Beato Santiago Alberione

Opera Omnia

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Sección V
HOMENAJE A LA MEDIADORA UNIVERSAL

A LA «MÁTER DIVINÆ GRATIÆ»

La siguiente oración la escribió el P. Alberione en 1959 para las señoritas Provera y Bonicco (doctoras Luigina Giovanna y Lidia), animadoras del Centro de Apostolado Mariano «Máter Divinæ Gratiæ» de Rosta (Turín).1
El autor expresa en ella una devoción que hunde las raíces en su infancia y que le acompañó toda la vida. Es sabido que, durante los estudios elementales y luego en los años del seminario en Alba, el corazón del joven Alberione quedó vinculado al pequeño santuario de la Virgen de las Gracias en Cherasco como a su casa materna.
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El título «Máter Divinæ Gratiæ» significaba para el P. Alberione el «dogma» de la mediación universal de gracia, que siempre patrocinó él con intervenciones, gestos proféticos
3 y oraciones,4 solicitándolo incluso al concilio Vaticano II.5 Título que la autoridad pontificia convalidó recientemente con la aprobación de una nueva celebración eucarística.6

Bendita seáis, María,7 la Máter divinæ gratiæ,8 pues habéis dado al mundo a Jesucristo, autor de la gracia.9
Bendita seáis, oh María: vuestro Hijo, muriendo en la cruz, nos adquiría la gracia,10 y vos habéis cooperado al tiempo que la espada traspasaba vuestra alma.11
Bendita seáis, María, porque fuisteis elegida por el Padre celeste tesorera, administradora y distribuidora de todas las gracias.12
Volved vuestra mirada, Madre de la divina gracia, a los tres mil millones de hombres:13 os pedimos que todos lleguen a la gracia de Dios en el bautismo, en la reconciliación y en los demás sacramentos, viviendo como hijos de Dios para alcanzar la casa del Padre celeste.
Volved vuestros ojos también a mi alma, tan mísera,14 oh Madre de la divina gracia, vos que dais a quien queréis, como queréis, cuando queréis y en la medida que queréis.
Confío en vos.
María, que como madre cuidáis especialmente a los hijos más necesitados,15 os ruego por todas las necesidades espirituales y corporales.
Especialmente os pido esta gracia...16
¡Salve, Madre de Jesucristo y de la divina gracia! Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. - Así sea.
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OBSEQUIO A MARÍA MEDIADORA DE GRACIA

El P. Alberione permaneció siempre fiel al título de María mediadora universal de gracia. Atestigua esto un breve texto, con valor testamentario, insertado al final de su historia carismática y confiado a la Familia Paulina entre las Cosas por hacer:

«En uno de los sueños preguntó a María qué podría ofrecerle ahora la Familia Paulina como obsequio, y qué homenaje esperaba de la cristiandad en ese momento histórico: María se mostraba envuelta en luz blanca-oro como la llena de gracia. Oyó: Soy la Madre de la divina gracia. Lo cual responde a la necesidad actual de la pobre humanidad, y ayuda a hacer conocer mejor el oficio que cumple María actualmente en el cielo: mediadora universal de la gracia» (AD 201).
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1 Del Diario, 9 de junio de 1964: «[El Primer Maestro] ha escrito y enviado a las doctoras Luigina Giovanna Provera y Lidia Bonicco del Instituto “Máter Divinæ Gratiæ” de Turín, algunas oraciones para los miembros del Instituto».

2 Cf. La B. Virgen de las Gracias en Cherasco, Memorias-Obsequios, Tipografía Albese de N. Durando, Alba 1912, pp. 136.

3 He aquí un testimonio significativo: «El título de “mediadora universal” era una de las “ideas fijas” del P. Alberione. No recuerdo bien en qué fecha, quizás en 1933, nos hizo firmar una petición a la santa Sede para que la Virgen fuera proclamada oficialmente con dicho título» (M. Luigina Borrano FSP). Además, en diciembre de 1953, a la apertura del Año Mariano (8 dic. 1953 - 8 dic. 1954), el P. Alberione afirmaba: «Los paulinos llevan en el corazón un vivo deseo: que se añada [a los dos dogmas definidos: la Inmaculada y la Asunción corporal de María] el tercero: la Mediación universal de la gracia, en la hora marcada por Dios; a honor de la Sma. Trinidad, para beneficio de las almas y de la Iglesia, para exaltación de la Sma. Virgen» (San Paolo, diciembre de 1953). Del mismo período es el testimonio que leemos en Abundantes divitiæ gratiæ suæ (cf. AD 201). - Aunque de suyo distintos, los dos títulos de Máter Divinæ Gratiæ y de Mediadora universal de gracia, para el P. Alberione coincidían en la sustancia.

4 Diario, 21 de septiembre de 1961: «Sigo rezando por la definición de María Mediadora universal de gracias, para lo que en nuestro Santuario se ha pintado un gran cuadro» (Carta al Sr. Marazzi, Cooperador).

5 Cf. Acta et Documenta Concilio Oec. Vat. Il apparando, Serie I, vol. II, parte VIII, n. 43, p. 288: Rev. P. Jacobi Alberione SSP (24 de agosto de 1959); de las 23 propuestas presentadas, la primera es esta: «Definitio dógmatis Mediationis universalis gratiarum Beatæ Mariæ Virginis».

6 En el nuevo misal mariano, uno de los formularios está dedicado precisamente al título de María «Máter divinæ gratiæ».

7 «Bendita»: cf. Coronita a la Reina de los Apóstoles, II, nota 4.

8 De las letanías lauretanas.

9 No sólo autor de la gracia (cf. Heb 12,2), sino también “don, gracia” personificada, pues en él nos lo ha dado todo el Padre. Es la doctrina más confirmada por san Pablo y san Juan.

10 Cf. Rom 3-5; 1Cor 5; Gál 2; Jn 1,14-17.

11 Jn 19,25-27; cf. Lc 2,35.

12 Afirmaciones de san Anselmo y san Bernardino de Siena, recogidas por san Alfonso (cf. «Máter divinæ gratiæ», VdS 152).

13 Cf. «Oración ecuménica».

14 Cf. «A María madre de misericordia».

15 Cf. «A María madre de misericordia».

16 Cf. «A la Reina de los Ap. por las necesidades más actuales...».