Sección VI
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Más que a la doctrina del purgatorio, el P. Alberione era devoto a las almas del purgatorio, o sea a las personas de los difuntos necesitadas de sufragio. Conocemos su caridad pastoral al promover el apostolado del sufragio.1 Y justo en esta perspectiva dedicó él a la realidad del purgatorio, como a los demás novísimos, meditaciones, pláticas e innumerables artículos, siempre con esta doble finalidad: el sufragio de los difuntos y el camino de perfección personal.
«Las intenciones del primer martes del mes son especialmente dos: 1. Sufragar a las almas del purgatorio, de modo especial a nuestros difuntos y difuntas... 2. Lucha al pecado venial, para no caer también nosotros en el purgatorio».2
ACTO HEROICO DE CARIDAD
en sufragio de las almas del purgatorio
Breve oración de ofrecimiento, contenida en el manual de oraciones desde 1922.
Dios mío, uniéndome a los méritos de Jesús y de María, os ofrezco por las almas del purgatorio todas mis obras satisfactorias3 y las que otros me apliquen durante mi vida y en la hora de la muerte y después de mi muerte.
~
CORONITA
A LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Compuesta el 8 de abril de 1956 (domingo in albis),4 pasó al manual de oraciones del mismo año.5
1. Señor, creador y redentor mío, yo creo que, por tu justicia, has dispuesto el purgatorio para quienes pasan a la eternidad sin haber satisfecho del todo las deudas del pecado y sus consecuencias. Y creo que, por tu misericordia, aceptas los sufragios, especialmente el sacrificio eucarístico, para su alivio y liberación. Reaviva en mí la fe e infúndeme sentimientos de amor hacia estos queridos hermanos que sufren, para acelerar así su entrada en el cielo.
Requiem æternam... (o Señor, dales el descanso...).
~
2. Señor Jesucristo, rey de la gloria, por intercesión de María y de todos los santos, libra a los fieles difuntos de las penas del purgatorio. Y tú, san Miguel, abanderado de la milicia celestial, guíalos a la luz santa que el Señor prometió a Abrahán y a su descendencia. Te ofrezco, Señor, sacrificios y oraciones de alabanza; acéptalas por los que hoy recordamos, y admítelos en la luz y gozo del cielo.
Requiem æternam... (o Señor, dales el descanso...).
~
3. Jesús, Maestro bueno, te pido por los difuntos a los que me unen más estrechos vínculos de gratitud, justicia, caridad y parentesco: padres, bienhechores espirituales y corporales, cohermanos de Congregación, familiares. Te encomiendo a quienes en la vida han tenido mayores responsabilidades: los sacerdotes, los gobernantes, los superiores, los religiosos, los maestros. Te ruego también por los difuntos más olvidados y por los más devotos de la eucaristía, de la santísima Virgen y de san Pablo. Dígnate acogerles pronto en la bienaventuranza eterna.
Requiem æternam... (o Señor, dales el descanso...).
~
4. Te doy gracias, Jesús Maestro, por haberte encarnado para librar al hombre de tantos males con tu doctrina, santidad y muerte. Te pido por los difuntos que están en el purgatorio por causa de la prensa, el cine, la radio y la televisión, como productores o financieros, como redactores, técnicos o difusores, como espectadores, oyentes o lectores. Espero que ellos, una vez librados de sus penas y admitidos en el gozo eterno, te rueguen y supliquen por el mundo moderno, a fin de que los muchos bienes que nos has dado para la elevación de la vida presente, sirvan igualmente para el apostolado y la vida eterna.6
Requiem æternam... (o Señor, dales el descanso...).
~
5. Jesús misericordioso, por tu dolorosa pasión y por el amor que me tienes, perdóname todo el mal que he cometido y las consecuencias de mis muchos pecados. Concédeme espíritu de penitencia, delicadeza de conciencia, odio a toda falta venial deliberada y las disposiciones necesarias para lucrar las indulgencias. Me comprometo a sufragar a los difuntos en todo cuanto pueda; y tú, bondad infinita, infúndeme un fervor siempre más vivo para que al concluir mi vida sea admitido enseguida a contemplarte, amarte y gozar de ti por siempre en el cielo.
Requiem æternam... (o Señor, dales el descanso...).
~
PARA EVITAR EL PURGATORIO
Una hojita manuscrita del P. Alberione, fechada por el secretario el 14-IX-1953, reproduce el referido título precedido de un paréntesis: (Después de la oración por los difuntos). He aquí el texto.
Misericordioso Jesús, por vuestra dolorosa pasión y por el amor que me tenéis, os ruego perdonarme el purgatorio que he merecido. Concededme espíritu de penitencia, delicadeza de conciencia, huir de toda falta venial deliberada y lucrar las indulgencias especialmente en el trance de la muerte.
Yo me comprometo a sufragar todo cuanto pueda a las almas del purgatorio; y vos, bondad infinita, apenas mi alma se vea desvinculada del cuerpo, admitidla a la visión y al gozo eterno.7
~
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
«Para el primer martes del mes dedicado a las almas del purgatorio»: así se presenta la siguiente oración publicada en el San Paolo de julio de 1955. En realidad se trata de una reelaboración (fechada el 11-VII-1955) del cuarto punto de la coronita.
Jesús, Maestro divino, os damos gracias por haber bajado del cielo a librar al hombre de tantos males con vuestra doctrina, santidad y muerte, y prepararle para la eterna visión en el cielo. Os suplicamos por las almas que están en el purgatorio a causa de la prensa, cine, radio o televisión, como redactores, técnicos, productores, difusores, espectadores, oyentes o lectores. Estas almas, una vez liberadas de sus penas y admitidas al gozo eterno, suplicarán por este mundo moderno al que habéis concedido bienes, pero los usa a menudo contra sí mismo y contra su salvación eterna. Jesús Maestro, eterna verdad, eterno camino, eterna vida y hermosura, hacednos partícipes de vuestra divinidad, como vos participáis de nuestra humanidad.
~
1 «A una persona que pasaba por dificultades espirituales le sugiere: “Haz una novena a las almas del purgatorio y espera confiadamente la gracia”» (Diario, 22 de octubre de 1951).
2 Meditación del 5 de febrero de 1952.
3 Es decir, de reparación.
4 [Hoy el Primer Maestro] «ha terminado de escribir la coronita a las almas del purgatorio... que había comenzado quizás durante la noche. La coronita la ha corregido y recorregido...» (Diario, 8 de abril de 1956).
5 Cf. San Paolo, diciembre de 1956.
6 Del Diario: «11 de julio de 1955: [El Primer Maestro] ha rehecho el cuarto punto de la coronita a las almas del purgatorio».
7 «[El Primer Maestro] ha compuesto, probablemente de noche, la oración “Para evitar el purgatorio”, que actualmente forma parte del 5° punto de la coronita a las almas del purgatorio... Al final ha escrito: “Quien lo quiera, puede añadir: Cedo a las almas del purgatorio el valor satisfactorio de las obras buenas que yo haga o que otros me apliquen”» (Diario, 14 de septiembre de 1953).