Beato Santiago Alberione

Opera Omnia

Haga una búsqueda

BÚSQUEDA AVANZADA

40. OH SEÑOR, QUE HAS DICHO: VOSOTROS VALÉIS MÁS QUE LOS PÁJAROS...

Retiro, Alba, Casa Madre, plaza S. Pablo, junio de 1947


Repetir con frecuencia la invocación: Oh Señor, que has dicho: vosotros valéis más que los pájaros, danos también a nosotras nuestro nido1. No porque queramos estar demasiado cómodos, sino porque queremos servir bien, mejor al Señor con las disposiciones también externas que concurren para esto.
568
Una meditación sobre la casa en construcción, para hacernos más dignos de esta gracia de Dios.
Para tener la casa se requiere:
1. Intención recta. Recta es la intención que mira sólo a la gloria de Dios y al beneficio espiritual de las almas, al progreso de la vida religiosa.
569
Desead la casa para llenarla de méritos, de bien, de actos de virtud, de apostolado fructuoso, de cantos sagrados.
Deseadla para serviros de ella para una mayor y mejor práctica de la pobreza, de la vida religiosa.
No tengáis miramientos humanos.
570
Jesús ha nacido en la gruta de Belén. No había calefacción central, no los grifos con agua corriente, ni camas blandas para descansar, ni siquiera una cuna para él. No había ninguna riqueza material, pero se encontraban en ella la Virgen y San José junto con el Hijo de Dios encarnado. Por consiguiente, aquella miserable gruta se convirtió en el santuario más rico del mundo, el templo que poseía los más grandes tesoros.
571
Vuestra casa será hermosa, no en proporción a los mármoles, a las esculturas, sino en proporción a las almas santas que habitarán en ella y al bien que se realice.
572
El Hijo de Dios comenzó desde Belén a cantar gloria al Padre celestial, los Angeles corrieron a cantar2, y María y José se unieron a aquella perfecta alabanza y purísima intención.
El Hijo de Dios quiso tomarlo todo de los hombres. En la Eucaristía sigue recibiendo de sus criaturas el pan que transforma en su Cuerpo.
Jesús es modelo de la vida religiosa; es más, él es llamado el religioso del Padre.
573
Cuanto más buscamos y encontramos comodidades, tanto más nos ponemos en el peligro de alejarnos de lo que es la vida religiosa. En las circunstancias independientes de nuestra voluntad, podemos servirnos de las cosas incluso bellas, pero tenemos que usarlas con verdadero desprendimiento.
574
El Niño Jesús fue alejado de la misma pobre gruta que lo había visto nacer. En efecto, el Angel avisó a José: Levántate, toma al Niño y a su Madre y huye...porque Herodes busca al Niño para matarlo3. No fueron a su patria, no podían volver a ella; Jesús era un perseguido político y huyó prófugo a Egipto, en tierra extranjera. El arte y la leyenda nos pintan a la Sagrada Familia bajo una planta, o en busca de limosna y de trabajo.
575
Pasado el peligro por parte de Herodes, vuelven a Nazaret4, donde María tenía una casita, la casita de la Anunciación. Aquí pasó Jesús su vida privada, hasta los treinta años. Una casita pobre, miserable, pero llena de tesoros espirituales, de cánticos sagrados, alegrada con el canto de los Salmos, la oración, los actos de virtud, de silencio, hecha preciosa por el más puro amor de Dios.
Casa en la que María pasaba sus humildes jornadas rezando, callando, cosiendo, hilando, limpiando, ocupándose de los trabajos más comunes y escondidos.
Mi casa es casa de oración5. Casa de oración y de trabajo.
576
He aquí por qué tenéis que suspirar por vuestra casa: para rezar y para ser más buenas; para practicar mejor la vida religiosa y ejercitar el apostolado más convenientemente.
Cuando luego hay que dejarla para ir a otro lugar, y trabajar en otro ministerio, se la deja sin demasiadas añoranzas.
577
Hizo así también Jesús, cuando tuvo que dar comienzo a la vida pública. Dejó Nazaret y fue a Cafarnaún6, que se puede considerar como una casa filial. Aquí y en otros lugares recogió a los Apóstoles y hacía el bien a la gente.
En su vida pública Jesús fue muy pobre. Podía decir: Las zorras tienen sus madrigueras y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene una piedra para apoyar la cabeza7.
578
Para realizar más eficazmente el apostolado es necesario, en general, dejar la propia familia. Los parientes constituyen casi siempre un impedimento, razonan desde otros puntos de vista, se santifican de otra manera.
El alma religiosa, en cambio, no tiene intereses privados; busca y cuida los intereses de Jesús. Tiene sólo una aspiración: la de Jesús su Esposo.
579
Aún teniendo Cafarnaún como punto de referencia, Jesús desde aquí se iba, para cumplir su apostolado, a los distintos lugares de Palestina, y era hospedado un día en un lugar y otro día en otro. Especialmente en Betania encontraba mucha piedad y afecto, pero no en todos los lugares la hospitalidad era tan acogedora.
Lo recibía todo en limosna, de cada cosa podía decir: esto no es mío. Recibía todo como para uso y se mostraba agradecido. La gratitud es una virtud grande, tanto cuando la ejercemos en relación con Dios, como cuando lo hacemos hacia el prójimo.
580
Muchas veces de noche Jesús se retiraba al monte y pasaba las horas en oración8.
Estar siempre unidas con Dios. No es tanto la habitación la que cuenta, el nombre, la dignidad, el título, el hábito; es el corazón el que cuenta. Es el cometido de la voluntad de Dios y el estar unidos con él.
Vigilad sobre la recta intención, de lo contrario, las paredes no suben.
581
2. Ejercitad la pobreza. Observad la pobreza, para que el Señor mande ladrillos, cemento, dinero para pagar y todo lo que se requiere.
Pobreza vivida individual y socialmente. Que sea pobre también la comunidad, no mísera, no desordenada, pero que no tenga nada superfluo ni elegante.
Todo lo que tenéis más hermoso, ponedlo al servicio de Jesús. Él, que es el creador de todo, tiene derecho a recibir todo honor y toda gloria. Nosotros, en cambio, no merecemos nada.
582
Mirad si no tenéis alguna cosa contraria al espíritu religioso; alguna cosa superflua. Mirad un poco si favorecéis más a la familia natural, que habéis dejado, que a la Familia religiosa, que os ha acogido. Examinad si encontráis en vosotras un excesivo interés por los parientes. Interesaos, sí, pero en la oración; y, de otras formas, solamente cuando lo permiten las Constituciones y en sumisión perfecta a la obediencia.
583
Si se practica bien la pobreza, el Señor manda la Providencia.
Si se cuida bien a los enfermos, el Señor provee para los sanos.
Recordad, sin embargo, que el poseer ciertas cosas superfluas puede alejar del Instituto muchos medios de bien. Cuanto más uno se priva de lo innecesario, tanto más suben los metros de paredes.
584
3. Contribuid todas según la propia posibilidad. Contribuid con la oración, con la búsqueda de beneficencia, con los medios puestos a vuestra disposición y produciendo más en el apostolado.
Hay Hermanas muy capaces de trabajar y obtener.
Pero este trabajo parta siempre de una humildad sincera, de la convicción de que no se merece nada, y vaya acompañado de mucha oración.
Oh Señor, que has dicho: Vosotros valéis más que los pájaros...9
585

1 Cf Lc 12, 24.

2 Cf Lc 2, 14.

3 Cf Mt 2, 13.

4 Cf Mt 2, 23.

5 Lc 9, 46.

6 Cf Mt 4, 13.

7 Cf Lc 9, 58.

8 Cf Lc 6, 12.

9 Cf Lc 12, 24.