfermos, y aún más porque las pocas obligaciones que exige se pueden cambiar por prácticas muy fáciles. (Dirigirse al P. General de los Carmelitas, Colegio San Alberto, Via Sforza Pallavicini, Roma).
Escapulario de la Inmaculada Concepción.12 Es uno de los más ricos. Dice san Alfonso que quien lo lleva y recita seis padrenuestros, avemarías y glorias, gana 335 indulgencias plenarias. (Dirigirse al P. General de los Teatinos, Sant'Adrea della Valle, Roma).
Otros escapularios.13 Hay muchos. Citamos los principales: San José, Almas del purgatorio, Dolorosa, Preciosísima Sangre de Jesús.
Apostolado de la oración.14 Es una unión cuya finalidad consiste en rezar según lo querido por el Corazón de Jesús. Su utilidad es indiscutible, pues si es necesario el apostolado de la palabra, ¿quién negará que también lo es el de la oración? Tiene tres grados,15 y el primero es accesible a todos. (Dirigirse Via dei Chiavari, 6, Roma).
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Rosario viviente entre los adultos.16 Es entre los adultos lo que entre los chicos es el Rosario viviente entre los niños, con las mismas ventajas y obligaciones. (Dirigirse a Via dei Chiavari, 6, Roma).
Rosario perpetuo. Es propio de las personas piadosas, pues comporta el rezo del rosario entero, una vez al mes, en día y hora libres. (Dirigirse al Convento de Santa Maria Novella, Florencia).
Conclusión. Terminamos aquí, pero recordando que el espíritu de la Iglesia es tan fecundo que ha creado casi para cada necesidad espiritual una compañía especial, una asociación o una práctica de piedad.
Cada cual, considerando su necesidad individual, podrá encontrar fácilmente lo que desea.
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1 Cf. J. GERSEN, De imitatione..., o.c.
2 Rom 12,21: “Vence el mal con el bien”.
3 Cf. ALFONSO DE LIGORIO (san), Opere ascetiche, vol. VI, Ed. Macioce e Pisani, Roma 1935, p. 179.
4 Cf. ATP, n. 230, nota 21.
5 Cf. ATP, n. 94, nota 2.
6 Cf. ATP, n. 94, nota 3.
7 Cf. ATP, n. 94, nota 2.
8 Pío X, con un breve del 31-1-1912, erigía la archicofradía de la Pía Unión para la Primera Comunión de los Niños, cuya finalidad consistía en difundir el conocimiento y la ejecución del decreto Quam singularis y, de acuerdo con las normas del mismo, preparar a los niños a acercarse por primera vez a la Mesa sagrada con una instrucción y una preparación convenientes, así como a alimentarse frecuentemente con el pan de los ángeles a lo largo de los años de la infancia. Cf. PÍO X, Erectio Piae Unionis pro Communione Prima Puerorum ad S. Claudii de Urbe in primariam unionem, cum facultate aggregandi in universo terrarum orbe, AAS, IV (1912), pp. 49-50.
9 La denominación clásica es Hermanos y Hermanas de la Tercera Orden de la Penitencia de Santo Domingo. En 1405, con la bula Sedis Apostolicae, Inocencio VII aprobó definitivamente la regla compuesta en 1285 por M. de Zamora, regla inspirada en las constituciones dominicanas, pero adaptada a la gente que vive en el mundo casada o célibe. Cf. L. A. REDIGONDA, Fratri..., o.c., pp. 923-970.
10 Cf. ATP, n. 94, nota 4.
11 El escapulario o hábito del Carmen se convirtió en símbolo de la devoción carmelita a la Madre de Dios. En la iconografía que reproduce a la Virgen del Carmen desde finales del siglo XVI prevalece la imagen de la Virgen que tiene al Niño Jesús en brazos o en las rodillas y da el escapulario de la Orden a san Simón Stock, señalándole en el “hábito” de la Orden un signo de la salvación eterna. Desde el siglo XVI se relaciona con el escapulario el llamado privilegio sabatino, es decir, la promesa de que la Virgen liberará del purgatorio el primer sábado después de morir a los que fallezcan piadosamente con el escapulario. Pío X, con decreto del 16-12-1910, reconocía también el uso de la medalla-escapulario. Cf. V. HOPPENBROUWERS, Carmelitani, DIP, II, 1975, pp. 506-507.
12 El escapulario o hábito azul de la Inmaculada, juntamente con el voto en favor de las almas del purgatorio, son devociones particulares de la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos. La asociación fue erigida en 1894 en Sant'Andrea della Valle (Roma) y elevada a Archicofradía de la Inmaculada por León XIII con decreto del 18-9-1894. Se la llama también Cofradía del Hábito de la Inmaculada Concepción, cuya imposición y distribución fue confiada por Clemente X a los Teatinos con breve del 30-1-1671. Cf. F. ANDREU, Chierici Regolari Teatini, DIP, II, 1975, pp. 978-999.
13 El pequeño escapulario o hábito es el distintivo de algunas cofradías y expresa la adhesión a una orden monástica o congregación religiosa. El P. Alberione, además de los descritos, recuerda: 1) El fundado en honor de San José, probablemente refiriéndose a uno de color violeta-amarillo aprobado en 1893 para los capuchinos. Cf. P. SIFRIN, Scapolare, EC, XI, 1953, p. 16. En el Sínodo de la diócesis de Alba de 1873 se creaba una asociación de hombres en honor de san José con su propio estatuto e invitaba a los párrocos a promoverla en sus parroquias. Cf. Appendix Novissima..., o.c., al que se añade el Sodalizio maschile erigendo ad onore e sotto il titolo di San Giuseppe, pp. 199-212. - 2) El anejo al voto en favor de las almas del purgatorio. El voto en favor de las almas del purgatorio, llamado también “acto heroico de caridad”, fue aprobado por el teólogo y escritor teatino Gaspar de Oliden (+1740). Cf. I. CECCHETTI, Atto eroico di carità, EC, II, 1954, pp. 358-359. - 3) El negro de la Dolorosa concedido en 1255 a los servitas. Cf. P. SIFRIN, Scapolare, o.c., p. 16. - 4) El de la preciosísima Sangre, cuya archicofradía está relacionada con la Congregación de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, fundada por el beato Gáspare del Búfalo. Cf. M. COLAGIOVANNI y B. CONTI, Preziosissimo Sangue, DIP, VII, 1983, pp. 812-814.
14 El Apostolado de la oración nació en Francia hacia 1844. Esta asociación, que se propone la devoción al Sagrado Corazón y la comunión reparadora, constituye uno de los elementos más importantes de la espiritualidad promovida por los Jesuitas en el siglo XIX. Se difundió rápidamente y llegó a tener 64 secretariados nacionales. Cf. M. FOIS, Compagnia di Gesù, DIP, II, 1975, pp. 1279-1290.
15 Cf. Manuale dell'Apostolato della preghiera, Secretaría del Apostolado de la Oración, Roma 1896, pp. 12-15.
16 Cf. ATP, n. 230, nota 21.