Beato Santiago Alberione

Opera Omnia

Haga una búsqueda

BÚSQUEDA AVANZADA

TERCERA SEMANA

El tercer volumen (Tercera Semana) se imprimió en la tipografía paulina de Ostia (Roma) en mayo de 1962, con el Imprimátur de Antonio Bergamaschi, obispo de San Marino-Montefeltro, fechado el 14 de abril de 1962.

INSTRUCCIÓN I
EDICIONES: PRIMERO LA BIBLIA

Las fuentes donde bebe la Iglesia

En la jerarquía de las ediciones, según las Constituciones, ocupa el primer puesto la doctrina de la Iglesia, tal como aparece en las Actas de la santa Sede, en los catecismos, en los libros de teología aprobados y en los libros litúrgicos.
Cuando se trata de las fuentes donde bebe la Iglesia, en primer lugar está la sagrada Escritura y seguidamente la Tradición eclesiástica (Art. 229).
La Iglesia acude siempre a la revelación divina, contenida en los libros sagrados de los dos Testamentos, y a la enseñanza tradicional.
* * *

Art. 147. Los sacerdotes vivan de manera que puedan celebrar todos los días el santo sacrificio de la misa dignamente. Los Superiores promuevan entre sus súbditos la frecuente y hasta cotidiana recepción del santísimo Cuerpo de Cristo, de modo que tengan libre acceso cuantos se hallen con las debidas disposiciones.
7
Los Superiores manifiesten a sus súbditos con palabras claras que se alegran en general de la frecuencia con que se acercan a la sagrada Mesa, pero que no advierten nada digno de reprobación en aquellos que no se acercan; más aún, pueden advertir en ellos una señal de libertad y de conciencia timorata y delicada.
Art. 148. Si después de la última confesión sacramental, un religioso diere un grave escándalo a la comunidad, o hubiere cometido una culpa grave y externa, el Superior puede prohibirle que reciba la sagrada comunión, hasta que vuelva a acercarse al sacramento de la Penitencia.
Art. 149. Los sacerdotes no dejen de prepararse con piadosas preces para ofrecer el sacrificio eucarístico, y, terminado el mismo, dar gracias a Dios por tan grande beneficio.
Art. 150. Los sacerdotes deben aplicar la misa celebrada a intención del propio Superior, quien tiene la facultad de permitirles que una vez al mes puedan aplicar el sacrificio de la misa por sí mismos o por sus obligaciones, sin percibir estipendio. Si se encuentran de paso en alguna otra casa de la Sociedad, deben aplicar el sacrificio de la misa a intención del Superior de esta casa, a no ser que estuvieren allí ejecutando algún trabajo en beneficio de la misma casa.
Art. 151. Dése a todos los miembros tiempo conveniente tanto para prepararse a la misa y comunión como para la acción de gracias.
8
Palabra inspirada

La sagrada Biblia es palabra divinamente inspirada. San Pablo escribe a Timoteo: «Tú, en cambio, permanece fiel en lo que has aprendido y de lo que estás convencido. Conoces bien a tus maestros. Desde la infancia conoces las sagradas Escrituras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo. Pues toda la Escritura divinamente inspirada es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, dispuesto a hacer siempre el bien» (2Tim 3,14-17).
Los libros de la Biblia, singularmente considerados, son 73, de los que 46 pertenecen al Antiguo Testamento y 27 al Nuevo Testamento. Se les suele dividir, según el tema, en libros históricos, didácticos y proféticos.
En los Libros sagrados hay un elemento humano y un elemento divino. Considerando el elemento divino, es decir, que los Libros sagrados han sido escritos bajo la inspiración de Dios y que fueron confiados a la Iglesia, es necesario interpretar la Escritura según el sentido genuino de la Iglesia. Nadie puede ponerse en contradicción con el sentimiento verdadera y rigurosamente unánime de los Padres de la Iglesia cuando se trata de cuestiones relacionadas con la fe y la moral, ni se puede admitir una interpretación contraria a la ley divina que lleve a considerar que el autor inspirado haya enseñado el error, o que se haya contradicho, o que haya contradicho a otro autor inspirado, y tampoco se puede admitir contradicción alguna entre la Escritura rectamente entendida y la verdadera ciencia.
9
El Maestro divino acudía frecuentemente a la sagrada Escritura para confirmarla y para confirmar con ella su misión. Por ejemplo: «Estudiáis cuidadosamente las Escrituras, ellas testifican de mí» [Jn 5,39]. Y respondía victoriosamente al demonio tentador: «Non de solo pane vivit homo, sed in omni verbo quod procedit de ore Dei... Non tentabis Dominum Deum tuum... Dominum Deum tuum adorabis et illi soli servies»,1 tres expresiones sacadas de la Biblia.
Para refutar a los fariseos y a los escribas, que querían acusarle porque se declaraba Dios, responde preguntándoles: «Explicadme el primer versículo del salmo [109]: Dixit Dominus Domino meo: sede a dextris meis».2

Por qué y cómo leer la Biblia

El paulino tiene tres motivos especiales para venerar y leer la Biblia, además de los que tienen todos: 1) La Biblia contiene el mensaje de la salvación que debemos dar a las almas, es decir, las verdades, la enseñanza moral y el culto, y por eso es el libro más pastoral. 2) La Biblia es el libro modelo al que debe conformarse el escritor-apóstol. Dios creó al hombre, sabe cómo está hecho su corazón, y por eso su palabra guarda relación con las necesidades íntimas del corazón humano, al igual que la madre prepara el vestido a su niño y lo confecciona según su estatura. 3) Hoy, más que en el pasado, se necesitan asociaciones internacionales para cualquier iniciativa; tanto más para la Iglesia, que es católica y ha llegado hasta los confines de la tierra. La Sociedad de San Pablo, que tiene una misión internacional,
10
tendrá que llevar la Biblia, palabra de Dios, dondequiera que vaya.
Cuando el paulino puede decir esto: es palabra revelada, su enseñanza tiene un valor máximo.
La lectura de la Biblia es un sacramental.
Debe darse culto a la Biblia. Hay que considerarla como la carta de Dios al hombre para invitarle al cielo e indicarle el camino que conduce a su casa paterna.

COMPENDIO-PROGRAMA
PARA LEER UN POQUITO CADA DÍA TODA LA BIBLIA EN UNOS CUATRO AÑOS3

A) NUEVO TESTAMENTO: Libros históricos: Evangelios (89 capítulos); Hechos de los Apóstoles (28 capítulos); Libros didácticos: Cartas de san Pablo (100 capítulos); Cartas apostólicas (21 capítulos); Libro profético: Apocalipsis (22 capítulos).
El Nuevo Testamento consta de 260 capítulos.

B) ANTIGUO TESTAMENTO: Libros históricos: Pentateuco (187 capítulos), Josué, Jueces, Rut, Judit, Ester Tobías, Reyes, Paralipómenos, Macabeos, Esdras y Nehemías.
Total, 503 capítulos.
Libros didácticos (305 capítulos); Libros proféticos (257 capítulos).
El Antiguo Testamento tiene un total de 1065 capítulos.
El total de los capítulos de la Biblia es de 1325.
En unos cuatro años, a razón de un capítulo al día, puede leerse fácilmente la Biblia entera.


Es el libro más útil para la piedad porque es divino. Vale como lectura espiritual, como meditación y como
11
plegaria, no sólo porque contiene muchas oraciones como los salmos, sino porque sirve para unirnos totalmente a Dios con la mente, con el sentimiento y con la voluntad. Con la mente, porque presenta las verdades de la fe, mediante las que pensamos según Dios; con el corazón, por los sentimientos de amor hacia Dios y hacia los hombres según el corazón de Jesús; con la voluntad, porque establece nuestra vida en el querer de Dios, hasta llegar a la perfección más alta.

La Sociedad Bíblica Católica Internacional

En el apostolado de las ediciones, peculiar de nuestro Instituto, la Biblia es el libro que debemos difundir por encima de todos, el primero de todos, siempre. De ahí que se haya promovido, en favor de una propaganda más amplia y organizada, la Sociedad Bíblica Católica Internacional.

ESTATUTO
DE LA SOCIEDAD BÍBLICA CATÓLICA

1. En la Pía Sociedad de San Pablo, bajo los auspicios del «Centro de Preservación de la Fe», de la sagrada Congregación del Concilio, se ha constituido la Sociedad Bíblica Católica (internacional).
2. Se inspira en la devoción a Jesús Maestro, camino, verdad y vida.
3. La finalidad de la Sociedad Bíblica Católica es el estudio, la producción, la difusión y la meditación de la sagrada Biblia, especialmente del Evangelio, para alimentar la fe, la moral y la piedad cristianas.
4. El cometido principal de sus socios es la oración para que la palabra de Dios, escrita en la Biblia, llegue a todos los hombres
12
presentada según la enseñanza de la Iglesia Católica. Con ese fin recitarán, por lo menos en las oraciones de la mañana, esta jaculatoria: «Jesús Maestro, camino, verdad y vida, ten piedad de nosotros».
5. La Sociedad Bíblica Católica, con su acción:
a) Prepara y produce ediciones de toda la Biblia o de alguna de sus partes, especialmente el Evangelio y las cartas de san Pablo. Las ediciones serán adecuadas a las diversas condiciones y al grado de cultura de los lectores, poniendo de relieve en las notas y comentarios la doctrina, la moral y el culto litúrgico y relacionando todo esto con el texto. Además de la prensa, sirven los discos para el Evangelio, así como las proyecciones cinematográficas, las transmisiones radiofónicas y televisivas, los carteles bíblicos, las filminas y todo lo que el progreso técnico pone al servicio de la palabra divina.
b) Promueve fiestas, jornadas, triduos y semanas bíblicas en honor de Jesús Maestro, tanto en las parroquias y las diócesis como en los Institutos y las asociaciones, con conferencias especiales y sermones y con la participación en los santos sacramentos, con la difusión capilar del Libro sagrado y la bendición solemne del santísimo Sacramento y del texto del Evangelio. Promoverá también, cuando sea posible, la iniciativa de la entrega del Evangelio con una ceremonia solemne.
c) Procura exponer el texto en un lugar de honor en las iglesias, las familias, los Institutos, las escuelas y las asociaciones.
d) Promueve un conocimiento más amplio de la Biblia en todas partes mediante cursos bíblicos por correspondencia, triduos y semanas para clases cultas, publicaciones diversas sobre la Biblia, etc.
e) Procura que todos los socios posean la Biblia, o al menos el Evangelio, y los lean; que se formen grupos para la lectura del mismo.
6. La asociación está dirigida por un presidente, quien de iure4 es el Superior general de la Pía Sociedad de San Pablo o un delegado suyo; dispone de un Consejo de cuatro miembros, dos de ellos elegidos de común acuerdo por el Superior general de la Pía Sociedad de San Pablo y de la Superiora general de la Pía Sociedad de las Hijas de San Pablo, y otros dos propuestos por el Centro de Preservación de la Fe y nombrados por el propio presidente.
7. Dependen de la Dirección general los centros nacionales, diocesanos y parroquiales. Los primeros dependen de
13
la Conferencia nacional del Episcopado (excepto para Italia), los diocesanos del Ordinario diocesano y los parroquiales del párroco.
. . . . . . . . . .
8. Los compromisos asumidos no obligan bajo pena de pecado.
9. Los sacerdotes pueden celebrar, según las normas litúrgicas, la misa de Jesús, Maestro divino, concedida a la Pía Sociedad de San Pablo.
10. Bajo los auspicios y la guía del Centro de Preservación de la Fe, de la sagrada Congregación del Concilio, y de común acuerdo, realizan el trabajo de organización, redacción y secretaría las religiosas Hijas de San Pablo y la Pía Sociedad de San Pablo, a norma de las respectivas Constituciones y según el decreto N. 14065, 19 de marzo de 1956, de la Congregación de los Religiosos.
11. Los detalles se definen en un adecuado reglamento.

BREVE PONTIFICIO
DE ERECCIÓN EN UNIÓN PRIMARIA
JUAN PP. XXIII
AD PERPETUAM REI MEMORIAM

La Pía Sociedad de San Pablo, cuyo fin consiste en difundir e incrementar la vida y la doctrina católica por medio de la prensa y los demás medios modernos, hace ya un tiempo fundó, con el fin de ayudar al apostolado de la prensa y a la propaganda de los libros, revistas y otras ediciones similares, la Unión de los Cooperadores, entre los que se eligió un grupo que debía dedicarse de manera especial a promover múltiples iniciativas bíblicas.
La Pía Unión de los Cooperadores se ha extendido a varias diócesis de Italia y de otras naciones y en 1937 trasladó su sede de Alba a Roma, donde aquel mismo año aprobó sus Estatutos el entonces eminentísimo Cardenal Vicario de la Urbe.
Más recientemente, la Pía Unión, tras adoptar el nombre de «Sociedad
14
Bíblica Católica» con el mismo fin y gobernada por las mismas leyes, fue canónicamente erigida en la diócesis de Ostia, Porto y Santa Rufina con Decreto del 16 de marzo de 1960, emanado por nuestro Ven. hermano Eugenio Tisserant, cardenal de la Santa Iglesia Romana y obispo de esas mismas diócesis. Eso mismo hicieron otros obispos en sus respectivas diócesis. Con el fin de que esta Sociedad pudiera extenderse más y para que los socios de las varias Uniones, constituidas en las diversas diócesis, se sintieran más íntimamente unidos entre sí, el amado hijo Santiago Alberione, Superior general de la Pía Sociedad de San Pablo, nos ha presentado humildes súplicas para que concediéramos a dicha Sociedad el nombre y el derecho de Unión Primaria. Aceptando con ánimo gozoso estas súplicas, corroboradas con las recomendaciones del mismo eminentísimo Purpurado, obispo de Ostia, Porto y S. Rufina, Nos, tras consultar a la sagrada Congregación del Concilio, en razón de este Breve, con nuestra apostólica Autoridad, elevamos de manera definitiva a la dignidad de Unión Primaria a la Pía Unión llamada «Sociedad Bíblica Católica», y a sus Superiores actuales y futuros, a norma del Código de derecho canónico, les concedemos la facultad de agregar legítimamente a todas y cada una de las Pías Uniones que, con el mismo título y el mismo fin, están ya constituidas o se constituirán en el futuro en cualquier parte del mundo, y de comunicar a las mismas todas las indulgencias y favores espirituales concedidos o que se concederán por esta Sede apostólica a la dicha Unión Primaria. No obstante cualquier otra cosa en contra.
Notificamos y concedemos estas cosas públicamente, decretando que el presente Breve sea y permanezca perennemente estable, válido y eficaz, consiga y conserve sus efectos plenos e íntegros, y sea, ahora y en el futuro, de plena ayuda a dicha Primaria Unión. Declaramos finalmente que así debe considerarse y definirse, de tal modo que desde este momento sea inválida y sin ningún valor cualquier cosa en contra, que consciente o inadvertidamente se tratara de establecer al respecto por cualquier persona y con cualquier autoridad.

Dado en Roma, en S. Pedro, con el anillo del Pescador, el día 14 del mes de octubre del año 1960, segundo de nuestro Pontificado.

D. CARD. TARDINI
Secretario de Estado


15
INDULGENCIAS
PARA LOS MIEMBROS DE LA SOCIEDAD BÍBLICA CATÓLICA

I. PLENARIA, que ganarán: 1) los que se inscriben en la Sociedad, el día de la inscripción; 2) todos los socios los siguientes días festivos: a) Jesucristo divino Maestro, b) Navidad, Circuncisión, Epifanía, Pascua, Ascensión y Corpus Domini, c) Pentecostés, d) Virgen María «Regina Apostolorum», Inmaculada y Asunción, e) san José, esposo de la Virgen María, el 19 de marzo y el 1 de mayo, f) santos Apóstoles y Evangelistas, y, a norma del canon 921,2 del CIC, la Conversión de san Pablo y las fiestas de san Jerónimo, san Bernardo y Todos los Santos.
II. PLENARIA in articulo mortis, para los socios que, tras confesarse y comulgar, o al menos arrepentidos, invoquen devotamente el santísimo nombre de Jesús con la boca si pueden y si no con el corazón, y acepten pacientemente la muerte de la mano del Señor como paga del pecado.
III. PARCIAL DE 10 AÑOS, que ganarán al menos con el corazón contrito: a) todos los socios que favorezcan la lectura pública de la sagrada Escritura o del santo Evangelio, o que promuevan el apostolado de las ediciones y especialmente la difusión de la sagrada Escritura y del Evangelio; b) los sacerdotes socios que hayan comentado la sagrada Escritura y el santo Evangelio en una iglesia o en un oratorio público o semipúblico.
IV. EL INDULTO por el que todas las misas celebradas por cualquier sacerdote en sufragio del alma de algún socio fallecido en gracia de Dios ayudará a aquella alma como si fueran celebradas en un altar privilegiado.

D. CARD. TARDINI
Secretario de Estado



Finalidad del comentario de la Biblia

El comentario de la Biblia tiene dos finalidades que siempre deben tenerse presentes: 1) hacer entender el texto, interpretado
16
según el pensamiento de la Iglesia; 2) hacer que resulte práctica la enseñanza del texto.
Como la Biblia debe darse a todos los hombres, los comentarios deberán ofrecerse y adecuarse teniendo en cuenta la mentalidad y las necesidades de las diversas clases de personas, frecuentemente diferentes por cultura.
En suma, una Biblia llena de catecismo y de liturgia; un catecismo lleno de Biblia y de liturgia; una liturgia llena de catecismo y de Biblia.
La Biblia debe leerse con espíritu de humildad y de fe. Quien quiere a Dios como Padre, debe considerar a la Iglesia como Madre.
La Biblia es al mismo tiempo el libro del pastor y del rebaño. Es el libro de todos. Que se convierta en pan de cada día.
17

1 «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios... No tentarás al Señor tu Dios... Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás» (Mt 4,4ss).

2 «El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi derecha» (cf. Mt 22,43).

3 Cf. San Paolo, octubre 1959, p. 7, y San Paolo, octubre-noviembre 1965 (CISP 663-670).

4 «Por derecho».