«Domine, noverim me, noverim te,
Nec aliquid cupiam nisi te».1
«Hæc est vita æterna, ut cognoscant te
et quem misisti».2
«Universa quæ condidit Deus,
providentia sua tuetur et gubernat
attingens a fine usque ad finem fortiter
et disponens omnia suaviter».13
«Momentum a quo pendet æternitas».17
«Notum fac mihi, Domine, finem meum».33
«O mors, bonum est consilium tuum».41
1 «Señor, que me conozca a mí y te conozca a ti, que sólo te desee a ti» (ver DFst 7).
2 Jn 17,3. La frase completa es: «Hæc est autem vita æterna: ut cognoscant te solum Deum verum et quem misisti Iesum Christum - Y la vida eterna es que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo».
3 Éx 3,14: «Yo soy el que soy». Cf. página del DFms, Anexo n. 1, p. 274.
4 «Sólo tú Señor». Frase del “Gloria in excelsis Deo”.
5 Frase alusiva a las palabras pronunciadas por santo Tomás: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28).
6 Cf. Acto de caridad.
7 Is 6,3: «Et clamabant alter ad alterum et dicebant sanctus sanctus sanctus Dominus exercituum; plena est omnis terra gloria eius - Y se gritaban el uno al otro: santo, santo, santo, Señor todopoderoso; la tierra toda está llena de su gloria».
8 Sal 150,1: «Laudate Dominum in sanctis eius, laudate eum in firmamento virtutis eius - Alabad al Señor en su santuario, alabadlo en su majestuoso firmamento».
9 Sal 103(102),20: «Benedicite Domino angeli eius, potentes virtute facientes verbum illius ad audiendam vocem sermonum eius - Bendecid al Señor todos sus ángeles, héroes poderosos, agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra».
10 En la vida de santa Catalina de Siena, escrita por el B. Raimundo de Capua (libro I, cap. 10), se lee que el Señor, apareciéndose a la santa, le habría dicho: «¿Sabes, hija, quién eres tú y quién soy yo... Tú eres la que no es y yo el que soy».
11 Job 10,9: «Memento quæso quod sicut lutum feceris me et in pulverem reduces me - Recuerda que me amasaste como arcilla, y que al polvo me has de devolver».
12 Cf. página de DFms, Anexo n. 2, p. 275.
13 La frase proviene del concilio Vaticano I (ver DENZINGER-SCHÖNMETZER, Enchiridion Symbolorum, ed. XXXIV, 1967, n. 3003) y tiene algunos cambios: «Universa vero, quæ condidit, Deus providentia sua tuetur atque gubernat, attingens a fine usque ad finem fortiter et disponens omnia suaviter». Que puede traducirse así: «Dios con su providencia cuida todas las cosas que creó y las gobierna, extendiéndose de uno a otro confín con fuerza y guiando todo con bondad». La frase en cursiva proviene de Sabiduría 8,1.
14 Prov 8,23: «Desde la eternidad fui constituida».
15 P. GEREMIA DRESSELIO, S.I., La conformità alla volontà di Dio (Heliotropium), Alba, PSSP, en 32º, 432 pp. El término latino heliotropium significa “girasol”. En su librito de 1627, el asceta alemán Dresselio enseña que el camino más fácil para la santidad consiste en tener siempre los ojos vueltos al Sol eterno para cumplir su divina voluntad.
16 Sal 143(142),10: «Enséñame a cumplir tu voluntad, pues tú eres mi Dios».
17 «Momento (instante) del que depende toda la eternidad». San Jerónimo tiene en su Epistolario una frase parecida: «Un momento perdido es el precio de la eternidad».
18 Cf. Sal 100(99),3: «Él nos hizo y suyos somos». Pero el padre Alberione quiere resaltar que «Él nos hizo y no nosotros solos».
19 «Soy un hombre de la eternidad». No hemos conseguido identificar esta frase. Cafasso decía: «Por tanto, primeramente soy un hombre de eternidad. San Agustín llama a los cristianos principiantes, es decir, candidatos a la eternidad, Tirones æternitatis christiani, æternitatis candidati. Tertuliano llamaba al cristiano hombre hecho no para este siglo sino para el futuro: Christianus est homo non huius sed futuri sæculi» (G. CAFASSO, Meditazioni per Esercizi Spirituali al Clero, dir. G. Allamano, Tipografia Fratelli Canonica, Turín 1892, p. 164).
20 Los conceptos sobre el uso de las criaturas proceden de los Ejercicios espirituales de san Ignacio: “Principio y fundamento” - «El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de ellas cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse de ellas cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados» (n. 23).
21 La frase completa es: «Scio et humiliari, scio et abundare ubique et in omnibus institutus sum: et satiari, et esurire, et abundare, et penuriam pati» (Flp 4,12). La traducción completa es: «Sé carecer de lo necesario y vivir en la abundancia; estoy enseñado a todas y cada una de estas cosas: a sentirme harto y a tener hambre, a nadar en la abundancia y a experimentar estrecheces».
22 Qo 1,2: «Vanidad de vanidades».
23 La frase completa es: «Quia fecisti nos ad te et inquietum est cor nostrum, donec requiscat in te - Porque nos hiciste para ti y nuestro corazón no se apacigua hasta que descanse en ti» (S. AGUSTÍN, Confesiones, I, 1).
24 Mt 13,45s: «El reino de Dios es semejante a un mercader que busca perlas preciosas. Cuando encuentra una de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».
25 Mt 13,44: «El reino de Dios es semejante a un tesoro escondido en el campo. El que lo encuentra lo esconde y, lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo».
26 1Cor 3,8. La frase completa es: «Unusquisque autem propriam mercedem accipiet secundum suum laborem - Cada uno recibirá la recompensa según su trabajo».
27 Cf. Flp 1,23. La frase completa es: «Desiderium habens dissolvi et esse cum Christo - Deseo la muerte para estar con Cristo».
28 Prov 16,4: «El Señor ha hecho todas las cosas para un fin».
29 «Puramente servil».
30 Cf. Rom 8,35: «¿Quién os separará del amor de Cristo?». El texto exacto es: «¿Quién nos separará...?».
31 Aquí en el original hay un término anticuado.
32 1Tim 1,17: «Al único Dios, honor y gloria».
33 Sal 39(38),5: «Dame, Señor, a conocer mi fin».
34 La frase debería ser: «Unus ne desperas, alter ne presumas - Por una parte no desesperar y por otra no presumir».
35 Cf. Jn 11,35: «Ego sum resurrectio et vita - Yo soy la resurrección y la vida».
36 Cf. Si 10,15: «Porque el principio de la soberbia es el pecado». La traducción de este paso (en la Vulgata es el v. 15, mientras en el texto hebreo es el v. 13) suele variar: “El pecador es aljibe de insolencia” (Biblia del Peregrino); “El origen del pecado es la soberbia” (Bover Cantera).
37 Dt 30,19. El texto completo, que comprende las dos citas, es: «Pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida».
38 Cf. 2Cor 4,17. El texto completo es: «Id enim quod in præsenti est momentaneum et læve tribulationis nostræ, supra modum in sublimitate, æternum gloriæ pondus operatur in nobis - El peso momentáneo y ligero de nuestras penalidades produce, sobre toda medida, un peso eterno de gloria».
39 Mt 7,13-14. Estas dos frases latinas no están citadas literalmente. Significado: son pocos los que encuentran el camino que conduce a la vida. Son muchos los que entran por el camino que lleva a la perdición.
40 Sant 1,12. La frase completa es: «Beatus vir qui suffert tentationem, quoniam cum probatus fuerit, accipiet coronam vitæ - Dichoso el hombre que soporta la prueba; porque si la ha superado, recibirá la corona de la vida».
41 «¡Oh muerte, qué bueno es tu consejo!». Alusión a Si 41,2 (41,3 en la Vulgata), donde la frase cambia algo y tiene otro sentido: «O mors, bonum est iudicium tuum homini indigenti - ¡Oh muerte, bienvenida es tu sentencia para el hombre indigente!».
42 Mt 25,23: «¡Bien, criado bueno y fiel!».
43 Sant 1,12: «Dichoso el hombre que soporta la prueba; porque, si la ha superado, recibirá la corona de la vida». En la cita falta la última parte de la frase: «accipiet coronam vitæ».
44 Cf. Mt 13,24-30.36-43.
45 1Tes 5,2: «Como un ladrón por la noche».
46 Mt 24,44: «Estad preparados».
47 Ap 10,6: «Se acabó el plazo». Puede traducirse también con un matiz ligeramente diverso: «Ya no habrá demora» (Cantera-Iglesias).
48 Cf. Mt 20,15: «An oculus tuus nequam est quia ego bonus sum? - ¿O ves con malos ojos el que yo sea bueno?».
49 Sal 116(115),15: «Hermosa es a los ojos del Señor la muerte de sus fieles». La traducción actual tiene otro sentido más comprometido: «Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles».
50 Sal 34(33),22: «La muerte del criminal será horrorosa».
51 «Al menos sustancialmente».
52 Cf. DFst 83-85.
53 Cf. Heb 10,13: «¡Es terrible caer en las manos del Dios vivo!».
54 2Cor 5,10. La frase precisa es: «Ut referat unusquisque propria corporis, prout gessit sive bonum sive malum - Para que cada uno reciba lo que mereció durante su vida mortal, conforme a lo que hizo, bueno o malo».
55 Dan 7,10: «El tribunal se sentó y los libros se abrieron».
56 Cf. Mt 25,23: «Siervo bueno».
57 Mt 18,32: «Siervo malo».
58 Cf. Mt 18,8 y 25,41: «Fuego eterno».
59 Cf. Mt 25,46: «Vida eterna».
60 Cf. Mt 13,24-30.36-43.
61 Mt 13,48. La frase completa es: «Elegerunt bonos in vasa, malos autem foras miserunt - Recogieron en cestos los peces buenos y arrojaron los malos».
62 Cf. Mt 25,14-30.
63 Para comprender esta expresión, que se repite en DFst 44, es útil leer el paso siguiente de una plática del padre Alberione en 1936: «¿Es buena esta hermana? Esperad diez años a partir de la profesión perpetua, pues hay tres crisis: la primera a los quince años (ésta la superasteis antes de entrar en la vida religiosa); la segunda en el noviciado (muchas de vosotras la han superado también), la tercera viene después de cuatro o cinco años de profesión perpetua» (Santi Spirituali Esercizi, Istruzioni alle Maestre, octubre 1936, PSFSP, Roma-Alba, p. 6).
64 En el Cuaderno ms se encuentran, colocados antes de este título, 11 capítulos que en el libro impreso no hallaron sitio. Se pueden leer en el Apéndice, al final de este volumen, pp. 261-271.
65 Lc 19,10. La frase completa es: «Venit enim Filius hominis quærere et salvum facere quod perierat - El hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido».
66 Gén 1,26: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza».
67 Gál 4,19: «Hasta que Cristo sea formado en vosotros».