Sección I
A JESÚS DIVINO MAESTRO
A JESÚS BUEN PASTOR
«La devoción a la persona de Jesucristo, nuestro divino Maestro, es propia de la Pía Sociedad de San Pablo y centro de su espiritualidad... Las Constituciones añaden en el misterio de la transfiguración, que es símbolo y representación de la vida actual y gloriosa de Jesucristo, Maestro divino, en el cielo y en la eucaristía; por eso honramos el misterio de la transfiguración; pero a Jesucristo, Maestro divino, le buscamos y encontramos viviente y presente y glorioso en el misterio eucarístico. Además, al divino Maestro Jesús, le consideramos y honramos bajo el aspecto especial de Camino y Verdad y Vida, en el evangelio, en la Iglesia, en la eucaristía».1
«Proponemos dedicar el primer domingo del mes al divino Maestro; esta práctica viene de la divina voluntad; tenemos de ello una señal física, sensible al ojo, al oído, al tacto. - Ruego que apenas llegue esta carta, los sacerdotes, los profesos y las profesas acojan esta calurosa invitación de parte de Jesús Maestro y, en lo posible, empiecen enseguida a seguirla. Modo: sustancialmente, debemos honrar a Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida; y unirnos a él con toda la mente, la voluntad y el corazón. Será óptima cosa si se hace ese día el retiro mensual; de otro modo, téngase una instrucción evangélica, misa solemne, hora de adoración dedicada al examen del mes y a los propósitos. Donde sea posible la celebración externa, se la haga coincidir [con] fiestas, exposición solemne, procesión, magnificencia en el canto, la música y la ornamentación. El divino Maestro vendrá entre sus hijos y discípulos con luz, consuelo y efusión de gracias. En Jesucristo Camino Verdad y Vida. M° Alberione».2
«El 1er domingo [del mes] está dedicado a Jesús Maestro y mediador, para que en él, por él y con él la Sma. Trinidad sea glorificada, se le den gracias y se le hagan peticiones. Recordemos los novísimos, especialmente nuestro fin: el paraíso».3
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PROMESAS AL DIVINO MAESTRO
La primera edición del manual de oraciones (1922) no tenía ninguna invocación a Jesús bajo el título de Maestro, que sí aparece, en cambio, en el boletín de la Unión de Cooperadores de la Buena Prensa el 20 de diciembre de 1925, proponiendo la siguiente oración de compromiso y de promesa, para rezarla a conclusión de una jornada del evangelio o de la Buena Prensa, como en Benevello d'Alba, donde se celebró:
Jesús Maestro, que desde la hostia nos miras a nosotros, tus discípulos, postrados a tus pies, arrepentidos de habernos alejado de ti, esta tarde renovamos la promesa de ser fieles discípulos tuyos de ahora en adelante:
1. Condenamos toda prensa, libro o periódico contrario a tu evangelio.
2. Prometemos leer tu evangelio.
3. Prometemos vivir según el evangelio.
4. Prometemos acudir a la explicación del evangelio en la iglesia y mandar a los hijos al catecismo.
5. Prometemos alejar de la familia toda prensa mala, como falso maestro, y acoger la buena.
6. Creemos y confesamos que tú solo eres el Maestro universal, infalible, proclamado tal por el Padre: escuchadle.4
El año siguiente (1926) el mismo boletín proponía a todas las parroquias la siguiente promesa, análoga a la anterior:
1. Condenamos toda enseñanza, libro o periódico contrario al evangelio.
2. Prometemos leer un paso de tu evangelio cada día en nuestras familias, y vivir según tu enseñanza.
3. Prometemos acudir a la explicación del evangelio y mandar a los hijos al catecismo.
4. Prometemos alejar de la familia toda prensa mala y sostener la buena.
5. Reconocemos que tú solo eres el Maestro, nuestro y del mundo, junto con tu vicario el papa.5
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OH JESÚS MAESTRO
CAMINO, VERDAD Y VIDA
El manual de oraciones paulinas de 1927 (segunda edición) incorpora por primera vez la conocidísima invocación a Jesús Maestro. Es la invocación que abre todas las oraciones de la jornada, y que se hará habitual, frecuentísima, en la vida de cada día. Pero la misma debía ser ya usual entre los paulinos, pues la encontramos al final de cada meditación en el libro del canónigo Chiesa, El divino Maestro, editado en 1926.
V) Oh Jesús, Maestro,6 Camino Verdad y Vida,
R) Tened piedad de nosotros.
Esta fórmula bipartita tiene una doble fuente evangélica: la súplica de los diez leprosos referida por Lucas: Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros (Lc 17,13) y la auto-definición de Jesús registrada por Juan: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6). Tal fórmula se repetía también al final de cada punto de la coronita a san Pablo, sustituyendo la invocación al Corazón de Jesús.
En el mismo manual (1927) se encontraba también la primera formulación del pacto o secreto del éxito, que ya reprodujimos. En ese texto no figuraba el título de Jesús Maestro, que aparecerá en cambio en la formulación de 1933. Pero sí se encuentra el título de Maestro, en su forma más desarrollada, como «perfecto Maestro, es decir el Camino... la Verdad... y la Vida», en la oración ofertorial Para quien tiene sed de almas como Jesús (1924), que también quedaba introducida en dicho manual de oraciones.
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AL MAESTRO DIVINO
Esta oración aparece en el volumen Donec formétur Christus in vobis, publicado el año 1932.7
Maestro, tu vida me traza el camino; tu doctrina confirma y alumbra mis pasos; tu gracia me sostiene y me apoya en el camino hacia el cielo. Tú eres perfecto Maestro: das ejemplo, enseñas y fortaleces al discípulo para que te siga.8
1. Oh Maestro, tú tienes palabras de vida eterna. Sustituye mi mente, mis pensamientos contigo mismo, tú que iluminas a todo hombre y eres la verdad misma. Yo no quiero razonar sino como tú enseñas, juzgar sólo según tus juicios, pensar sólo en ti, verdad sustancial, que el Padre me ha dado: «Vive en mi mente, oh Jesús verdad».
2. Tu vida es precepto, camino, seguridad única, verdadera, infalible. Desde el pesebre, desde Nazaret y desde el Calvario, todo es un trazar el camino divino de amor al Padre, de pureza infinita, de amor a las almas, al sacrificio... Haz que yo lo conozca, haz que en cada momento ponga el pie sobre tus huellas de pobreza, castidad, obediencia. Todo otro camino es amplio..., no es tuyo. Jesús, yo ignoro y detesto todo camino no señalado por ti. Lo que tú quieres, eso quiero yo; pon tu voluntad en vez de la mía.
3. Cambia mi corazón en el tuyo; que mi amor a Dios, al prójimo y a mí mismo sea sustituido por el tuyo. Que mi vida pecadora, humana, sea cambiada por la tuya, divina, purísima, superior a toda la naturaleza. «Ego sum vita».9 Por eso, para ponerte a ti en mí, cuidaré con esmero la comunión, la santa misa, la visita al Santísimo, la devoción a la pasión. Y que esta vida llegue a manifestarse en las obras «ita ut vita Christi manifestétur in vobis»,10 tal como le ocurrió a san Pablo: «vivit in me Christus».11 Vive en mí, oh Jesús, vida eterna, vida sustancial.
Los manuales de oraciones de los años 1930 (1933, 1938) son ricos en referencias al divino Maestro, las más de las veces en forma indirecta: por ej., la invocación inicial del secreto del éxito (Jesús Maestro... en sustitución de Señor Jesús) y la alusión en fórmulas que encontraremos en otros lugares, como los misterios del rosario meditados,12 las letanías de los santos escritores, las oraciones para antes y después de la lectura de la Escritura (en latín), dirigidas a Jesús Maestro Camino y Verdad y Vida, y en las que el orante se profesa discípulus tuus.
En el manual de 1938 hay una sección concerniente a las devociones del mes y, en particular, el domingo [dedicado] al divino Maestro, pero no figura aún la coronita propia. Ésta aparecerá en cambio a comienzos de los años 1940.
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CORONITA A JESÚS DIVINO MAESTRO
En el Archivo histórico general de la Familia Paulina se conserva el original manuscrito de esta coronita, escrita en cinco medias hojas de papel de carta con membrete, sin fecha pero remontándose a 1942-1943.13
El texto presentado aquí es la redacción de 1971, dando en nota las variantes del manuscrito, que entre otras cosas usa siempre la forma plural (vos, vuestro...), y la numeración de cada una de las oraciones va en números romanos (I, II, etc.).
1. [JESÚS VERDAD: VERBO REVELADOR]
Jesús, Maestro divino, te adoramos como Verbo encarnado, enviado por el Padre para enseñar a los hombres las verdades que dan la vida. Tú eres la Verdad increada,14 el único Maestro; sólo tú tienes palabras de vida eterna.15
Te damos gracias16 por haber encendido en nosotros la luz de la razón y de la fe, y habernos llamado a la luz de la gloria.
Nos adherimos con toda nuestra mente a ti y a la Iglesia; y rechazamos cuanto17 la Iglesia rechaza.
Maestro,18 muéstranos los tesoros de tu sabiduría, danos a conocer al Padre, haznos auténticos discípulos tuyos. Aumenta nuestra fe,19 para que lleguemos a contemplarte eternamente en el cielo.
Jesús Maestro, Camino y Verdad y Vida, ten piedad de nosotros.20
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2. [JESÚS CAMINO: MEDIADOR Y MODELO]
Jesús, Maestro divino, te adoramos como al amado del Padre,21 único Camino para llegar a él.
Te damos gracias porque te has hecho nuestro modelo;22 nos has dado ejemplos de la más alta perfección e invitado a todos a seguirte aquí en la tierra y en el cielo.
Te contemplamos en los diversos momentos de tu vida terrena;23 dócilmente nos ponemos a tu escuela y rechazamos toda moral diversa de la tuya.
Atráenos a ti,24 para que busquemos únicamente tu voluntad, siguiendo tus huellas y renunciando a nosotros mismos. Acrecienta en nosotros la esperanza activa y el deseo de asemejarnos a ti, para que al final de la vida podamos poseerte por toda la eternidad.25
Jesús Maestro...
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3. [JESÚS VIDA: UNIGÉNITO Y SACERDOTE ETERNO]
Jesús, Maestro divino, te adoramos como unigénito de Dios, venido al mundo para dar a los hombres la Vida en plenitud.26
Te damos gracias porque, muriendo en la cruz, nos has merecido la vida,27 que nos comunicas en el bautismo y alimentas en la eucaristía y los demás sacramentos.
Vive en nosotros, Jesús,28 con la efusión del Espíritu Santo, para que te amemos con toda la mente, con todas las fuerzas y todo el corazón; y amemos al prójimo como a nosotros mismos por amor tuyo.
Aumenta en nosotros la caridad, para que un día, llamados del sepulcro a la vida gloriosa, participemos contigo en el gozo eterno del cielo.29
Jesús Maestro...
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4. [CRISTO VIVIENTE EN LA IGLESIA]
Jesús, Maestro divino, te adoramos viviente en la Iglesia,30 tu cuerpo místico, y nuestra única arca de salvación.
Te damos gracias por habernos dado esta madre infalible e indefectible, en la que tú sigues siendo para los hombres camino, verdad y vida.
Te pedimos31 que los no creyentes se acerquen a su luz inextinguible, que vuelvan quienes se han apartado de ella, y todo el género humano se una en la fe, en la común esperanza y en el amor.32
Fortalece a la Iglesia,33 asiste al papa, santifica a los sacerdotes y a cuantos se han consagrado a ti. Señor Jesús, hacemos nuestro tu anhelo: que haya un solo rebaño bajo un solo pastor,34 para que todos podamos reunirnos35 en la Iglesia triunfante del cielo.
Jesús Maestro...
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5. [CRISTO SIEMPRE APÓSTOL DEL PADRE]
Jesús, Maestro divino, te adoramos con los ángeles que cantaron el motivo de tu encarnación: «Gloria a Dios y paz a los hombres».
Te damos gracias por habernos llamado a compartir tu misma misión. Enciende en nosotros la llama de tu mismo amor al Padre y a los hombres.36
Llena de ti todas nuestras facultades: vive en nosotros para que te demos a conocer con el apostolado de la oración y del sufrimiento, de las ediciones y de la palabra, del ejemplo y de las obras. Envía buenos obreros a tu mies; ilumina a los predicadores, maestros y escritores; infunde en ellos el Espíritu Santo;37 dispón las mentes y los corazones para que lo acojan.
Ven, Maestro y Señor, enseña y reina por María, nuestra madre, maestra y reina.
Jesús Maestro...
La importancia de esta corona de oraciones merece una honda consideración. Ante todo porque maduró en los años de guerra (1940-1945), período trágico para el mundo y para Roma en particular, pero fecundísimo para el P. Alberione, limitado en sus movimientos y, sin embargo, intensamente creativo a favor del crecimiento espiritual, canónico y material de la Familia Paulina.
Esta oración además, con sus cinco misterios, es un compendio bíblico-teológico, con la función no sólo de fomentar la piedad, sino sobre todo de mentalizar y catequizar a los hermanos en el carisma propio, alimentando conjuntamente fe, devoción y espíritu apostólico. Es como el sýmbolum cristológico de los paulinos. Cada frase traduce, explícita o implícitamente, un versículo escriturístico del Antiguo o del Nuevo Testamento.
Como colección de oraciones, la coronita se articula en las cuatro modulaciones esenciales de la oración: adoración, agradecimiento, compromiso moral y súplica. Esta cuádruple modulación puede compendiarse también en la actitud dialógica: de la aceptación (acogida de un don) y de la respuesta (gratitud y empeño). Pero la división preferida por el P. Alberione es la del trinomio verdad-camino-vida. Por eso cada una de las cinco oraciones contiene: la profesión de fe en Jesús divino Maestro, la adhesión de la voluntad a sus preceptos y la invocación de gracia y de comunión con él.
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HIMNOS A JESÚS DIVINO MAESTRO
En el manual de 1946 aparecen por primera vez cinco nuevos himnos a Jesús Maestro, que el P. Alberione hizo componer, sobre temas propuestos por él mismo, al himnógrafo pontificio P. Vittorio Genovesi SJ. Como resulta de los títulos, esos himnos desarrollan los temas de la teología y de la devoción a Jesús divino Maestro. Los reproducimos en el texto original latino, acompañado, al lado, por una versión (la italiana aparece en la edición de 1971).38
UNUS EST MAGÍSTER VÉSTER
1. Tu veritátis únicus Sol,
Christe, fulges méntibus;
noctem repéllis hórridam,
víam salútis éxhibes.
2. Te vox Paréntis cælitus
orbis magístrum prótulit;
qui te sequúntur sæculi
vitant tenébras ímprobi.
3. Quæ faris, æquas móribus,
tuamque vitam prædicas,
diáque firmas grátia
vitále verum córdibus.
4. Arcána solus éxplicas
vitæ, dolóris, fúneris,
æternitátis árduum
reclúdis et mystérium.
5. Cœli potítus sédibus
Sancto replétam Spíritu,
largíris orbi Ecclésiam,
falli magístram nésciam.
6. Ætérna, Jesu, Véritas,
qua dúcimur, qua vívimus,
Patri, tibi, Paráclito,
honor, potéstas, gloria.
Amen.
UNO SOLO ES VUESTRO MAESTRO
1. Cristo, tú eres el único
fúlgido sol de verdad:
la oscura noche iluminas
y muestras la salvación.
2. La voz del Padre celeste
Maestro del mundo te llama:
y todos cuantos te escuchan
del mundo evitan las sombras.
3. Enseñas y das ejemplo,
predicas ya con tu vida,
con la gracia al corazón
le haces obrar lo perfecto.
4. Tú solo el arcano explicas
de vida, muerte y dolor,
y desvelas el misterio
arduo de la eternidad.
5. Ascendido al cielo en gloria,
al mundo ofreces la Iglesia,
llena de Espíritu Santo,
maestra incapaz de errar.
6. Jesús, eterna Verdad,
Camino y Vida del hombre,
a ti, al Padre y al Paráclito
gloria, honor y poderío.
Amén.
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VERBUM PATRIS
1. A Patre Verbum, Lúmini
æquále Lumen, éditum
cum Patre fons et Lúminis,
Lux una, cunctis émicas.
2. Tu distulísti prímitus
chaos tenébras hórridas,
orbísque mox mirábili
totus choæsit órdine.
3. Per te lutósis ártubus
díus refúlsit spíritus,
vitæ supérnæ párticeps,
cápax perénnis glóriæ.
4. Plorántium tu cármine
vatum sonábas præscio,
mundo salútis pérdito
prænuntiánte témpora.
5. Amóre nostri ab æthere
terras in imas désilis,
nobísque fis tractábile
sub córporis velámine.
6. Ætérna, Jesu, Véritas,
qua dúcimur, qua vívimus,
Patri, tibi, Paraclito
honor, potéstas, glória.
Amen.
EL VERBO DEL PADRE
1. Verbo del Padre engendrado,
Luz de Luz siempre fulgente,
manantial, rayo perenne,
a todos nos iluminas.
2. Separaste las tinieblas
del caos, en el principio,
ensamblaste el universo
con un orden admirable.
3. Por ti en el cuerpo de barro
brilló la chispa divina,
partícipe de tu vida,
heredera de la gloria.
4. Te anunciaban entre llantos
los presagios de profetas
que al mundo le predecían
un tiempo de redención.
5. Por amor nuestro bajaste
de lo alto a la pobre tierra,
haciéndote así tangible
bajo corpórea forma.
6. Jesús, eterna Verdad,
Camino y Vida del hombre,
a ti, al Padre y al Paráclito
gloria, honor y poderío.
Amén.
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EGO SUM VÉRITAS
1. Lux una, Christe, méntibus
cum tu corúscas ánxiis,
érror facéssit ímprobus,
seréna cláret véritas.
2. Obvólvitur calígine orbis
tui éxpers lúminis;
fac una corda cópulet
fides et alma cáritas.
3. Te lingua quævis pérsonet,
te ludus, artes, lítteræ,
typísque cusa página
vagúmque te diárium.
4. Tuum cánat præcónium,
subvécta quovis, ómnibus,
diffúsilem per æthera,
vocális unda stírpibus.
5. Tuo coácta nómine,
triúmphet usque Ecclésia,
gentésque fac ut cóngreget
ad unitátis vínculum.
6. Ætérna, Jesu, Véritas,
qua dúcimur, qua vívimus,
Patri, tibi, Paráclito,
honor, potéstas, glória.
Amen.
YO SOY LA VERDAD
1. Oh Cristo, única luz:
si tú iluminas las mentes
desaparece el error,
nos alumbra la verdad.
2. Envuelto en densa tiniebla
todo el mundo sin ti está:
haz que en nuestro corazón
brillen la fe y el amor.
3. Todas las lenguas te alaben,
deportes, artes y ciencias,
los libros y las revistas,
los diarios y las ondas.
4. Comuniquen tu mensaje
todos los medios modernos,
a todos -razas y pueblos-
exponiendo tu verdad.
5. La Iglesia en tu nombre unida
obtenga doquier victoria,
y haz que congregue a los pueblos
en la unión y la armonía.
6. Jesús, eterna Verdad,
Camino y Vida del hombre,
a ti, al Padre y al Paráclito,
gloria, honor y poderío.
Amén.
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EGO SUM VÍA
1. Tu certa, Christe, sémita,
mortálibus palántibus
inter salébras sæculi
ad discupítam pátriam.
2. Humáno, amíctus tégmine,
exémplar exstas éfficax,
tuísque nos vestígiis
hærére semper állicis.
3. Squalénti in antro vágiens,
domóque sudans Názaræ
anguénsve dura in árbore
profáris: A me díscite!
4. Te, bone, fida Ecclésia
subit, tuísque fílios
aptáre quærit móribus
cælóque dignos réddere.
5. Non umbra mortis óbruet
quos Máter ista dírigit;
hic éxsules spe récreat,
cœlíque regnis ínseret.
6. Ætérna, Jesu, Véritas,
qua dúcimur, qua vívimus,
Patri, tibi, Paráclito,
honor, potéstas, glória.
Amen.
YO SOY EL CAMINO
1. Cristo, eres senda segura
para los hombres errantes,
que en los peligros del mundo
ponen su anhelo en la patria.
2. Te has revestido a lo humano
y eres siempre nuestro ejemplo,
llamándonos a seguir
tus huellas, todos tus pasos.
3. Naciste en pobre portal,
trabajaste en Nazaret,
muriendo en la cruz nos dices
¡Aprended siempre de mí!.
4. Te sigue tu fiel Iglesia,
proponiendo tus ejemplos
a sus hijos, para hacerles
del cielo herederos dignos.
5. Ninguna sombra de muerte
cubre a quien sigue a esta madre,
que da esperanza segura:
del destierro al reino guía.
6. Jesús, eterna Verdad,
Camino y Vida del hombre,
a ti, al Padre y al Paráclito
gloria, honor y poderío.
Amén.
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EGO SUM VITA
1. Fons, Christe, vitæ pérpetis,
quo vita quævis défluit,
tu septa mortis cónteris,
vitámque rursus íntegras.
2. Vitam datúrus éxilis
cœli e beátis sédibus,
et áffatim mortálibus,
præbes hiánti péctore.
3. Tu mýstico nos ínseris,
aqua renátos, córpori,
diáque ditas grátia
e rívulo septémplici.
4. Sic nostra, patris crímine,
natúra, primi saucia,
sanctis novátur móribus,
cœli merétur præmia.
5. Pax inde gentes prósperat,
concors vigéscit cívitas,
arrídet innocéntia
doméstico sub téctulo.
6. Ætérna, Jesu, Véritas,
qua dúcimur, qua vívimus,
Patri, tibi, Paráclito,
honor, potéstas, glória.
Amen.
YO SOY LA VIDA
1. Fuente de vida, Jesús,
y manantial de energía:
rompes del mal las cadenas,
libras de muerte, reanimas.
2. Para dar vida desciendes
de los cielos a esta tierra
y nutres a los mortales
abriendo a todos tu pecho.
3. Renacidos por el agua,
nos unes al cuerpo místico,
nos engrandeces de gracia
con tus siete sacramentos.
4. Así la humana natura,
herida desde el origen,
se renueva en las costumbres,
y al celeste premio aspira.
5. En paz el mundo prospera,
concordes viven las gentes,
sonríe feliz la inocencia
protegida en los hogares.
6. Jesús, eterna Verdad,
Camino y Vida del hombre,
a ti, al Padre y al Paráclito
gloria, honor y poderío.
Amén.
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El canto siguiente no es de origen alberioniano. Fue descubierto en los años de 1930 y presentado al P. Alberione, que mandó ponerlo en música al P. J. E. Robaldo, incorporándolo al manual de oraciones y cantos de la Pía Sociedad de San Pablo.39
O VÍA, VITA, VÉRITAS
1. O Vía, Vita, Véritas, o Jesu!
Lucens per omnes sémitas,
o Jesu!
Te sequémur, trahe nos
Crédulos ac sérvulos.
Te collaudámus, in Te sperámus,
Amámus Te, dulcíssime, o Jesu!
2. In verbo tuo stábimus, o Jesu!
Crucis pugnam pugnábimus,
o Jesu!
Déditi Ecclésiæ
Veritáti régiæ.
Te collaudámus, etc.
OH CAMINO, VIDA, VERDAD
1. ¡Camino, Vida, Verdad,
oh Jesús!
Brillas en todos los senderos,
¡oh Jesús!
Atráenos, te seguiremos
creyentes y servidores.
Te alabamos, en ti esperamos,
Te amamos, ¡dulcísimo Jesús!
2. Seguiremos tu palabra, Jesús.
Combatiremos la batalla de la cruz,
¡oh Jesús!
Y nos someteremos
a la regia verdad de la Iglesia.
Te alabamos, etc.
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ORACIONES PERSONALES AL MAESTRO DIVINO
En un cuadernillo de apuntes, escritos por el P. Alberione en 1947 como reflexiones y exámenes de conciencia durante un curso personal de ejercicios (siguiendo la pauta del libro La misión sacerdotal en la doctrina de san Pablo del P. Otto Cohausz SJ), apuntes publicados en 1972 con el título El Apóstol Pablo modelo de vida espiritual y sucesivamente con el título Pablo Apóstol, encontramos algunas oraciones A Jesús Maestro, de las que reproducimos algunas partes.40
A JESÚS MAESTRO
Os adoro, Maestro y apóstol del Padre. Os doy gracias por habernos traído del cielo el evangelio y vuestra doctrina, descubriéndonos el misterio de la redención que el Padre quería. Os bendigo por haberme llamado al apostolado para evangelizar a todos vuestras admirables riquezas. ¡Bendito seáis por los frutos obtenidos! Pero qué dolido estoy, casi sofocado y desnortado por el inmenso bien que no he hecho... ¿A quién acudiré sino a vuestro Corazón, y a vuestra Madre y mía, María? No tengo más que a vos... espero sólo en vos...
¡Si yo hubiera estudiado más o hubiese sentido la fe como Pablo, Alfonso, Francisco! Más fe en vuestra ayuda.
¡Si yo hubiera tenido más celo por la gloria de Dios y por las almas! Los derechos de Dios, la salvación eterna de los hermanos, son bienes inmensos... ¿Y yo? ¡Qué frialdad!
¡Si yo hubiera sido más humilde, sin haberme buscado nunca a mí mismo..., más diligente en preparar las pláticas..., más fervoroso en rezar antes de predicarlas…, más cuidadoso de las ediciones!...
El apostolado repara los escándalos. ¡Hay tantos! Ignoro hasta dónde se extienden las consecuencias... ¿Y pues?
Tengo presente a los treinta Doctores de la Iglesia..., les admiro..., les invoco..., les imito.41
~
* * *
Vuestra misericordia es infinita: nunca podré entenderla del todo. Más quiero adorarla que escrutarla. ¿Cómo así habéis elegido para ser sacerdote, «homo Dei», un ser tan mezquino, tan gran pecador, de quien preveíais que os habría traicionado en vuestras expectativas?... ¡Todo fue sólo misericordia vuestra!
¡Soy un milagro de Dios! Infinitas misericordias vuestras me han llevado al sacerdocio: «Gratia Dei sum id quod sum».42 La ordenación transformó a los Doce; la ordenación me hizo un ser nuevo, Dios en la tierra.
Me he ensimismado con Cristo: sus intereses son los míos; sus intenciones, las mías; hablo con sus palabras; mi doctrina es la suya; mi vida es la de Cristo; yo realizo las obras de Cristo: o mejor, es Cristo quien las realiza por mí...
Estoy obligado a Dios: debo vivir según Jesucristo. Debo ocuparme sólo de lo que concierne a su honor... Perdonadme tanta indignidad, el despilfarro de gracias y de tiempo.43
~
* * *
Habéis enseñado una doctrina celestial; con confianza, con sencillez, a todos.
Me habéis enviado a predicar: soy sacerdote.
Me habéis dado por protector a un gran predicador: san Pablo.
Me habéis entregado almas hermosas para que las instruya, jóvenes escogidos.
Me habéis proporcionado medios variados y poderosos: palabra, prensa, cine, radio.
¿He cumplido bien vuestro mandato? No puedo decir que sí, externamente. Internamente, no siempre he rezado lo suficiente; no siempre tuve la debida caridad; ¿faltó tal vez la costancia?
«Liber scriptus proferétur / in quo totum continétur / unde mundus judicétur».44
Cuando los oyentes estén ante mí, el día final, podrán decir que no siempre les precedí con el ejemplo; que no hubo en mí la suficiente humildad; que faltó la oración para que la semilla arrojada germinase. «Quid sum, míser, tunc dictúrus?...».45
~
* * *
Señor Jesús, si no he dicho siempre lo que os agradaba, destruid y reparad. No tengo conciencia de haber errado; pero vos lo veis todo, y sois el reparador.
Me pesa más bien de no haber explicado con mayor claridad, con dulce firmeza, precediendo con el ejemplo. Vos sois Camino, Verdad, Vida: ¡que yo lo sienta mejor, para mejor hacerlo sentir! No muchas espiritualidades, sino la que vos habéis manifestado.
¡Que todos os sigamos, oh Jesús-Verdad, venerando y estudiando los dogmas!
¡Que todos os sigamos, oh Jesús-Camino, venerando y practicando vuestros preceptos, ejemplos y consejos!
¡Que todos os sigamos y vivamos, oh Jesús-Vida, en unión con vos! ¡Que seamos los sarmientos vivientes en vos, la vid; injertados en vos por los sacramentos, los sacramentales y la oración!
Así seré un constructor de mí mismo; y un constructor de las almas en las que vos queréis vivir: «Yo en vos, vos en mí».46
~
* * *
Vuestro sacerdocio es mi seguridad: yo oro y actúo en vos, por vos, con vos. Todo se hace eficaz y fructuoso porque recibe fuerza de vos.
Confío que me comuniquéis espíritu «para entregarme al servicio del Dios viviente» (Heb 9,14), según el fin por el que os inmolasteis y os inmoláis en los altares: para hacerme cada vez mejor siervo del Padre y recibir gracias personales y a favor de la comunidad.
Sé que vos, sacerdote sumo, comprendéis todas las necesidades de este pobre sacerdote...
Y más allá de la vida vos, Jesús sacerdote, me mostráis el feliz fin de toda pena y fatiga...47
~
* * *
Dadme, Maestro divino, vuestra luz para conoceros y para conocerme.
Vuestra sabiduría es infinita.
Vos me disteis la luz de los ojos.
Vos me disteis la luz de la razón.
Vos me disteis la luz de la fe.
Dadme ahora la luz de la gloria para que yo pueda contemplaros eternamente en el cielo.
Por eso ss suplico me deis la gracia de usar bien los ojos, la razón y el don de la fe.
Iluminadme especialmente en estos puntos:
1) Attende tibi: necesidad de cuidarme a mí mismo;
2) mortificarme en todos los sentidos, internos y externos;
3) mejorar la oración en calidad y en cantidad;
4) entablar una lucha de exterminio al orgullo, que yo detesto con todas las fuerzas, queriendo sólo, siempre y en todo vuestra gloria.48
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A GLORIA DE JESUCRISTO MAESTRO
En enero de 1962, durante un curso de ejercicios espirituales hecho individualmente en Ariccia, Casa Divino Maestro, meditando sobre algunas virtudes practicadas por Maggiorino Vigolungo, el P. Alberione trazó en su cuadernillo personal la siguiente oración.49
Señor, habéis sembrado mi vida de prodigios de misericordia.
Vuestra gloria está en perdonar a quien se humilla y confía en vuestra bondad. Por la nueva multiplicación de gracias establézcase el empate entre las gracias y dones recibidos con la gloria dada a vos y mi santidad y el bien de las almas. - Vos, en vuestra nueva misericordia, sabéis y podéis hacerlo para vuestra gloria cumplida, para el eterno amor y paz mía y de las almas a las que he sido enviado.
Cambiad a este máximo pecador en uno de los máximos santos y máximos apóstoles, para que allí donde abundó el pecado sobreabunde la gracia y el apostolado y el fruto: todo a gloria vuestra, y paz de los hombres.
Una inmensa gloria nueva para vos;
una inmensa misericordia para mí;
una inmensa cantidad de almas santificadas, ayudadas, salvadas;
una inmensa gloria a Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida; y una grandísima devoción a María Regina Apostolorum y a san Pablo apóstol.
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CORONITA AL CORAZÓN DE JESÚS MAESTRO
Compuesta en 1952,50 para la oración del viernes, retoma en forma actualizada los temas de la clásica devoción al sagrado Corazón, promovida por la Compañía de Jesús y enriquecida con oraciones, coronitas y cantos varios por san Alfonso de Ligorio.51 Repropone además la típica devoción al divino Maestro en sus aspectos más íntimos.52
Jesús, nuestro Maestro, yo, indigno pecador, postrado ante ti, adoro tu corazón, que tanto ha amado a los hombres sin escatimar nada por ellos. Creo en tu amor infinito por nosotros. Te doy gracias por los grandes dones que por amor nos has hecho, especialmente: el evangelio, la eucaristía, la Iglesia, el sacerdocio, el estado religioso, María como madre y tu misma vida.
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1. Jesús, Maestro divino, doy gracias y bendigo tu corazón generosísimo por el gran don del evangelio. Tú has dicho: «He sido enviado a evangelizar a los pobres».53 Tus palabras comunican la vida eterna. En el evangelio has desvelado misterios divinos, enseñado el camino de Dios conforme a verdad y has ofrecido los medios para la salvación. Concédeme la gracia de conservar con veneración tu evangelio, de escucharlo y leerlo según el espíritu de la Iglesia, y de propagarlo con el mismo amor con que tú lo predicaste. Que todos lo conozcan, honren y acojan. Que se amolden a él la vida, las leyes, las costumbres y las ideologías de los hombres. Que encienda, ilumine y caliente a todos el fuego traído por ti a la tierra.
Dulce corazón de Jesús, haz que yo te ame siempre más.
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2. Jesús, Maestro divino, te doy gracias y bendigo tu corazón amorosísimo por el gran don de la eucaristía. Por amor habitas en el santo sagrario, renuevas tu pasión en la misa, te das a nosotros como alimento en la comunión. ¡Que yo te conozca, oh Dios escondido, que saque aguas con gozo de las fuentes de tu corazón! Concédeme visitarte todos los días en este sacramento; comprender y participar activamente en la santa misa; comulgar a menudo y con las debidas disposiciones.
Dulce corazón...
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3. Jesús, Maestro divino, bendigo y doy gracias a tu corazón dulcísimo por el gran don de la Iglesia. Ella es la madre que nos instruye en la verdad, nos guía en el camino del cielo y nos comunica la vida sobrenatural. Ella, tu cuerpo místico, continúa tu misma misión en la tierra. Es el arca de salvación; es infalible, indefectible y universal. Concédeme la gracia de amarla, como la has amado tú al santificarla con tu sangre. Que todos la conozcan, entren en ella, tu redil, y cooperen humildemente en la construcción de tu reino.
Dulce corazón...
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4. Jesús, Maestro divino, te doy gracias y bendigo tu corazón lleno de amor per la institución del sacerdocio. Tú envías a los sacerdotes como tú fuiste enviado por el Padre. Les has confiado los tesoros de tu doctrina, de tu ley, de tu gracia y el cuidado de tu propio pueblo. Concédeme la gracia de amarlos, escucharlos y dejarme guiar por ellos en tus caminos. Manda buenos obreros a tu mies, oh Jesús. Que todos los sacerdotes sean sal que purifica y preserva, luz del mundo, ciudad situada en lo alto; que todos estén modelados según tu corazón; y que su premio y gozo sea tener a su alrededor en el cielo un gran número de personas conducidas a ti.
Dulce corazón...
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5. Jesús, Maestro divino, te doy gracias y bendigo tu sacratísimo corazón por la institución del estado religioso. Como en el cielo, también en la tierra hay muchas estancias. Tú eliges a tus hijos predilectos, llamándolos a la perfección evangélica, y eres para ellos ejemplo, ayuda y premio. Multiplica, oh corazón divino, las vocaciones religiosas; sostenlas en la fiel observancia de los consejos evangélicos; que sean las flores más perfumadas de la Iglesia, las que te complacen, oran y extienden tu reino con las más diversas formas de apostolado.
Dulce corazón...
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6. Jesús, Maestro divino, te doy gracias y bendigo tu corazón lleno de misericordia por habernos dado a María santísima como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en sus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que toda la humanidad la conozca, la ame, la invoque y se deje guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en sus manos. Quiero estar con esta madre ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad.
Dulce corazón...
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7. Jesús, Maestro divino, te doy gracias y bendigo tu corazón mansísimo, que te impulsó a dar la vida por mí. Tu sangre, tus llagas, los azotes, las espinas, la cruz, tu cabeza inclinada me están diciendo muy dentro: «Nadie tiene más amor que quien da su vida por el amigo». El pastor ha muerto para dar la vida a sus ovejas. También yo quiero consumir mi vida por ti; ayúdame a que siempre, en todo y doquier puedas disponer de mí para tu mayor gloria y que yo repita sin desfallecer: «Hágase tu voluntad». Llena mi corazón de amor a ti y a los hombres.
Dulce corazón...
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MODELO DE TODA SANTIDAD
Durante 1955, año dedicado al divino Maestro, el P. Alberione emprendió una catequesis intensiva, con artículos en el boletín San Paolo y una serie de iniciativas, entre ellas la introducción de la causa para la beatificación del P. Giaccardo (1896-1948). Para el éxito de esta causa compuso las siguientes oraciones.54
ORACIÓN AL DIVINO MAESTRO
1. Jesús, divino Maestro, modelo de toda santidad, que dijisteis «yo soy el Camino»: os damos gracias por los santos ejemplos de caridad, obediencia y pureza irreprochable que nos habéis ofrecido en vuestro siervo, el P.Timoteo Giaccardo.
Por su intercesión, os suplicamos nos concedáis la gracia de seguiros, oh divino Maestro, y de glorificaros, en la vida y en la muerte, cumpliendo en todo vuestra voluntad, para merecer estar con vos en el cielo.
Jesús Maestro, Camino y Verdad y Vida, ten piedad de nosotros.
Gloria al Padre...
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2. Jesús, divino Maestro, sabiduría increada, que dijisteis «yo soy la Verdad»: os damos gracias por los dones de luz y de fe que concedisteis a vuestro siervo el P. Timoteo Giaccardo, y por su medio a las almas, acerca de la devoción a vos y acerca del apostolado de las ediciones.
Por su intercesión os suplicamos nos concedáis la gracia de comprender cada vez mejor la devoción a vos, oh divino Maestro, y de adherirnos con fe creciente y viva a las verdades del evangelio y a las enseñanzas de la Iglesia.
Jesús Maestro...
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3. Jesús, divino Maestro, pan vivo bajado del cielo, que dijisteis «yo soy la Vida»: os damos gracias por la ardiente piedad y hambre eucarística concedida a vuestro siervo el P. Timoteo Giaccardo.
Por su intercesión os suplicamos nos concedáis la gracia de amar cada vez más la santa misa y la sagrada comunión y de vivir, junto a María santísima, nuestra madre, maestra y reina, la unión de vida con vos, oh divino Maestro-eucaristía, para poder así repetir con el apóstol san Pablo: Ya no vivo yo, vive en mí Cristo. Así sea.
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Seguía una segunda oración, dirigida también al divino Maestro.
Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida, que os complacisteis en otorgar a vuestro sacerdote Timoteo Giaccardo fe viva, esperanza firme y caridad ardiente: dignaos ahora -si tal es vuestra voluntad- glorificar a este fiel siervo que consumió su vida de sacerdote y religioso ejemplar por vuestra gloria y la salvación de los hombres, mediante el sagrado ministerio y el apostolato de las ediciones.
Por su intercesión, dignaos hacer que os sigamos, os conozcamos y os amemos, oh divino Maestro, unidos con María santísima, nuestra madre, maestra y reina, y otorgarnos la gracia que ahora os pedimos...
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INVOCACIONES A JESÚS MAESTRO
Compuesta por el P. Alberione en la primavera de 1955, esta oración se publicó en el San Paolo de junio de 1955 y luego pasó al manual de oraciones paulinas de 1957. La original historia de estas Invocaciones la refirió la Hna. Lucía Ricci PD, que colaboró en su redacción.55
La fórmula se presenta como una inflamada oración litánica, que desarrolla armónicamente los principales temas de la devoción al divino Maestro, considerándolos en la triple dimensión, característica de la espiritualidad alberioniana.
Jesús Maestro, santificad mi mente y acrecentad mi fe.
Jesús, Maestro en la Iglesia, atraed a todos a vuestra escuela.
Jesús Maestro, libradme del error, de los pensamientos vanos y de las tinieblas eternas.
Jesús, camino entre el Padre y nosotros, lo ofrezco todo y todo lo espero de vos.
Jesús, camino de santidad, hacedme vuestro fiel imitador.
Jesús camino, hacedme perfecto como el Padre que está en los cielos.
Jesús vida, vivid en mí para que yo viva en vos.
Jesús vida, no permitáis que me separe de vos.
Jesús vida, concededme vivir eternamente el gozo de vuestro amor.
Jesús verdad, que yo sea luz del mundo.
Jesús camino, que yo sea ejemplo y modelo para los hombres.
Jesús vida, que mi presencia lleve a todas partes gracia y consuelo.
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ORACIÓN PARA LOS CONDUCTORES DE AUTOMÓVIL
Compuesta el 27-28 de julio de 1955 y publicada en el boletín San Paolo de octubre-diciembre de 1955.56
Jesús-Verdad, iluminadme para usar el automóvil siempre con amor y con la mirada puesta en la meta final, il cielo.
Jesús-Camino, sed mi guía, para que yo tenga pleno control, ojo seguro y moderación constante.
Jesús-Vida, sed en todas partes para mí y para cuantos acompañe o encuentre, alegría del espíritu y salvación de alma y cuerpo.
Ángel de la guarda, acompañadme benigno y defendedme. Así sea.
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ORACIÓN DEL SACERDOTE AL DIVINO MAESTRO
Compuesta el 15 de febrero de 1956 y publicada en el manual de oraciones de 1957, esta plegaria retoma con alguna variante el 4° punto de la coronita al sagrado Corazón.57
Jesús, Maestro divino, os damos gracias y bendecimos vuestro amantísimo corazón por la institución del sacerdocio y por nuestra vocación. Los sacerdotes son vuestros enviados, como vos lo fuisteis del Padre. A ellos habéis confiado los tesoros de vuestra doctrina, vuestra ley, vuestra gracia y el cuidado de vuestro propio pueblo.
Oh Jesús, eterno y sumo sacerdote, sed para nosotros Camino, Verdad y Vida. Os pedimos ser siempre sal que purifica y preserva, luz del mundo, ciudad puesta en lo alto. Que todos los hombres amen al sacerdote, le escuchen y se dejen guiar por las sendas del cielo.
Hoy renovamos los propósitos y compromisos de la sagrada ordenación y os los ofrecemos con humildad y confianza, proponiendo seros siempre fieles.
Jesús, Maestro divino, concedednos que un día podamos encontrarnos en el cielo con una multitud de salvados como gozo y premio.
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PARA OBTENER VOCACIONES
Escrita el 11 de septiembre de 1955, esta oración pasó al manual de 1957.
Jesús, divino Maestro, que habéis dicho «la mies es mucha pero los obreros son pocos», acogemos con amor vuestra invitación: «Rogad al Padre celeste que mande obreros a su mies».58
Suscitad una intensa cruzada vocacional: «Todos los fieles por todas las vocaciones». ¡Que aumente el número de los sacerdotes, y sean sal de la tierra, luz del mundo, ciudad puesta en lo alto para salvación de la humanidad redimida con vuestra sangre! ¡Que aumente el número de religiosos, se pueble la tierra de institutos y casas que acojan a vuestros hijos predilectos, y sean hogares de luz y calor, manantiales de espiritualidad y viveros de santos donde se cante «gloria a Dios y paz a los hombres que él ama».59
María, «la elegida de Dios», madre y protectora de las vocaciones consagradas, rogad con nosotros, por nosotros y por todos los vocacionados.
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NOVENA A JESÚS DIVINO MAESTRO
Hacia finales de los años 1950 se compuso la letra y la música de esta novena a Jesús divino Maestro, que condensa en feliz síntesis los textos escriturísticos más significativos referidos a la figura del Maestro divino. La redacción, según las indicaciones del P. Alberione, y la música las preparó el maestro Carlos Clérico. Reproducimos el texto original latino, dando al final la traducción.
INVITATORIO
Cantores: Magístrum nostrum únicum, Jesum Christum, veníte, adorémus.
Coro: Magístrum...
1. Cantores: Ego sum Vía, et Véritas, et Vita. Qui séquitur me, non ámbulat in ténebris, sed habébit lumen vitæ (Jo 14,6; 8,2).
Coro: Magístrum...
2. Cantores: Vos vocátis me Magíster, et Dómine: et bene dícitis: sum étenim. Exémplum dedi vobis, ut quemádmodum ego feci vobis, ita et vos faciátis (Jo 13,13.15).
Coro: Magístrum...
3. Cantores: Ne vocémini magístri: quia magíster vester unus est, Christus. Omnes autem vos fratres estis (Mt 23,10.8).
Coro: Magístrum...
4. Cantores: Non est discípulus super magístrum: perféctus autem omnis erit, si sit sicut magíster eius (Lc 6,40).
Coro: Magístrum...
5. Cantores: Ego sum vitis, vos pálmites: qui manet in me, et ego in eo, hic fert fructum multum (Jo 15,5).
Coro: Magístrum...
6. Cantores: Ego sum panis vitæ. Si quis manducáverit ex hoc pane vivet in ætérnum: et panis, quem ego dabo, caro mea est pro mundi vita (Jo 6,48.51).
Coro: Magístrum...
7. Cantores: Euntes in mundum univérsum prædicáte Evangélium omni creatúræ. Qui credíderit et baptizátus fuerit salvus erit (Mc 16,15-16).
Coro: Magístrum...
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CAPÍTULA [LECTURA BREVE]
Multifáriam, multísque modis olim Deus loquens Pátribus in Prophétis: novíssime, diébus istis locutus est nobis in Fílio (Hebr 1,1-2).
R) Deo gratias.
HIMNO
Ego sum Vía (alternatim).
Ego sum Véritas.
Ego sum Vita.
V) Jesu Magíster, Vía, Véritas et Vita.
R) Doce nos víam veritátis et sanctitátis tuæ.
Ant. ad Magn. Magíster, scimus quia vérax es et víam Dei in veritáte doces, allelúia.
Magníficat...
Se repite la antífona: Magíster...
V) Dóminus vobíscum.
R) Et cum spíritu tuo.
ORÉMUS. Fac nos, Dómine Jesu Christe, qui es Vía, Véritas et Vita, supereminéntem sciéntiam tuam spíritu Pauli Apóstoli edíscere: ut, in víam mandatórum tuórum curréntes, vitam consequámur ætérnam. Qui vivis et regnas...
R) Amen.
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TRADUCCIÓN
Venid, adoremos a Jesucristo, nuestro único Maestro.
Venid...
1. Yo soy el camino, la verdad y la vida. Quien me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Venid...
2. Me llamáis el Maestro y el Señor, y con razón, porque lo soy. En efecto, os he dado ejemplo, para que como he hecho yo, hagáis también vosotros.
Venid...
3. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, Cristo. Vosotros sois todos hermanos.
Venid...
4. El discípulo no es más que el maestro; todo alumno, terminada su formación, será como es su maestro.
Venid...
5. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; quien permanece en mí y yo en él, produce mucho fruto.
Venid...
6. Yo soy el pan de la vida. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que voy a dar es mi carne para la vida del mundo.
Venid...
7. Id por todo el mundo, predicad el evangelio a toda criatura. Quien crea y se bautice, se salvará.
Venid...
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CAPÍTULA.- En múltiples ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
R) Demos gracias a Dios.
HIMNO: Yo soy el Camino, o Yo soy la Verdad, o Yo soy la Vida.
V) Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida.
R) Enséñanos la senda de tu verdad y santidad.
Ant. al Magníficat. - Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios con verdad, ¡aleluya!
Proclama mi alma...
Se repite la antífona: Maestro…
V) El Señor esté con vosotros.
R) Y con tu espíritu.
OREMOS. Señor Jesucristo, que eres el Camino, la Verdad y la Vida, haz que aprendamos tu ciencia sublime según el espíritu del apóstol Pablo, para que recorriendo la senda de tus mandamientos, consigamos la vida eterna. Tú que vives...
R) Amén.
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LITURGIA DEL DIVINO MAESTRO
Un sueño que el P. Alberione se llevó a la tumba fue la aprobación pontificia de una festividad litúrgica del divino Maestro para toda la Iglesia. Al respecto se han hecho con fruto estudios e investigaciones. En el Archivo se conserva gran cantidad de cartas enviadas a obispos y prelados para pedirles su asentimiento. Bástenos aquí el testimonio inédito de un cohermano, el P. Paulino Gilli:
«Cuando yo estaba en París [por los años de 1950], recibí un telegrama del P. Alberione, anunciándome su llegada al aeropuerto de Orly. Salí a esperarle y, esa misma tarde, durante una cena frugal, me pidió solicitar para el día siguiente una cita con el cardenal Verdier. Y me explicó el motivo: Quiero verme con todos los cardenales que tienen una misión pastoral, para pedirles un atestado sobre la necesidad de que se apruebe la fiesta del divino Maestro. El cardenal se mostró conforme, pero el intento fracasó... Supe por el P. Borrano [superior provincial en Estados Unidos] que allí una Asociación de profesores católicos había obtenido la aprobación, reservada para ellos, del oficio y misa del divino Maestro. El P. Alberione, informado por él, quiso conocer al detalle la fórmula, y en ella se inspiró para completar lo que deseaba» (De un cuaderno de Recuerdos enviado en diciembre de 1996).
Del Diario: «14 de junio de 1955 (martes): [El Primer Maestro] ha escrito la siguiente carta a los obispos y cardenales de Estados Unidos, que debería haber servido de facsímil, para enviarla al Papa pidiendo la aprobación de la fiesta del divino Maestro, con misa y oficio propio:
Beatísimo Padre:
En Estados Unidos de América es cada vez mayor la veneración al vicario de Jesucristo, maestro infalible de la humanidad. Vuestra doctrina se escucha y se considera en todos los ambientes. Ahora bien, yo creo que esta estima crecería más aún si nuestro pueblo viera mejor en Vuestra Santidad al maestro único dado por el Padre celeste a los hombres diciendo: Ipsum audite. Se necesitaría que el pueblo católico elevara concorde y en todas partes esta plegaria a Dios en un día señalado por vos al establecer una solemnidad litúrgica en honor de Jesucristo divino Maestro.
Este mi pensamiento y deseo (lo recomiendo) lo presento humildemente a Vuestra Santidad.
Alcanzarían así un tono de mayor sobrenaturalidad la predicación y el catecismo, según las aspiraciones de mucho clero y de muchos fieles. La humanidad se sentiría más fácilmente unida en una sola escuela, la de la Iglesia, donde Jesucristo es siempre la verdad, el camino, la vida.
Con veneración, santo Padre, invoco una particular bendición para mí y para mi archidiócesis».
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ORACIÓN A JESÚS BUEN PASTOR
Esta oración, compuesta por el P. Alberione en 1944, aparece en las Oraciones de las Hermanas de Jesús Buen Pastor de 1953. Con algunos cambios pasó a Oraciones de la Familia Paulina de 1985 (pág. 198, ed. it.). Damos la redacción original.
Jesús buen Pastor, nuestro Camino, Verdad y Vida, mirad con bondad a vuestras ovejas. Iluminadnos con la sabiduría de vuestro evangelio, fortificadnos con el testimonio de vuestra vida, nutridnos con la divina eucaristía, llenadnos de celo por la gloria de Dios y la salvación de los hombres. Queremos reparar las ofensas que recibís en los pastores de la Iglesia, con la humilde docilidad y la cooperación a sus enseñanzas y desvelos, con la oración y las obras según nuestra vocación.
Enviad, Jesús Pastor, vuestro Espíritu, que acreciente en nosotras las virtudes de la fe, esperanza y caridad; que nos infunda el verdadero espíritu religioso, nos conceda la sencillez, la prudencia, la fortaleza y la templanza de los santos apóstoles Pedro y Pablo.
María, madre del divino Pastor, amparadnos para que os imitemos en la vida espiritual y en la vida activa y alcancemos la gloria eterna del cielo. Así sea.
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CORONITA A JESÚS BUEN PASTOR
Compuesta por el P. Alberione en marzo de 1948 para las Pastorcitas, se la envió a ellas con un afectuoso billetito.60 Aparece ya en el primer manual de oraciones de la joven Congregación. Análogamente a las demás coronitas del Fundador, también ésta se compone de cinco partes (o sea como la corona del rosario) cada una de las cuales se concluye con una triple jaculatoria. En una meditación a las propias Pastorcitas en mayo de 1954, el P. Alberione comentó los cinco puntos de la oración, resaltando cómo toda ella se articula sobre dos polos: Dios y el prójimo, que deben ser asimismo los objetivos de todo ministerio y apostolado.
1. [EL PASTOR CERCANO]
Te adoramos, Jesús, Pastor eterno de la humanidad. Tú estás presente en la eucaristía para vivir continuamente en medio de tu rebaño, que alimentas, guardas y conduces al redil del cielo. No vivimos sólo de pan, sino de tu enseñanza de verdad y de amor. Tus ovejas escuchan tu voz y la siguen con amor.
Compadécete de cuantos andan, como ovejas sin pastor, en las tinieblas del error y la ignorancia. Atráelos a tu verdad. Multiplica los evangelizadores, los catequistas y los apóstoles de la comunicación social.
Danos la gracia de escuchar y amar tu palabra para que produzca fruto en nuestros corazones. Habla, Señor, que tu siervo te escucha.
Jesús buen Pastor, Camino y Verdad y Vida: ten piedad de nosotros.61
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2. [EL PASTOR QUE GUÍA Y ALIMENTA]
Te damos gracias, Jesús buen Pastor, bajado del cielo en busca de la humanidad para devolverla al camino de la salvación.
En ti se cumplió la promesa: Suscitaré en medio a las ovejas dispersas un pastor que las reúna y apaciente.62 El pastor camina delante del rebaño y las ovejas le siguen porque conocen su voz.63 Nos has dado tus mandamientos, tus consejos y tus ejemplos. Quien los acoge se nutre con un alimento que no perece: Mi alimento es hacer la voluntad del Padre celeste.64
Ten misericordia de cuantos se nutren de mentira y vanidad. Llama a los pecadores para que retornen a tu camino. Sostén a los vacilantes, robustece a los débiles. Que todos te sigan, Pastor y guardián nuestro. Tú solo eres el Camino, tú solo tienes palabras de vida eterna. Te seguiré dondequiera que vayas.
Jesús buen Pastor...
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3. [EL PASTOR QUE SE SACRIFICA]
Bendito seas, Jesús, muerto por nosotros en la cuz. El inocente ha muerto para devolver la vida a las ovejas culpables: «He venido para que tengan vida y la tengan abundante».65
Nos das tu vida en el bautismo, en la confirmación, en la reconciliación y en la eucaristía. Vive con tu Espíritu en todos los hombres. Llama de nuevo a tu redil a cuantos se han separado de ti, como el sarmiento arrancado de la vid.
Te pedimos por la Iglesia adquirida con tu sangre: que se extienda por el mundo entero y sea para todos signo de unidad y de salvación. Queremos amarte con toda la mente, todas las fuerzas y todo el corazón; por tu amor, quiero emplearme totalmente por tu pueblo.
Jesús buen Pastor...
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4. [EL PASTOR QUE ENVÍA OTROS PASTORES]
Jesús, te honramos como Pastor supremo. Tú vives en el papa, en los obispos y en los sacerdotes. Tú les has dicho: «Quien a vosotros escucha, a mí me escucha. Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Id al mundo entero».66
Pastor divino, la mies sigue siendo mucha, y los trabajadores todavía pocos. Danos sacerdotes santos que amen a tu pueblo como lo amas tú. Bendice sus desvelos. Y a nosotros danos la gracia de cooperar a su misión y estar entre tus ovejas el día del juicio cuando vuelvas como Pastor.
Jesús buen Pastor...
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5. [EL PASTOR QUE AMA Y REÚNE]
Danos tu mismo corazón, Jesús buen Pastor, que has traído del cielo el fuego de tu amor. Que arda en nosotras el deseo de la gloria de Dios y un intenso amor a los hermanos. Haznos partícipes de tu misión. Vive en nosotras para que te irradiemos con la palabra, el sufrimiento, la acción pastoral y el ejemplo de vida.
Nos ofrecemos a ti como ovejas dóciles y fieles para llegar a ser dignas de cooperar a la misión pastoral de la Iglesia. Dispón las mentes y los corazones de todos para que acojan tu gracia.
Ven, Pastor divino, guíanos, y que haya pronto un solo rebaño y un solo Pastor.
Jesús buen Pastor...
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1 J.T. Giaccardo, Directorio, o Comentario a la primera edición de las Constituciones de la Pía Sociedad de San Pablo, aprobadas por la santa Sede el 10 de mayo de 1941, art. 5: Las devociones... - Recuérdese que el P. Giaccardo (1896-1948) era entonces vicario general, y como tal había sido encargado por el Fundador de redactar un “Directorio” junto a dichas Constituciones: obra que ocupó el último año de vida del beato.
2 Párrafo conclusivo de una carta del P. Alberione al P. Giaccardo, escrita desde Roma el 25 de octubre de 1936. Original dáctiloescrito, conservado en el Archivo general SSP. El mismo texto fue publicado en el San Paolo del 28 de octubre de 1936.
3 Así se lee en una de las hojas autógrafas del P. Alberione, fechada 27.X.52.
4 La Primavera Paolina (PP), preparada por R.F. Espósito, Ed. Paoline, Roma 1983, pp. 863-865.
5 PP 870.
6 Nótese, como detalle, la coma entre el nombre de Jesús y el título de Maestro, un modo de acentuar este último.
7 S. Alberione, Donec formétur Christus in vobis, Meditaciones del Primer Maestro, nueva edición preparada por el Centro de Espiritualidad Paulina, San Paolo, Cinisello Bálsamo 2001, pp. 39-40.
8 Seguían dos citas latinas, cuya versión es la siguiente: «Dios demostró su amor al mundo, llegando a dar a su Hijo único, para que todo el que le preste su adhesión tenga vida definitiva y ninguno perezca» (Jn 3,16), y «Sabemos que has venido de parte de Dios como maestro» (Jn 3,2).
9 «Yo soy la vida» (Jn 14,6).
10 «Para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal» (cf. 2Cor 4,11).
11 «Cristo vive en mí» (Gál 2,20).
12 Algunos ejemplos. En el 3
er misterio gozoso, «JESÚS CAMINO: Jesús es nuestro modelo. Él, el Maestro divino, empieza su escuela en la gruta de Belén...». - En el 5º misterio gozoso, «JESÚS MAESTRO: Jesús eligió su misión divina... Fue entonces cuando inauguró su divina escuela en el templo, entre los doctores...».
13 Tal fecha resulta evidente por el tipo de papel usado aquel bienio, y por el hecho de que en 1943 la coronita se imprimió en un opúsculo para los Cooperadores paulinos.
14 Vos sois la luz, la verdad,...
15 Tú tienes palabras... (omitido: solo).
16 ...te damos gracias de todo corazón...
17 ...todo lo que la Iglesia condena.
18 Maestro, ¡enséñanos!, muéstranos...
19 el don de la fe...
20 Páter, Ave, Gloria, Jesu Magíster...
21 objeto de sus complacencias y perfecta imagen suya. (Omitido: único camino para llegar a él).
22 nuestro camino y modelo;
23 momentos de tu vida; (omitido terrena).
24 Arrastradnos hacia vos...
25 ser hallados semejantes a vos en el juicio y podamos llegar a poseeros por siempre en el cielo.
26 ...y vida más abundante.
27 nos habéis adquirido esta vida, pues nos la comunicáis...
28 Vivid en nosotros, oh Jesús, con vuestra gracia para que podamos amaros...
29 Aumentad siempre en nosotros la caridad para que un día podamos ser llamados del sepulcro a la vida gloriosa y ser asociados a vos en el único gozo eterno del cielo.
30 ...como viviente en la Iglesia.
31 Os suplicamos, por los méritos de vuestra cruz...
32 en la caridad; como uno es Dios, una la redención, uno el paraíso.
33 Exaltad a esta Iglesia, a cuya acción se muestren dóciles los hombres; santificad especialmente al papa...
34 y un solo pastor...
35 agruparnos...
36 a Dios y a los hombres en la oración y en el sufrimiento, en las ediciones y en la palabra, en el ejemplo y en las obras.
37 el Espíritu Santo con sus siete dones; disponed, por vuestra misericordia, las mentes y los corazones a acoger la luz, la gracia y la guía de vuestros ministros. Venid, Maestro y Señor, reinad y enseñad, por María madre maestra y reina.
38 El P. Alberione atribuía mucha importancia a estos himnos, ya por motivos de devoción, ya por razones de catequesis teológica. El 15 de septiembre de 1953 recomendaba a los clérigos cantarlos más a menudo. El 29 de enero de 1966 decía a la comunidad de Roma: «Os propongo hacer a Jesús Maestro Camino y Verdad y Vida el obsequio de cantar y meditar con más frecuencia los himnos compuestos en su honor... Son todos ellos himnos escritos con sabiduría y amor. También las antífonas que encontráis en la novena a Jesús Maestro, hay que cantarlas y meditarlas bien» (Diario).
39 He aquí a este propósito un recuerdo del P. Paulino Gilli: «Un domingo por la tarde, al regresar del paseo con los clérigos, veo al P. Robaldo que desde una ventana me hace señas de que mande subir aprisa a los clérigos, a cuyo cuidado estaba yo. Me pregunté qué habría de particular. Llegados arriba, él -músico y director del canto- nos dice: “He encontrado un motete que nos viene al pelo, es específico nuestro”. Y nos ensaya el canto “O Vía, Vita, Véritas, o Jesu”, que desde entonces, las vísperas de aquel domingo, fue el canto de todas las funciones».
40 Las citas se toman de la última edición, preparada por G. Di Corrado, EP, Roma 1981. [Hay traducción esp., Madrid 1981].
41 Tras la meditación 3, titulada “Paulus Apóstolus”, pp. 24-25 [27/28 ed. esp.].
42 «Por favor de Dios soy lo que soy» (1Cor 15,10).
43 Al final de la meditación 4: “Homo Dei”, p. 29 [32-33 ed. esp.].
44 De la secuencia “Dies iræ”: «Se abrirá el tomo - que contiene todo, - llamando a cuentas».
45 «¿Qué soy yo?, diré aturdido» - Al final de la meditación 6: “Prædicátor”, p. 38 [o “Heraldo”, p. 42 ed. esp.].
46 Al final de la meditación 8: “Sapiens Architectus”, p. 46 [49s. ed. esp.].
47 Al final de la meditación 11: “Sempitérnum habet sacerdotium”, p. 60 [65-66 ed. esp.]. - Esta oración se reprodujo en el manual de 1985 con el título “Tu sacerdocio es mi seguridad”.
48 Al final de la meditación 15: “Sollícite cura teipsum”, p. 77 [85-86 ed. esp.].
49 Cf. Diario, 21 de enero de 1962.
50 Del Diario: «25 de octubre de 1952: Cuando sube a la oficina, termina de escribir y corregir la coronita al sagrado Corazón de Jesús para el libro de nuestras oraciones, compuesta de siete puntos más una breve introducción». - «27 de octubre de 1952: Continúa corrigiendo y actualizando el librito de nuestras oraciones; uno de los nuestros le hace notar una imprecisión en una frase del 7° punto de la coronita al sagrado Corazón. Él acepta humildemente la corrección y redacta mejor el período». - «28 de octubre de 1952: Ha terminado de corregir la coronita del viernes al sagrado Corazón; manda una copia dactiloescrita en limpio a la Hna. Assunta Bassi (FSP), diciendo: Conviene que la revisen quienes saben más que yo».
51 Desde el principio de la fundación se cultivaba la devoción al sagrado Corazón con el rezo de la coronita de san Alfonso, y se celebraba el primer viernes. (Cf. G. Barbero: «El 6 de junio de 1919: primera función en Casa del primer viernes».
52 En enero de 1953 el P. Alberione escribía: «Los sacerdotes que están traduciendo nuestras oraciones tengan en cuenta lo siguiente: 1) sustituir [la precedente] con la nueva Coronita al sagrado Corazón de Jesús; 2) en la oración “Para quien tiene sed de almas”, a prensa, cine, radio, añadir televisión; 3) añadir la Oración por el apostolado técnico, pedida desde varias Casas» (San Paolo, enero de 1953).
53 Cf. Lc 4,18.
54 San Paolo, abril-mayo de 1955 (cf. Carissimi in San Paolo, pp. 1203-1204).
55 Hna. Lucía recibió el borrador de dicha oración de manos del P. Alberione, mientras viajaban juntos sobre los Andes, de Lima (Perú) a Santiago de Chile. El Primer Maestro la había redactado en breves apuntes, que entregó a Hna. Lucía, pidiendo que los ordenara según el método Verdad-Camino-Vida. Llegados a Santiago, Hna. Lucía dactilografió las “invocaciones”, tras haberlas reordenado, y entregó la hoja al P. Alberione. Éste aprobó la redacción, y pidió que le devolviera los apuntes originales (conservándolos para sí). El texto dáctiloescrito pasó luego a la tipografía en Roma, para el boletín “San Paolo”.
56 «Ha escrito la siguiente oración para los conductores» (Diario, 27 de julio de 1955). - «28 de julio: Ha pasado a limpio la oración de los conductores, escrita ayer y luego rehecha».
57 «15 de febrero de 1956 (miércoles de ceniza). A las 5,25 dicta la meditación a los sacerdotes sobre los últimos tres puntos de la coronita al sagrado Corazón. Ha compuesto la siguiente oración para la santificación de los sacerdotes» (Diario).
58 Cf. Mt 9,37-38.
59 Cf. Lc 2,14.
60 «Roma, 1 de abril de 1948 - Buenas hermanas Pastorcitas, conforme a vuestro deseo os envío una coronita a Jesús buen Pastor. Esta devoción honra a Jesucristo, Pastor eterno de nuestra vida; muestra a Jesucristo viviente en la persona del papa, de los obispos, de los sacerdotes; nos forma en el verdadero espíritu y perfección interior; enciende el corazón de celo por la gloria de Dios y la salvación de los hombres; alegra espiritualmente la vida, que de este modo tiene un altísimo ideal. Recémosla y démosla a conocer... Ruego por todas para que hagáis bien el mes de María, madre del divino Pastor. - M. Alberione».
61 Esta única jaculatoria, introducida en el texto después de 1965, sustituye a las tres que se repetían en cada punto: «Jesús, nuestro Pastor eterno, mandad buenos obreros a vuestra mies. - María, madre del divino Pastor, suscitad cooperadores y cooperadoras en el celo pastoral. - Santos apóstoles Pedro y Pablo, rogad por nosotros y por la Iglesia de Jesucristo».
62 Cf. Dt 18,18; Ez 34,23.
63 Cf. Jn 10,1ss.
64 Cf. Jn 4,34.
65 Jn 10,10.
66 Lc 10,16; Jn 20,21; Mc 16,15.