Sección II
LA ORACIÓN TOTAL
LA VÍA HUMANITATIS
El opúsculo con el texto de la «Vía humanitatis» lo envió el P. Alberione a todos los miembros de la Familia Paulina, como «regalo navideño» en vísperas de Navidad en 1947. Pero él mismo afirmó: Lo he pensado al menos desde hace 25 años.... Escrito mientras estaban en pleno empuje los trabajos para la construcción del Santuario de la Reina de los Apóstoles, viene a demostrar cómo el P. Alberione colocara el título de Reina de los Apóstoles junto al de Reina de la historia y sucesivamente al de Madre de la humanidad. Así, mientras iba creciendo el edificio material, el Fundador intentaba estimular el crecimiento espiritual y apostólico de sus comunidades.
Una religiosa que en aquella época recibió el encargo di dactilografiar el manuscrito,1 afirma que el P. Alberione tenía mucho interés en que esta oración se hiciera a menudo; más aún, quería que la acompañaran unas ilustraciones, pinturas o mosaicos, en la sotocripta del Santuario. Ello explica las anotaciones de pintura que añadió al final de cada cuadro.
El subtítulo del opúsculo Per Maríam in Christo et in Ecclesia [Por María en Cristo y en la Iglesia] expresa además el nexo de mediación en todo el arco de la historia de la salvación, en óptica cristológico-mariana.
Estructurada sobre la pauta del vía crucis, la Vía humanitatis es una propuesta teológica, construida sobre la doctrina de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida. Cada uno de los 30 cuadros en que se subdivide consta de una enunciación doctrinal (Verdad), de una invocación para asimilar lo enunciado en la vida concreta (Camino), y de una oración (Vida). Estamos así ante una síntesis del espíritu que anima la oración según el P. Alberione: oración total.2
El texto que publicamos reproduce el de 1947, que debe considerarse como texto crítico definitivo.3
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VÍA HUMANITATIS
Per Maríam: in Christo et in Ecclesia
Puede utilizarse para las visitas al Smo. Sacramento,
especialmente el primer domingo del mes.
PROEMIO
Todo viene de Dios-principio, para volver a Dios-fin:4 para su gloria y para la felicidad del hombre.
María conduce al camino seguro, que es Cristo, en la Iglesia por él fundada.
En Cristo Camino, Verdad y Vida obtenemos la adopción y la herencia de los hijos de Dios.5
Por Cristo invisible, en la Iglesia visible, el hombre y la humanidad reciben todos los bienes temporales y eternos.
Todos los hijos son esperados en la casa del Padre celestial; cada uno por María puede encontrar el camino-Cristo. Indíquenlo todos con espíritu de caridad y de apostolado.6
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I
La Sma. Trinidad beatísima7 se reúne en consejo, de donde emana el decreto: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza». María santísima aparece en la mente de Dios como la obra maestra de la creación. Dios es el primer principio y el último fin de todo lo creado.
Señor mío, soy enteramente obra de vuestro amor omnipotente. Os adoro, Dios mío, uno en la naturaleza y trino en las personas. Os doy gracias porque me habéis creado para la felicidad que está en vos y para vuestra eterna gloria. Salvadme con vuestra misma omnipotencia misericordiosa.
¡Gloria a Dios en lo alto del cielo! ¡Paz en la tierra a los hombres que ama el Señor!
Jesús Maestro Camino Verdad y Vida, ten piedad de nosotros.
María, Reina de los Apóstoles, rogad por nosotros.
Santos apóstoles Pedro y Pablo, fortaleced a la Iglesia de Jesucristo.
Pintura: la Sma. Trinidad en el esplendor de su beatitud eterna. María, la creatura toda hermosa, delineada a media luz.
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II
Adán y Eva son creados, puestos en el paraíso terrenal, elevados al orden sobrenatural y dotados de grandes privilegios; mantienen familiar conversación con Dios, a la espera de ser admitidos a la felicidad eterna.
¡Bendita seáis siempre, bondad infinita de Dios! Además de la vida natural, habéis infundido en el hombre la vida sobrenatural de la gracia. Le habéis adoptado como hijo, llamándole a compartir vuestra propia felicidad,8 mediante nuestro amor libre y espontáneo. Iluminadnos para conocer el gran tesoro de vuestra gracia.9
Gloria a Dios...
Pintura: Adán y Eva felices en el paraíso terrenal.10 María inmaculada en un ángulo, a media luz.
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III
Adán y Eva, tentados por la serpiente, caen en la culpa, pierden la vida espiritual y quedan privados de los privilegios y dones celestiales. Dios, misericordioso, anuncia que una Mujer, en su Hijo reparador y redentor, aplastará la cabeza del demonio.
¡Bendita sea la misericordia del Padre celestial! ¡Bendito el Hijo de Dios, que se ofrece a satisfacer por el hombre! ¡Bendito el Espíritu Santo, que en María inaugurará la nueva generación de los hijos de Dios! ¡Bendita la Mujer, esperanza del género humano!
Gloria a Dios...
Pintura: Adán y Eva expulsados del paraíso. María inmaculada indicada por el eterno Padre.
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IV
La humanidad se multiplica. Dios dispone los tiempos y prepara a los hombres para recibir a su Hijo, el reparador.11 Elige a Abrahán, por su fe, como cabeza de un pueblo del que nacerá el fruto bendito de María, el salvador del mundo.
Adoro y agradezco, Dios mío, vuestra amable y sabia providencia. En medio de las tinieblas del error encendéis12 la luz de la verdad; entre la universal corrupción, habéis elegido al justo; a pesar de tanta idolatría, siempre se ha conservado un altar y un culto sincero hacia vos.13
Gloria a Dios...
Pintura: el fiel Abrahán que se dispone a inmolar al hijo: in sémine tuo benedicentur omnes gentes. María Regina Ap[ostolorum] siempre figurada del mismo modo.
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V
Dios entrega a Moisés la ley para toda la humanidad; quien la cumple se dispone a recibir la revelación y la gracia de la redención. Los justos y los patriarcas que aguardan y esperan al Salvador, consiguen el rescate; como asimismo, en el desierto, los mordidos por las serpientes quedan curados al mirar la serpiente de bronce elevada por Moisés.14
¡Bendito seáis, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y un solo Dios! Siempre habéis estado cercanos a la humanidad pecadora y errante, indicando el camino y la esperanza. La ley se dio por medio de Moisés, la verdad y la gracia vinieron con Cristo, el salvador.
Gloria a Dios...
Pintura: Moisés en el Sinaí; de frente, la serpiente de bronce; en un ángulo la Regina Ap[ostolorum].
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VI
Dios suscita continuamente profetas y hagiógrafos en el pueblo elegido, como luz para las almas rectas, aviso para las errantes y fuerza para las débiles. Escriben la futura vida de Cristo y esbozan la historia de la Iglesia.
Os bendigo, Dios mío, con todos los pueblos.15 Que os den gracias y os adoren. En la creación habéis escrito vuestras grandezas; en la conciencia, vuestra ley; en la Biblia, vuestras eternas16 promesas. Sois infinitamente fiel y siempre amable. Abrid mi inteligencia para que comprenda vuestra voz de Padre.
Gloria a Dios...
Pintura: los profetas, haciendo resaltar los cuatro mayores; y la Biblia; María Regina Ap[ostolorum].17
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VII
El arcángel Gabriel, de parte de Dios, propone a la virgen María la divina maternidad. María accepta la extraordinaria misión; el Verbo se encarna en su seno. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre,18 el Mesías prometido, el Maestro divino, el Sacerdote eterno.
¡Bendito seáis, Señor, pues habéis cumplido vuestra promesa anunciada por voz de los profetas! Bendito seáis, Espíritu Santo descendido sobre María; Padre que la cubristeis con vuestra sombra; Hijo divino encarnado para implantar en la tierra el reino de la verdad, de la santidad y de la gracia. Adoro este misterio de poderío y de amor. ¡Es la salvación para todos los pueblos!
Gloria a Dios...
Pintura: la anunciación de María.
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VIII
Jesucristo nace en Belén. Es acogido por María y José, por los pastores y los magos; da comienzo a su escuela de virtud, de verdad y de bondad.19 Bajó hasta el hombre para llevarle a Dios. Fue puesto para ruina y resurrección de los hombres.
¡Bendito seáis y adorado y acogido por todos, Maestro divino, humilde y manso! Agradasteis20 al Padre; y también le agradará quien se asemeja a vos. Sois su Hijo encarnado:21 en vos y por vos llegamos a ser hijos adoptivos de Dios. Sois salvación para quien os acoge y perdición para quien os rechaza.
Gloria a Dios...
Pintura: el pesebre; el Niño está en brazos de María.
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IX
Jesucristo vive las virtudes individuales, domésticas, religiosas y sociales. Restaura al hombre, la familia, la sociedad civil;22 renueva la sociedad religiosa; glorifica cumplidamente al Padre. Su vida trascurre en la humildad, la obediencia, la oración y el trabajo.
¡Bendito seáis, Maestro divino, hecho semejante a nosotros para hacernos semejantes a Dios!23 Habéis restaurado las ruinas causadas por el demonio, por el orgullo y las pasiones.24 Nos habéis mostrado que podemos vivir en el cielo una felicidad divina, si llevamos aquí en la tierra una vida semejante a la vuestra. ¡Haz que yo os conozca, os imite y os ame!
Gloria a Dios...
Pintura: La sagrada Familia.
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X
Jesucristo, al concluir la escuela del ejemplo, comienza la de la enseñanza. En el monte de las bienaventuranzas traza el camino de la paz y de la salvación, revela a Dios a los hombres y anuncia25 la nueva ley del amor.
Os adoro y os doy gracias, Maestro divino,26 que os habéis declarado el Camino, la Verdad y la Vida. Os reconozco como el camino que debo recorrer;27 la verdad que debo creer y la vida que debo compartir. Vos sois todo para mí, y quiero estar enteramente en vos con la mente, la voluntad y el corazón.
Gloria a Dios...
Pintura: el monte de las bienaventuranzas; María Reina.
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XI
Jesucristo elige a los doce, y los nombra apóstoles, para continuar y extender su misión en el mundo. Funda28 la Iglesia, sociedad perfecta y su cuerpo místico, nombrando como cabeza a Pedro, para seguir siendo en ella Camino, Verdad y Vida.
¡Bendito seáis, Jesucristo, que habéis hecho del sacerdote otro vos mismo! ¡Bendito seáis, porque habéis establecido la Iglesia nuestra maestra, madre y guía! ¡Bendito seáis, por haberla fundado, infalible e indefectible, sobre Pedro! Meditaré siempre vuestras palabras: «Como el Padre me envió, así os envío yo»: predicad, guiad y santificad a todos.
Gloria a Dios...
Pintura: la elección de los doce, entre quienes destaca Pedro; se ve la Iglesia.
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XII
Jesucristo se ofrece al Padre para gloria y acción de gracias, como víctima de propiciación e impetración; muere para ser nuestra vida, por medio de la gracia en la tierra y de la gloria en el cielo. La justicia y la misericordia se besan; el Padre, en Cristo, se reconcilia29 con el hombre; se reabre el paraíso y todos están invitados a entrar en él.
¡Bendito seáis, Jesucristo, sacerdote y ofrenda, víctima perfecta y digno pontífice! En vos está la salvación, la resurrección y la vida. Quien lo quiere se salva por vuestra sangre.30 ¡Que se derrame sobre mí y me lave; sobre todos y a todos purifique y salve!
Gloria a Dios...
Pintura: el Calvario; junto a la cruz está María: «He ahí a tu hijo».
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XIII
Jesucristo resurge del sepulcro; se presenta a Pedro, a los doce, a los discípulos, demostrando la realidad de su resurrección. Durante los cuarenta días en que permanece aún sobre la tierra,31 desvela grandes misterios, completa su obra salvadora, realiza admirables prodigios y otorga poderes divinos.
¡Bendito seáis, Jesús, muerto por ser hombre, y resucitado por ser Dios! Habéis confirmado la doctrina con la verdad32 de vuestra resurrección. La fe es la raíz de nuestra salvación. Quien no cree ya está juzgado. Afianzad en mí una fe viva, activa y expansiva. Que yo crea cada vez más y llegue a ser una antorcha ardiente e iluminadora.
Gloria a Dios...
Pintura: Jesús entre los apóstoles... «Dichosos quienes creerán sin haber visto». La Reina de los Apóstoles.
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XIV
Jesús establece a Pedro como su representante visible y le confía todos los fieles y pastores; le concede infalibilidad en la enseñanza; le da autoridad en el servicio y amor para santificar: «Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas»;33 y le entrega las llaves del reino de los cielos.
¡Bendito seáis, Jesús Maestro, que vivís en Pedro, enseñáis en Pedro, nos guiáis en Pedro y nos salváis en Pedro! Quien está con Pedro está con vos; quien se aparta de Pedro es un sarmiento separado de la vid.34 Puede separarse con la mente por la herejía; con la voluntad por la rebelión; con el corazón por el vicio.35 Yo creo que Pedro es para mí camino, verdad y vida en Cristo.
Gloria a Dios...
Pintura: Jesús confiere el primado. María Regina Ap[ostolorum].
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XV
El Espíritu Santo, invocado por los apóstoles con María, desciende sobre ellos llenándoles de sabiduría, fortaleza y celo.36 Nace la Iglesia, que reúne multitudes, comienza su andadura, se dirige a todos los pueblos y continuará su tarea hasta el final de los tiempos.
¡Bendito seáis, Maestro divino, que prometisteis y enviasteis desde el Padre al Espíritu Santo, para iluminar y santificar a la Iglesia! Por la oración de María, renovad el don de Pentecostés; suscitad apóstoles en todos los tiempos,37 dándoles el espíritu de sabiduría e inteligencia, de ciencia y consejo, de piedad, fortaleza y santo temor de Dios.
Gloria a Dios...
Pintura: Pentecostés.
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XVI
Apóstoles y sacerdotes, en todo tiempo y lugar, anuncian a los hombres la buena nueva: algunos acogen la palabra de salvación, otros permanecen indiferentes o persiguen a los anunciadores. La Iglesia es perdición para quien la rechaza, salvación para quien la acoge. Jesucristo y satanás se disputan la posesión del alma, que es libre: hay quien se entrega a Jesús y quién a satanás. 38
Os bendigo, Maestro divino, porque me hicisteis oír vuestra palabra de verdad, que me ha iluminado y suscitado en mí arrepentimiento, confianza y amor. ¡Resuene en todas partes de la tierra! Haced dóciles los corazones, para que produzca fruto al treinta, al sesenta o al ciento por uno. Virgen María, ¡preparad vos los corazones, obtened para ellos el Espíritu Santo!39
Gloria a Dios...
Pintura: ¿Pablo ante el areópago? Regina Ap[ostolorum].
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XVII
Dos son los caminos. Uno es espacioso, fácil y muchos entran por él, pero lleva a la perdición; el otro es estrecho, pero lleva a la salvación. Los auténticamente sensatos se esfuerzan en entrar por la puerta estrecha. El primer camino es el de la libertad de pensamiento, de conducta y de culto; el segundo es el camino de la fe sincera, de los mandamientos y de la oración. La elección depende de cada individuo.
Os doy gracias, Maestro divino, por haberme iluminado. Por vuestra parte nada me habéis dejado faltar: ni luz, ni ejemplos, ni gracia. Lloro por mí y por cuantos se dejaron arrastrar a la senda del mundo, de las pasiones y del demonio. ¡Ea, salvadnos! Queremos seguir el camino de la vida. Atraed nuestros corazones.40
Gloria a Dios...
Pintura: dos sendas por las que caminan muchas personas... María al final de la senda estrecha.
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XVIII
Jesucristo es siempre Camino, Verdad y Vida en la Iglesia. Se ha de creer a la Iglesia como al mismo Jesucristo. «Quien os escucha a vosotros, me escucha a mí». La Iglesia es maestra de fe e intérprete de la revelación contenida en la Escritura y en la Tradición. Es infalible en cuestiones de fe y de moral.41
¡Bendito seáis, Maestro divino! Los hombres deben creer, profesar, nutrir y vivir su fe. Sin ella no se puede agradar a Dios ni llegar al cielo. Es don de Dios. Todo el que la pide de corazón, la obtiene. Se pierde la fe leyendo o escuchando doctrinas contra la Iglesia.42
Gloria a Dios...
Pintura: por la predicación creyeron judíos y gentiles... todos grandes por su sabiduría. María.43
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XIX
La Iglesia, como Jesucristo, es maestra de santidad. Para salvarse es necesario practicar su moral. Se alcanza la santidad según sea la perfección de la vida, en base a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, los deberes del propio estado y los consejos evangélicos. La Iglesia lo conserva, propone y promueve todo.
¡Bendito seáis, Maestro divino, que en la Iglesia y con la Iglesia continuáis siendo nuestro Camino! Quien os sigue, camina hacia el cielo.44 Quien se aleja, peca, no escuchando ni a la Iglesia, ni a vos, ni a vuestro Padre. ¡Bendita es, para sus hijos, la voz de la madre Iglesia!45 ¡Ojalá todo hijo pródigo resurja y regrese al Padre y a la propia madre!
Gloria a Dios...
Pintura: un sacerdote predicando a una multitud variopinta... María Regina Ap[ostolorum].
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XX
La Iglesia, en Jesucristo, es maestra de oración y de vida espiritual. Ella ha recibido y administra los sacramentos.46 El bautismo da la vida, la confirmación la refuerza, la reconciliación la repara; la eucaristía la nutre, la extremaunción la completa. El matrimonio perpetúa la sociedad civil; el orden, la sociedad religiosa.
Os doy gracias, Maestro divino, autor de los sacramentos que la Iglesia administra. En ellos actuáis con vuestra fuerza divina. Por ellos vivimos y actuamos en vos, como el sarmiento vive de la vid y fructifica por ella. Por ellos somos vuestro gozo eterno.47 Debo y quiero recibir bien los sacramentos;48 y seguir la sagrada Liturgia.
Gloria a Dios...
Pintura: los siete ríos que brotan del Cordero.49
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XXI
La eucaristía es el principal medio para vivir en Cristo.50 Por ella se perpetúa el sacrificio de la cruz.51 Por ella Jesucristo permanece siempre en medio de los hombres y comunica los frutos de su presencia. Por ella el hombre se une a Jesucristo con su mente, voluntad y corazón.52
Os doy gracias y os bendigo, Maestro divino, que en la última Cena instituíste este sacramento, misterio de fe, de amor y de gracia. Con vos, en vos, y por vos, Jesús-hostia, adoro, doy gracias, reparo y suplico al Padre celestial. ¡Bendito seáis por haber establecido al sacerdote, vuestro ministro y dispensador de vuestros misterios: él produce, guarda y distribuye la eucaristía!53 Quiero vivir una vida eucarística.
Gloria a Dios...
Pintura: un altar, con la misa en el momento de la elevación, con muchos que adoran y comulgan. María Reina.
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XXII
La Iglesia está confiada a María.54 En la creación, en la redención, en la distribución de las gracias y en el orden de la gloria, María ocupa un lugar preeminente para dar siempre a Jesucristo al mundo y a cada alma. Ella es Madre de Dios y de la Iglesia. Todos los bienes han pasado por María. De ella viene la vida, y es nuestra madre.
¡Bendito seáis, Dios mío!55 Como la vida natural viene de la madre, así viene de María la vida sobrenatural. Ella es el tallo que trae la flor, la madre que da el fruto bendito de su seno, la aurora que anuncia el sol. Donde entra María entrará también Jesús. Quien encuentra a la madre halla al Hijo.56 Por María, el camino es seguro y corto. Jesús nos precede57 con el ejemplo: él se hizo hijo de María.
Gloria a Dios...
Pintura: nuestra Regina Ap[ostolorum].
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XXIII
La vida cristiana es inmensamente superior a la vida humana.58 Conduce a una felicidad eterna.59 El auténtico cristiano esquiva el pecado, vive la fe, practica la ley y celebra el culto. Cumple los deberes del propio estado, en la familia y en la sociedad. Es un buen hijo, un buen padre, soldado, profesional, ciudadano.
Os doy gracias, Dios mío, que habéis querido instaurar todas las cosas en Cristo.60 Habéis llamado al hombre a imitar vuestra vida divina en Cristo.61 Muchos fieles se distinguen en la práctica de las virtudes comunes, honran a Dios, a la Iglesia y a la sociedad, siendo a menudo los biehechores de la humanidad.62 Debo imitar a Dios en Cristo, vida del alma.63
Gloria a Dios...
Pintura: multitud de hombres de todas clases que miran y siguen a Jesucristo.
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XXIV
En Cristo y en la Iglesia vive la cívitas christiana, la nación cristiana,64 y una convivencia cristiana de los pueblos. La nación cristiana se ordena de un modo conforme al evangelio, según la interpretación dada por los documentos pontificios. La convivencia cristiana es humana, evangélica, en la verdad, en el orden, en la paz y en el progresso. Es un camino hacia el reino de Cristo.65
Adoro vuestra divina sabiduría,66 Maestro divino. Habéis querido la sociedad civil y la Iglesia independientes, pero con una admirable subordinación.67 Habéis querido la unión entre todos los pueblos: todos hijos de Dios, redimidos por la misma sangre, encaminados a la casa paterna del cielo. En la cívitas christiana se da el máximo bienestar temporal y eterno.
Gloria a Dios...
Pintura: la ciudad de Dios... Al fondo, María Reina...
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XXV
La Iglesia, por institución, es una, como uno es Jesucristo y uno es su representante.68 En ella hay unidad de fe, de gobierno y de caridad, no obstante la distinción de ritos y diócesis. La catolicidad, la santidad, la apostolicidad y la romanidad son sus caracteres distintivos. Todos [están] llamados y obligados a entrar en la Iglesia.69
Os doy gracias, Maestro divino, por la institución de la Iglesia, nuestra madre. A ejemplo vuestro, conquistándola con vuestra sangre y queriéndola santa, gloriosa e inmaculada, yo creo, amo, colaboro y sufro por su expansión. ¡Que vuelvan a ella los hijos disidentes y entren en ella todos los infieles!70 Quiero ser hijo digno de esta madre,71 para ser digno hijo de Dios.
Gloria a Dios...
Pintura: papa, cardenales, obispos, sacerdotes, diáconos... multitud.
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XXVI
Dios deja libre al hombre, aun dándole su ley, proponiéndole verdades y pidiéndole el debido culto. Al concluirse la prueba de la vida, llama a cada uno al juicio. Jesucristo proyectará sobre el alma una luz en la cual ella verá todas sus acciones y omisiones. Tres pueden ser las sentencias, según haya sido la vida: paraíso, purgatorio o infierno.
Os doy gracias, Dios, Padre mío, que me habéis creado para vos.72 ¡Sí, he salido de vuestras manos creadoras,73 y volveré a vuestras manos de juez! La eternidad depende de mí; quien quiere se salva. ¡Lo percibo! Pero necesito vuestra gracia:74 mucha luz, mucha fuerza. Espero en vos.
Gloria a Dios...
Pintura: la escena del juicio.75
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XXVII
El infierno es el estado y el lugar de eterno castigo para los rebeldes.76 No quieren a Dios,77 y estarán privados de él para siempre. Quieren el mal y lo sufrirán atormentados para siempre. También el cuerpo, después del juicio universal, sufrirá según los placeres que haya gozado. Un solo pecado mortal merece una eternidad de suplicios.
Dios mío, os doy gracias por la luz que hoy me otorgas. Al infierno se va consciente y voluntariamente. Puedo evitar el pecado y, si los he cometido, puedo obtener el perdón. «A pœnis inferni, líbera nos, Dómine». El verdadero mal es el pecado; todos los demás males pueden convertirse en mérito.78 Debo temer al pecado más que a la muerte.
Gloria a Dios...
Pintura: el infierno.
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XXVIII
El paraíso es el premio eterno de los hijos obedientes.79 Han buscado a Dios y lo poseerán para siempre. Han amado los bienes espirituales, y los gozarán eternamente. El paraíso es la visión de Dios, merecida por la fe; es posesión de Dios, merecida por el cumplimiento de su voluntad;80 es el gozo en Dios, merecido por el amor.
Os doy gracias, Maestro divino, por la esperanza que habéis infundido en mi alma. Creo y espero la vida eterna. Te contemplo, Jesús, a la derecha del Padre, la Virgen a tu derecha y una multitud incontable.81 Se requiere la gracia y la cooperación. Quien ora se salva, quien no ora se condena.
Gloria a Dios...
Pintura: el paraíso...
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XXIX
Al final todos resucitarán, pero con enorme diferencia.82 Se producirá la definitiva separación. Aparecerá el Juez; las conciencias quedarán manifiestas, y llegará la última sentencia: «Venid, benditos, al reino de mi Padre»; «Apartaos, malditos, al fuego eterno». Los justos entrarán en la vida; los malos en el eterno dolor.83 Epílogo de la historia humana, día del Señor, de verdad y de justicia.
Medito, Maestro divino, tus palabras eternas. La misericordia y la justicia de Dios serán glorificadas; será exaltada la redención y reconocidos los méritos de los elegidos; todos los malos quedarán confundidos. Considero los deberes sociales: «Lo que hayáis hecho con el más pequeño, lo habréis hecho conmigo».84
Gloria a Dios...
Pintura: el juicio universal.
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XXX
La redención llega a las almas a través de los hombres. Sacerdocio jerárquico, religiosos, religiosas, laicado cooperador. «Como el Padre me envió, así os envío yo. ¡Id!». La Iglesia reúne y apacienta a las ovejas y a los corderos para conducirlos amorosamente al redil celestial. Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.85
Maestro divino, enviad buenos obreros a vuestra mies, que es mucha. Jesús, apóstol del Padre, haced sentir el anhelo de vuestro corazón: un sólo redil, un solo pastor. Apostolado de la vida interior, del sufrimiento, de la oración, del ejemplo, de las ediciones, de la palabra, de las vocaciones y de la caridad. Suscitad, oh María, un intenso deseo de salvación en Cristo y en la Iglesia.86
Gloria a Dios...
Pintura: mapa presentando las religiones en el mundo.
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ÚLTIMO CUADRO [XXXI]
La hoja n. 38 del dáctiloescrito contiene este cuadro, expresado en tres líneas, que reproducimos aquí. No pasó al opúsculo «regalo navideño de 1947», pero con ligeras variantes de expresión ocupa el XXIV y último lugar en el proyecto preparado en 1965 para la sotocripta. Y se ha realizado ya en mosaico, como cuadro conclusivo de la Vía humanitatis en la pared junto al sepulcro del P. Alberione.
El texto dice: «La gloria final en el cielo: Jesucristo a la derecha del Padre. María la Reina. Los bienaventurados, destacando a san Pablo».
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1 Hna. M. Rosaria Visco FSP.
2 «...Una oración total, de toda la persona: mente, corazón, voluntad, cuerpo. Una mente iluminada y fija en la contemplación de nuestro Padre celeste, que nos aguarda en el cielo; un corazón que ama a Jesús-hostia, viviente como nuestro Maestro, consuelo en la casa y superior de la casa; una voluntad dispuesta al divino querer, siempre en el espíritu del “Ecce ancilla Domini, fiat mihi secundum verbum tuum” y del “Non sicut ego volo sed sicut tu, Pater”; en la serena confianza de trabajar con Dios y por Dios; en el ofrecimiento gozoso y completo de nuestro ser...» (Relación del Primer Maestro al V Consejo Nacional de las Madres generales, 16 de noviembre de 1956).
3 Un amplio estudio al respecto lo hizo Rosario F. Espósito, La dimensión cósmica de la oración: La “Vía humanitatis” del P. Santiago Alberione, 2ª ed. aumentada (de uso manuscrito), San Paolo, Roma 1999. Utilizamos este texto y en parte el aparato crítico.
4 En el ms [manuscrito] la frase termina aquí.
5 En el ms falta: y la herencia.
6 En el ds [dáctiloescrito] falta la expresión: y de apostolado.
7 En el ms falta: beatísima.
8 El ds trae: ...felicidad; y a cambio queréis del hombre un corazón libre y espontáneo. Iluminadme...
9 Ms: don de la gracia.
10 En el ds la explicación termina aquí. La frase que sigue está tachada. Estas tachaduras son ciertamente de mano del P. Alberione.
11 Ms: falta el reparador.
12 Ms: tened encendida. El ds, por una vez pone el verbo en singular: enciende, seguramente por error, pues tanto antes como después va siempre en plural.
13 Ms: falta hacia vos.
14 En el ds el P. Alberione añade: Dios envía patriarcas, profetas y hagiógrafos a su pueblo, para que todo él viva siempre a la espera del Mesías y se prepare a recibirlo santamente.
15 Ms: Os bendigan, Dios mío, todos los pueblos.
16 Ms: seguras.
17 En el ds la dactilógrafa nota a lápiz: «N.B. Falta el original del cuadro, por eso se copia del opúsculo [pruebas tipográficas]».
18 Ms: falta la frase siguiente.
19 En el ms: de misericordia.
20 Ms: agradáis al Padre...
21 Ms: vos sois su Hijo, encarnado para hacernos a todos hijos adoptivos de Dios.
22 Ms: civil y la sociedad religiosa: glorifica al Padre...
23 Ms: añadidura: Bendito seáis porque habéis restaurado las ruinas...
24 Ms: añadidura: Bendito seáis porque nos habéis...
25 Ms: enseña.
26 Ms: Jesucristo, os doy gracias porque os habéis...
27 Ms: seguir.
28 Ms: trazó...
29 Ms: se complace en el hombre; se abre el paraíso y...
30 Ms: sangre. Para quien la rechaza es quebranto y ruina. ¡Que se derrame sobre todos, y a todos purifique y salve!
31 Ms: falta que permanece aún sobre la tierra.
32 Ms: realidad.
33 Ms: Pasce agnos, pasce oves meas. Lo demás falta.
34 Il ms añade: porque se separa de vos.
35 Ms: con el corazón por el pecado.
36 El ms añade: confiere dones extraordinarios.
37 Ms: [haced que] sean muchos los apóstoles en todos los tiempos.
38 Tanto el ms como el ds tienen una lección notablemente diversa del texto impreso en el opúsculo, donde se lee así: «Pedro, Pablo, sacerdotes de todos los tiempos y lugares predicaron; algunos acogieron la palabra de salvación, otros quedaron indiferentes; otros non receperunt [a los] hijos de Dios, otros persiguieron a los anunciadores. La Iglesia, puesta para ruina y salvación. Unos no acogen, otros acogen: según la gracia y las disposiciones de cada cual. J.C. y satanás se disputan la posesión del alma; el alma es libre. Hay quien se entrega a J.C. y quien a satanás». Nosotros damos la lección del ms.
39 Texto del ms: «Os bendigo, Maestro divino, porque me habéis enviado vuestra palabra, acompañada por la gracia del Espíritu Santo. Ella me ha iluminado, ha suscitado en mí arrepentimiento, confianza y amor. Haced resonar por doquier en la tierra vuestra palabra; moved a docilidad los corazones, y produzca en ellos el treinta o el sesenta por uno. Virgen María, preparad mi corazón, obtenedme el Espíritu Santo».
40 Redacción del ms: Os doy gracias, Maestro divino, por habernos iluminado. Por parte vuestra nada nos habéis dejado faltar: ni luz, ni ejemplo, ni gracia. Lloro por mí y por cuantos se dejaron arrastrar al falso camino del mundo, de las pasiones y del demonio. ¡Ea!...
41 Conviene tener en cuenta las dos redacciones antecedentes. En el ms se lee: «J.C. nos invita a su gloria, hemos de seguirle en la tierra. Creerle, porque él es verdad; imitarle, pues es camino; unirse a [esta a falta en ds] él, porque es vida. Hay que creer a la Iglesia, maestra de fe y depositaria, texto, intérprete de la revelación contenida en la Escritura y en la Tradición. Creer a la Iglesia es creer a Jesucristo: “quien os escucha, a mí me escucha”».
42 Ms: Bendito seáis, Maestro divino, que enseñáis en la Iglesia y por medio de ella. Los hombres deben... [el ds completa el discurso: creer, profesar, nutrir y vivir su fe. Sin ella no se puede agradar a Dios ni llegar al cielo. Es don de Dios. Todo el que...]. Todo el que pide de corazón la obtiene. Pierden la fe quienes oyen, leen o escuchan doctrinas contrarias a la Iglesia.
43 La lección del ds suena así: «Pintura: A la predicación creyeron ignorantes y doctos... todos grandes por su sabiduría... María Reina...».
44 Ms: Quien os sigue, gana méritos; quien se aleja, peca y no escucha...
45 Ms: Voz de J.C., voz de la madre Iglesia para sus hijos. Si me alejé como hijo pródigo, hoy resurjo y regreso al... El ds tiene aún este texto.
46 Ms: La Iglesia como J.C. y con J.C. es maestra de oración y de vida. Ella ha recibido y administra los sacramentos, necesarios para llegar a la vida eterna. El bautismo...
47 Ms: Por ellos somos miembros vuestros; participamos de vuestros méritos; tendremos vuestros gozos...
48 El texto en el ms y en el ds termina aquí.
49 En el ds: Los siete ríos que brotan del Cordero. Al fondo, la Reina de los Apóstoles.
50 Ms: en Cristo, Camino, Verdad y Vida, es...
51 Ms y ds añaden: con todos sus frutos y sus fines.
52 El ms añade: íntimamente.
53 En el ms falta esta frase.
54 El ds empieza así: Jesucristo está en los brazos de María... Pero siempre para darlo a las almas y al mundo. Para esto fue elegida Madre de Dios y de la Iglesia, y todos los bienes han pasado y pasan a través de María.
55 El ms: Os doy gracias, Dios mío, por haber confiado a María la misión de dar a Jesús al mundo y a cada alma. Para esto la habéis elevado a la dignidad de Madre de la Iglesia [subrayado nuestro]; y quien halla a María halla la vida, la dulzura, la salvación. Apenas apareció María, la humanidad se alegró: así será siempre.
56 Ms: Si en un alma o en una región se establece el culto y el amor a María, nacerá el amor a Jesús. Pasando por María, el camino es...
57 Ms: amaestra.
58 El ms añade: incluso la buena.
59 El ms añade: inmensamente superior al premio natural.
60 Ms: ... Cristo; en la tierra y en el cielo. Habéis...
61 Ms: .. .en Cristo; como el buen padre quiere a los hijos semejantes a él. Apóstoles y mártires, confesores y vírgenes, tantísimos fieles que se distinguen...
62 El ms añade: en muchos campos.
63 Ms: Debo imitar a Dios en Cristo como hijo queridísimo.
64 El comienzo del ms es este: Por Cristo y por la Iglesia se da la cívitas christiana: la nación cristiana y una convivencia cristiana. La nación cristiana...
65 Ms: prepara el camino al reino de Cristo.
66 El ms añade: y divina voluntad.
67 El ms dice: como se subordina el fin de la primera respecto al fin de la segunda. Habéis querido entre todos los hombres y naciones una unión y respeto que, aun en la indep[end]encia, salve los derechos de cada uno y se inspire en la Iglesia que es católica y universal. Todos hijos; todos redimidos por la misma sangre; todos encaminados a la casa paterna en el cielo. En la cívitas c[h]ristiana la humanidad tendrá el máximo bienestar temporal y eterno.
68 El ms empieza así: La Iglesia debe ser una, como uno...
69 En el ms: Ella es el arca de salvación. La unidad de fe, de gobierno y de caridad, no obstante las distin[cio]nes de ritos y de diócesis, constituyen su ser, como la catolicidad... Todos están invitados y deben entrar en ella.
70 En el ms: ... en ella paganos, mahometanos, hebreos; ¡que todos comprendan el corazón y la mente!
71 El testo del ms termina aquí.
72 En el ms: por haberme creado para vos, que me aguardáis a vuestra mesa en el cielo. Salido...
73 Nel ms: ...creadoras, vivo en la providencia de vuestras manos, debo volver a vuestras manos de juez. Mi eternidad depende de mí. Si me rindo a vuestras llamadas, si acepto los medios que me ofrecéis: en María, en Cristo, en la Iglesia. ¡Lo percibo!...
74 En el ms la conclusión es esta: ¡la eternidad depende de una voluntad tan débil!
75 En el ds: «Pintura: La escena del juicio particular. Al fondo, María...».
76 Ms: de los hijos rebeldes.
77 Ms añade: padre y eterna felicidad del hombre, y...
78 El ms termina aquí.
79 Ms: El paraíso es el estado y el lugar del premio eterno para los hijos...
80 Ms: ... merecida con el sometimiento a la voluntad de Dios; es el.. .
81 En el ms: ...imposible de contar, de toda nación, lengua y condición social. Si ellos han conquistado esa gloria, ¿por qué no vamos a poder nosotros? Dos coe[f]icientes, la gracia y nuestra cooperación, son necesarios. La primera está siempre; empeñaremos nuestra voluntad. Quien ora...
82 En el ms: Al final del mundo habrá resurrección para todos; pero con inmensa diferencia entre los elegidos y los proscritos. Se dará la definitiva separación de unos y otros. Seguirá la aparición del Juez, y se oirá la última sentencia: “Venid, benditos del Padre mío, para los buenos; id, malditos, al fuego eterno, para los malos. Los justos...”.
83 En el ms falta la última frase.
84 En el ms: Medito, Maestro divino, vuestras eternas palabras con las que me habéis descrito la escena del juicio universal. Allí quedará glorificada la misericordia y la justicia de Dios; será exaltada tu redención, oh Jesús; se reconocerán los méritos de todos los elegidos y de todos los humildes; quedarán confundidos todos los malos, los perseguidores, los soberbios, los hipócritas, los escandalosos, los egoístas. Será el justo epílogo de la historia humana, de cada vida y de cada nación: ¡día grande, el día del Señor, que no tendrá fin!
85 Texto del ms: La redención realizada por Jesucristo se aplica y llega a las almas trámite los hombres y los diversos apostolados. La Iglesia, continuadora de la obra de J. C., comenzó el día de Pentecostés a ser camino, verdad y vida de la humanidad. Ella ha enviado y envía cada día a sus mensajeros-apóstoles para reunir las ovejas y los corderos y conducirlos al redil celeste, según la voluntad de Dios, que quiere la salvación de todos.
86 Texto del ms: Considero: La mies es mucha, los obreros aún pocos: hoy viven más de dos mil millones de hombres, de los que sólo cuatrocientos millones son católicos; están luego los herejes, los cismáticos y el inmenso número de los no cristianos. “Todos los fieles deben movilizarse [en el ds: rezar y actuar] por todos los infieles”. “Todos han de contribuir a la salvación eterna de los hermanos, de cualquier modo: apostolado del sufrimiento, de la oración, del ejemplo, de las ediciones, de las misiones, etc., etc. Dios nos pedirá cuentas de ello”.