Sección VII
ORACIONES POR EL APOSTOLADO ESPECÍFICO
Esta sección podría ahorrarse, puesto que el apostolado es un tema casi omnipresente en las oraciones alberionianas. Pero conviene resaltar este aspecto, sea por la importancia del tema sea por lo específico de cada una de las oraciones.
La oración del P. Alberione es en realidad la oración del apóstol. Nace de un corazón apostólico y tiende a formar corazones apostólicos. La caridad de donde brota -la caridad de la verdad- es virtud teologal y, al mismo tiempo fuerza apostólica.
Igual que para el apóstol Pablo, para el P. Alberione oración y apostolado eran dos momentos de la misma realidad vital: la sístole y la diástole del corazón apostólico. Para el P. Alberione, en particular, las diversas modulaciones de la oración respondían a las finalidades y a las concretas expresiones del apostolado específico paulino -prensa, cine, radio, televisión... con las respectivas fases de realización: redacción, producción, difusión, etc.- y principalmente a las personas de los promotores y cooperadores.1
Por propia iniciativa, madurada ante el sagrario, o por petición de otros, como se ha visto ya,2 el P. Alberione respondía a cada una de las exigencias apostólicas, que él percibía como llamadas de Dios. Atestiguan esto los manuscritos en hojitas volantes o esquelitas varias, de las que es rico el Archivo del Fundador, y que el P. Antonio Speciale ha cuidadosamente conservado.
PRIMERAS INVOCACIONES
POR LAS VOCACIONES A LA BUENA PRENSA: Jesús, pastor eterno de nuestras vidas, enviad buenos obreros a vuestra mies.
Madre de la divina Providencia, san José, jefe de la santa Familia, beato Cottolengo, san Pablo apóstol, proveed para nosotros y para la obra de la Buena Prensa.
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POR LA BUENA PRENSA
Esta oración aparece en el manual de 1944. Conviene notar, en particular, cómo se acentúa el influjo de la prensa periódica (diarios) y la obra meritoria o negativa de los periodistas.
María, madre de Jesús, hacednos comprender siempre más y deplorar las funestas ruinas causadas a los hogares cristianos por los malos periódicos, que blasfeman contra vuestro Hijo, calumnian a su Iglesia y propalan los escándalos.
Infundidnos, Virgen santa, un deseo más intrépido de alejar esta prensa impía de las familias a las que provoca la ruina, y de propagar doquier la prensa católica.
Otorgad vuestra maternal protección a cuantos se dedican a este urgente apostolado.
Haced fecunda su palabra, sus sacrificios, sus pasos.
Obtened a sus esfuerzos la dulce recompensa de ver difundidos siempre más ampliamente los periódicos que defienden, sin titubeos, la doctrina de Jesucristo.
Y para que nos merezcamos el éxito de esta santa cruzada, oh María, guardad intacta nuestra alma de todo pecado.
Alcanzadnos, por fin, después de esta vida, la corona prometida a quienes han combatido la buena batalla y han conservado intacta la fe. Así sea.
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LETANÍAS / INVOCACIONES
PARA LA FORMACIÓN DE LOS ESCRITORES
Las Litaníæ sanctorum scriptorum aparecieron por primera vez, en latín, en el manual de oraciones de 1933. En versión italiana llegaron sólo en 1971, con el título Letanías para la formación de los promotores de la comunicación social. Las reproducimos integralmente, primero en el original latino, luego en traducción.
Kyrie, eleison.
Christe, eleison.
Kyrie, eleison.
Christe, audi nos.
Christe, exaudi nos.
Pater de cœlis Deus, miserere nobis.
Fili, Redemptor mundi, Deus, miserere nobis.
Spíritus Sancte Deus, miserere nobis.
Sancta Trínitas unus Deus, miserere nobis.
Jesu, verbum Patris, miserere nobis.
Jesu, Magíster bone, miserere nobis.
Jesu, magni consílii Ángelus, miserere nobis.
Jesu, vía, véritas et vita, miserere nobis.
Jesu, expectatio Prophetarum, miserere nobis.
Jesu, magíster Apostolorum, miserere nobis.
Jesu, dóctor Evangelistarum, miserere nobis.
Jesu, lumen Patrum et Doctorum, miserere nobis.
Jesu, exémplar Sanctorum, miserere nobis.
Jesu, vita cordium, miserere nobis.
Jesu, fons Sancti Spíritus, miserere nobis.
Máter Christi, ora pro nobis.
Máter divinæ gratiæ, ora pro nobis.
Máter boni consílii, ora pro nobis.
Regina Apostolorum, ora pro nobis.
Sedes sapientiæ, ora pro nobis.
Sancte Joseph, ora pro nobis.
Sancte Moyses, ora pro nobis.
Sancte David, ora pro nobis.
Sancte Isaías, ora pro nobis.
Omnes Sancti Agiógraphi et Prophetæ, orate pro nobis.
Sancte Petre, ora pro nobis.
Sancte Paule, ora pro nobis.
Sancte Jacobe, ora pro nobis.
Sancte Joannes, ora pro nobis.
Sancte Thaddæe, ora pro nobis.
Sancte Matthæe, ora pro nobis.
Sancte Luca, ora pro nobis.
Sancte Marce, ora pro nobis.
Omnes Sancti Apóstoli et Evangelistæ, orate pro nobis.
Omnes Sancti Patres Apostólici, orate pro nobis
Sancte Athanasi, ora pro nobis.
Sancte Basili, ora pro nobis.
Sancte Hierónyme, ora pro nobis.
Sancte Ambrosi, ora pro nobis.
Sancte Augustine, ora pro nobis.
Sancte Joannes Chrysóstome, ora pro nobis.
Sancte Gregori Magne, ora pro nobis.
Omnes Sancti Patres, orate pro nobis.
Sancte Anselme, ora pro nobis.
Sancte Bernarde, ora pro nobis.
Sancte Alberte, ora pro nobis.
Sancte Thoma, ora pro nobis.
Sancte Joannes a Cruce, ora pro nobis.
Sancte Francisce Salesi, ora pro nobis.
Sancte Alphonse, ora pro nobis.
Omnes Sancti Doctores, orate pro nobis.
Sancte Benedicte, ora pro nobis.
Sancte Francisce Assisiensis, ora pro nobis.
Sancte Domínice, ora pro nobis.
Sancte Ignati, ora pro nobis.
Omnes Sancti religiosorum Patres, orate pro nobis.
Sancta Theresia, ora pro nobis.
Sancta Catharina, ora pro nobis.
Omnes Sancti et Sanctæ Dei, intercédite pro nobis.
Propitius esto, parce nobis, Domine.
Propitius esto, exaudi nos, Domine.
Ab omni malo, líbera nos, Domine.
Ab omni peccato, líbera nos, Domine.
Ab omni errore, líbera nos, Domine.
A neglectu Divinæ Sapientiæ, líbera nos, Domine.
Per mysterium sanctæ incarnationis tuæ, líbera nos, Domine.
Per infantiam tuam, líbera nos, Domine.
Per prædicationem tuam, líbera nos, Domine.
Per diviníssimam vitam tuam, líbera nos, Domine.
Per crucem et passionem tuam, líbera nos, Domine.
Per resurrectionem et ascensionem tuam, líbera nos, Domine.
Per adventum Spíritus Sancti Paráclyti, et inspirationem Scripturarum, líbera nos, Domine.
Per admirabilem infallibilitatem et stabilitatem Ecclesiæ, líbera nos, Domine.
In die iudicii, líbera nos, Domine.
Peccatores, te rogamus, audi nos.
Ut Domnum Apostólicum, et omnes ecclesiásticos órdines, in sancta religione conservare digneris, te rogamus, audi nos.
Ut omnes errantes ad unitatem Ecclesiæ revocare, et infideles universos ad Evangelii lumenperdúcere digneris, te rogamus, audi nos.
Ut nosmetipsos in tuo sancto servitio confortare et conservare digneris, te rogamus, audi nos.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, parce nobis, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, exaudi nos, Dómine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
V) Jesu Magíster, Vía, Véritas et Vita,
R) Miserere nobis.
OREMUS. - Dómine Jesu Christe, qui es Vía, Véritas et Vita, fac nos tuam supereminentem scientiam spíritu Pauli Apóstoli edíscere, ut in víam mandatorum tuorum currentes, ad vitam perveniamus sempiternam. Qui vivis.
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TRADUCCIÓN
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, único Dios, ten piedad de nosotros.
Jesús, Palabra del Padre, ten piedad de nosotros.
Jesús, Maestro bueno, ten piedad de nosotros.
Jesús, ángel del gran consejo, ten piedad de nosotros.
Jesús, Camino, Verdad y Vida, ten piedad de nosotros.
Jesús, esperado por los profetas, ten piedad de nosotros.
Jesús, maestro de los apóstoles, ten piedad de nosotros.
Jesús, doctor de los evangelistas, ten piedad de nosotros.
Jesús, luz de los padres y doctores, ten piedad de nosotros.
Jesús, modelo de los santos, ten piedad de nosotros.
Jesús, vida de los corazones, ten piedad de nosotros.
Jesús, fuente del Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Madre de Cristo, ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
Madre del buen consejo, ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
San Moisés, ruega por nosotros.
San David, ruega por nosotros.
San Isaías, ruega por nosotros.
Todos los santos hagiógrafos y profetas, rogad por nosotros.
San Pedro, ruega por nosotros.
San Pablo, ruega por nosotros.
Santiago, ruega por nosotros.
San Juan, ruega por nosotros.
San Tadeo, ruega por nosotros.
San Mateo, ruega por nosotros.
San Lucas, ruega por nosotros.
San Marcos, ruega por nosotros.
Todos los santos apóstoles y evangelistas, rogad por nosotros.
Todos los santos padres apostólicos, rogad por nosotros.
San Atanasio, ruega por nosotros.
San Basilio, ruega por nosotros.
San Jerónimo, ruega por nosotros.
San Ambrosio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Juan Crisóstomo, ruega por nosotros.
San Gregorio Magno, ruega por nosotros.
Todos los santos padres, rogad por nosotros.
San Anselmo, ruega por nosotros.
San Bernardo, ruega por nosotros.
San Alberto, ruega por nosotros.
Santo Tomás, ruega por nosotros.
San Juan de la Cruz, ruega por nosotros.
San Francisco de Sales, ruega por nosotros.
San Alfonso, ruega por nosotros.
Todos los santos doctores, rogad por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
San Francisco de Asís, ruega por nosotros.
Santo Domingo, ruega por nosotros.
San Ignacio, ruega por nosotros.
Santos fundadores, rogad por nosotros.
Santa Teresa, ruega por nosotros.
Santa Catalina, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, interceded por nosotros.
Muéstrate propicio con nosotros, perdónanos, Señor.
Muéstrate propicio con nosotros, escúchanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De todo error, líbranos, Señor.
De descuidar la divina Sabiduría, líbranos, Señor.
Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Señor.
Por tu infancia, líbranos, Señor.
Por tu predicación, líbranos, Señor.
Por tu divinísima vida, líbranos, Señor.
Por tu cruz y pasión, líbranos, Señor.
Por tu resurrección y ascensión, líbranos, Señor.
Por la venida del Espíritu Santo Paráclito, líbranos, Señor.
Por la inspiración de las Escrituras, líbranos, Señor.
Por la admirable infalibilidad y estabilidad de la Iglesia, líbranos, Señor.
En el día del juicio, líbranos, Señor.
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.
Para que haya un solo rebaño y un solo Pastor, te rogamos, óyenos.
Para que te dignes fortalecernos y conservarnos en tu santo servicio, te rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
V) Jesús Maestro, Camino y Verdad y Vida,
R) Enséñanos el camino de tu verdad y santidad.
Oremos. Señor Jesucristo, que eres el Camino y la Verdad y la Vida, haz que aprendamos tu sobreeminente ciencia en el espíritu del apóstol Pablo; para que recorriendo el camino de tus mandamientos, consigamos la vida eterna. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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ORACIÓN PARA ANTES DE LA REDACCIÓN
Oración publicada en el manual de 1952, pero probablemente compuesta algún año antes.4 La edición de 1971 la reproduce abreviada, mientras la edición original añadía dos párrafos que la enriquecían.
Jesús, Maestro divino, yo te ofrezco esta pluma y esta obra de mi apostolado con las intenciones con que predicaste el evangelio. Todo sea, sólo y siempre, para gloria de Dios y paz de los hombres. Que toda creatura te conozca, Jesús Verdad. Que todos te sigan dócilmente, Jesús Camino. Que todos los corazones te amen, Jesús Vida.
La edición de 1952 proseguía así:
Dadme clara inteligencia, gracia al escribir, corazón recto. Que mi pluma repita vuestra palabra; san Pablo escritor me guíe; toda edición siga al modelo del Libro divino.
María, madre, maestra y reina, que habéis dado al mundo el Verbo divino encarnado, guiadme amorosamente y bendecid este pequeño apostolado que voy a realizar con vos y por vos.
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ANTES DEL APOSTOLADO TÉCNICO
Oración escrita en 1952 y publicada en el manual de 1954.5 Precedentemente, desde los comienzos de la Escuela Tipográfica, el trabajo de apostolado se empezaba con la oración Corazón divino de Jesús.... No se registra ninguna variante significativa entre las diversas ediciones, más que el cambio de pronombres personales del vos al tú.
Jesús Maestro, que predicaste tu celestial sabiduría y dispusiste que fuera comunicada por medio de los apóstoles, vuelve tu mirada bondadosa sobre nosotros y sobre nuestro apostolado.
Te damos gracias por haber puesto en nuestras manos los medios más geniales, más rápidos y eficaces: todo es tuyo, y también nosotros somos instrumentos de tu gloria.
Te ofrecemos nuestro trabajo con las mismas intenciones con que tú trabajaste, predicaste y sufriste. Queremos cooperar a la salvación de los hombres, como lo hicieron María, José y Pablo.
Jesús Maestro, danos tu bendición para que realicemos este apostolado con inteligencia, con amor y con fruto, para la gloria de Dios y la paz de los hombres.6
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ANTES DE LA PROPAGANDA7
Oración contenida, como las precedentes, en el manual de 1954, pero también ésta con un origen anterior.8 Ninguna variante significativa se registra en las ediciones posteriores.
Jesús Maestro, te ofrezco mi trabajo de difusión con las mismas intenciones con que tú predicaste el evangelio: para gloria de Dios y paz de los hombres. Madre mía María, protégeme y guía todos mis pasos. San Pablo apóstol, haz que el evangelio llegue a todos; dispón los corazones a recibirlo dócilmente.
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ORACIÓN POR EL CINE
En el boletín San Paolo de febrero de 1952, el P. Alberione publicó, con este título, la siguiente oración, que no pasó al manual de la Familia Paulina, pero que merece ser conocida. Iba introducida por una doble exhortación, intercalada con diez invocaciones litánicas:
«Pidamos a los santos, cuyas virtudes el cine ha hecho resplandecer, que ruegen por nosotros [y se citan los nombres de N.S. de Fátima, Bernardeta, Juana de Arco, María Goretti, el Cura de Ars, Vicente de Paúl, Juan Bosco, Francisco de Asís, N.S. Reina de toda belleza]. Pidamos que el Señor nos ayude a comprender y cumplir nuestro deber respecto al cine».
El cotejo con la oración sucesiva nos revela la diversa actitud, siete años después, hacia esta forma de apostolato: del juicio cauteloso a la confianza optimista en las posibilidades positivas del nuevo arte.
Señor nuestro Jesús, vos que habéis dicho que hemos de preferir el perder un ojo antes que vuestra gracia, ayudadnos a no concedernos sino espectáculos sanos por el respeto debido a nuestra dignidad de hombres creados a vuestra imagen y rescatados con vuestra sangre.
Señor nuestro Jesús, vos que habéis dicho palabras terribles para quien escandaliza a los niños, ayudadnos a vigilar sobre los espectáculos ofrecidos a los menores de edad.
Señor nuestro Jesús, vos que sois la sal del mundo, que impide la corrupción, ayudadnos a promover espectáculos mejores, favoreciendo las películas buenas y descartando las malas.
Señor nuestro Jesús, vos que habéis sabido enseñar vuestra sublime doctrina mediante bellísimas parábolas, que al cabo de dos mil años conservan aún su benéfica frescura, inspirad a cuantos trabajan tanto en los estudios de producción como en las salas de proyección, para que el cine no aleje de vos a los hombres, sino que les haga presentir la maravillosa visión que les habéis preparado en el cielo. Así sea.
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[OTRA] ORACIÓN POR EL CINE
Oración publicada en el San Paolo de abril-mayo de 1959, al final de un artículo sobre el apostolado del cine, con directrices para la formación de los aspirantes a tal actividad, para los criterios de acción y la selección que deberían hacer los responsables. La fórmula de oración se incluyó luego en el manual de 1960. En dicho artículo, el P. Alberione precisaba: «Por su importancia, en nuestra Congregación el apostolado del cine y el de la prensa están en el mismo nivel».
Jesús Maestro, te alabamos y bendecimos por haber iluminado la mente de los hombres en el descubrimiento de las nuevas técnicas audiovisuales del cine, la radio y la televisión. Su destino es el apostolado, la cultura, el progreso material y espiritual de los hombres y de la sociedad.
Todo lo has creado para nosotros, como a nosotros para ti. Que también estos inventos canten tu gloria de creador y salvador.
No nos dejes caer en la tentación, Señor, antes bien líbranos del peligro de abusar de estos dones que nos has brindado con tanta sabiduría y amor.
Guía a los responsables de estas técnicas para que actúen con amor y respeto a la inocencia y a la dignidad humana; para que siembren siempre buena semilla y vigilen de modo que el enemigo no sobresiembre la zizaña. Ilumina a todos los oyentes y espectadores para que busquen las fuentes de agua viva y rehúyan las aguas corrompidas.
En reparación de todos los abusos, te ofrecemos, junto con nuestro trabajo cotidiano, todas las santas misas que hoy se celebran en el mundo. Prometemos usar siempre las técnicas audiovisuales para nuestra santificación y para el apostolado.
Jesús Maestro, por intercesión de María, Reina de los Apóstoles, y de san Pablo apóstol, concédenos que todos te conozcan, a través de estos medios, como el Padre te ha enviado: Camino y Verdad y Vida de la humanidad.9
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CORONITA
POR EL APOSTOLADO DEL CINE
El Diario, con fecha 14 de enero de 1958, nos ofrece la siguiente información: «[El Primer Maestro] ha escrito cuatro puntos de la coronita a Jesús Maestro para el apostolado del cine y de las nuevas técnicas audiovisuales. He aquí las primeras líneas de la coronita...».
Tal coronita no apareció ni en el boletín San Paolo ni en el manual de oraciones paulinas. Sin embargo, el propio secretario informaba de haber «conservado el original entero escrito de s.p. [su puño] en cuatro páginas del cuaderno grande; páginas numeradas por él mismo; mientras la fecha es de nuestro puño e indica el día en que el Primer Maestro entregó las hojas para dactilografiarlas. En cada página hay algunas correcciones, tachaduras o añadiduras».
La copia dactiloescrita no apareció, pero el texto autógrafo, conservado en el archivo, nos ha consentido recuperar la oración, que aquí reproducimos.10
1. Os adoro, Jesús Maestro, autor y creador de todas las cosas. Todo es una participación de vuestra sabiduría, omnipotencia y bondad; obra de vuestro inagotable amor. Os doy gracias por habernos entregado todo (en uso) para elevación de la vida presente y preparación de la eterna. Bendito seáis, Jesús, única fuente de las ciencias, que ilumináis las mentes de los hombres para descubrir en la naturaleza las nuevas técnicas audiovisuales del cine, de la radio y de la televisión, que pueden difundir rápidamente los tesoros divinos, los conocimientos, los bienes y la civilización cristiana.
El mundo, la vida, la muerte, lo presente y lo por venir, todo es vuestro; pero vosotros sois de Cristo y Cristo de Dios, dice san Pablo.11
Sí, Señor, todas las cosas que nos habéis dado son para llegar a vos, suma y eterna felicidad, por medio de Jesucristo.
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2. Jesús Maestro, enviadnos vuestro Espíritu a infundirnos los dones del intelecto y del consejo.
Vos sois bueno, y bueno es cuanto nos habéis dado. Pero el hombre libre puede desconsagrarlo todo. De la misma boca puede salir la bendición y la maldición.12 El destino de estas nobles técnicas es el apostolado, la cultura y el bien; el delito está en hacerlas vehículo de errores y vicios.
Concedednos la gracia de entender la amonestación de san Pablo: «Examinadlo todo, retened lo que haya de bueno y manteneos lejos de toda clase de maldad».13
«Antes que escandalizar a un inocente, es preferible atarse una piedra de molino al cuello y sumergirse en el mar»,14 habéis dicho, oh Jesús-Verdad.
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3. Jesús Maestro, dígnate enviar tu santo Espíritu sobre los poderes públicos, los productores, técnicos y difusores del cine, de la radio y de la televisión para que queden penetrados por los celestes dones de la sabiduría y el temor de Dios.
Que te sirvan, Maestro divino, y también al prójimo, respetando la inocencia y las leyes divinas, aportando buenos frutos a la humanidad.
Que sobre tu buena semilla, Jesús Camino, el hombre enemigo nunca siembre la zizaña, abusando de la ignorancia y de la fragilidad humana.
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4. Jesús Maestro, envía tu Espíritu para que infunda a todos los hombres sabiduría y fortaleza en el uso de las técnicas audiovisuales. Que sepan distinguir entre bien y mal, pan y veneno, verdad y error, bebiendo en las fuentes de agua viva, no en las cisternas contaminadas. Que quienes con sencillez buscan alimento, no vayan a encontrar la serpiente, sino que tengan vida, y vida bien abundante.
Jesús Vida, vos habéis dicho que es mejor perder un ojo e ir al cielo con uno solo, que no, con dos, caer en las tinieblas eternas.
El 19 de abril de 1958, el secretario anotaba: «Hoy el Primer Maestro ha compuesto el 5° punto de la coronita al divino Maestro para el apostolado del cine (los otros cuatro puntos los había redactado precedentemente)».
De este 5° punto no se ha encontrado huella. De hecho, tal coronita, impresa en una estampita a parte para la Asociación Apostolado de las Técnicas audiovisuales, contiene sólo 4 puntos.
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ORACIÓN POR LA RADIO Y LA TELEVISIÓN
Publicada en el manual de oraciones de 1965.15
Te adoramos, Señor, creador del cielo y de la tierra. Te damos gracias porque has puesto en manos del hombre tanta abundancia de bienes para esta vida y para la vida eterna. «Todo es para el hombre, pero el hombre es de Cristo, y Cristo de Dios».16
Jesús Maestro, por tu misericordia, ilumínanos y guíanos a fin de que todos los descubrimientos y los instrumentos de comunicación social se usen para edificación y elevación, nunca para degradación espiritual o humana del hombre.
Hoy te pedimos por la radio y la televisión.
Jesús Maestro, te ofrecemos nuestra oración y nuestro apostolado cotidiano en reparación de todos los abusos y pidiendo que todo sea a gloria de Dios y paz de los hombres.
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POR EL APOSTOLADO DE LOS INSTRUMENTOS
DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL
Oración incluida en el manual de oraciones de 1968.
Oh Dios, que para comunicar a los hombres tu amor enviaste a la tierra a tu único Hijo, Jesucristo, constituyéndole Maestro, Camino y Verdad y Vida de la humanidad, haz que los instrumentos de la comunicación social: prensa, cine, radio, televisión y discos se usen siempre para tu gloria y para el bien de las almas.
Suscita vocaciones para este multiforme apostolado, e inspira a todos los hombres de buena voluntad que contribuyan con la oración, la acción y los donativos a fin de que la Iglesia, con estos medios, pueda predicar el evangelio a todas las gentes. Amén.
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1 «Nombrado [por el obispo de Alba] director de los terciarios dominicos de su diócesis... se percató de que en muchos de ellos había, en realidad, un cierto empeño por mejorar su vida individual. Faltaba en cambio la conciencia del apostolado en favor de los demás, propio de santo Domingo. Intentó inculcárselo, y vio que buena parte de ellos entendía y hasta actuaba. Ese era el buen camino» (AD 121).
2 Cf. la oración para la “oficina de propaganda”, pedida por el P. Gabriel Amorth y escrita el 8 de diciembre de 1952.
4 «La oración “antes de la redacción” nos la procuró el Primer Maestro cuando comenzó en Roma la primerísima “Sala san Pablo”: 1939-40» (Hna. M. Lucina Bianchini FSP).
5 Cf. San Paolo, enero de 1953: «Los sacerdotes que están traduciendo nuestras oraciones cuiden añadir la Oración por el apostolado técnico, solicitada desde diversas Casas».
6 Es significativo un testimonio de la prima hora sobre la veneración con que se iba al trabajo con vistas al evangelio. «En todos los locales estaba expuesto y entronizado el Libro, y había la costumbre de besarlo». Durante la impresión del evangelio, el P. Alberione «exigía respeto incluso a los pliegos descartados, destinados a la papelera, y explicaba: “Después de la comunión, el sacerdote purifica la patena y tiene cuidado de las migajas; así debéis hacer también vosotros: respetar las hojas que estaban destinadas a llevar la palabra del Señor» (P. Paulino Gilli SSP).
7 Como ya hemos observado antes, el término “propaganda” indicaba la difusión de las ediciones entre el pueblo, de forma directa mediante visitas a las familias y comunidades. Obra confiada sobre todo a las Hijas de San Pablo.
8 Según dijimos (cf. nota 54 de p. 181), la presente oración fue compuesta hacia 1930-31. - Cf. también “Itinerario de las propagandistas” redactado en 1946, en C. Borgogno, La comunidad paulina, pp. 74-75.
9 En la redacción del San Paolo, se sugería rezar al final tres Gloria Patri.
10 La numeración de los puntos, marcada por el autor en números romanos, fue borrada después y sustituida con cifras corrientes. - Nótese además la pequeña diferencia expresiva entre los primeros dos puntos y los dos sucesivos: del “vos” mayestático se ha pasado al “tú”.
11 Cf. 1Cor 3,22-23.
12 Cf. Sant 3,10.
13 Cf. 1Tes 5,21-22.
14 Cf. Mt 18,6; Mc 9,42.
15 El 17 de abril de 1967, el P. Alberione escribía al provincial de Brasil: «Querido P. Roatta, convendría traducir del italiano al brasileño la “oración de la radio”, para que se rece ya el primer día de mayo; las Pías Discípulas pueden decirla en la adoración cotidiana» (Diario, 15 de mayo de 1967).
16 Cf. 1Cor 3,22-23.