2. LA MISIÓN DE LAS PIAS DISCIPULASRoma, Navidad 19461
En 1908 comencé a orar y a hacer orar para que naciese una Familia religiosa de vida retirada, dedicada a la Adoración y al apostolado sacerdotal y litúrgico, totalmente de Jesús Divino Maestro, presente en el misterio Eucarístico.
¿Para qué? Para que se convirtiese en fuente de gracia para otras Familias religiosas dedicadas más especialmente a la vida apostólica.
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Sucesivamente, mientras seguía orando, se iba delineando la forma de vida de esta Familia y la manera concreta de relacionarse con la Familia que se quería instituir.
Escribí entonces el libro: La mujer asociada al celo sacerdotal2 en el que me expresé como era posible en aquel entonces; aunque no limitándome sólo a esto, sino también arrojando luz sobre el apostolado de la mujer en unión y bajo la dirección del apostolado sacerdotal.
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Me dejé guiar por lo que me decía mi Director espiritual3 Antes de realizar alguna obra, asegúrate un grupo proporcionado de almas que oren, y, si es necesario, se inmolen por las obras mismas, si quieres que sean vitales.
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Vosotras tenéis una misión fundamental y vital, escondida como las raíces, pero que alimenta el tronco, las ramas, las flores, las hojas y los frutos.
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Jesús Sacerdote y María su Madre, están siempre unidos en la economía de la redención: y quedan, por eso, unidos en la economía de la gracia: María hasta el final de los tiempos permanece como la mediadora y la distribuidora de la gracia.
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a) María nos ha dado a Jesús, el Divino Maestro, Sacerdote y Víctima: Jesús es la flor de la Virgen Madre.
De vuestra oración envía buenos trabajadores a tu mies4 tienen que nacer muchos Sacerdotes para la Pía Sociedad de San Pablo5 y para la Iglesia. Haced para esto un apostolado de vida interior, de deseos, de oración y sufrimiento. Como María. Con vuestro trabajo, con la búsqueda de ofertas, con el servicio a los aspirantes al sacerdocio, con el celo vivido conforme a vuestra condición, prestáis una gran ayuda a las vocaciones. ¡Quisiera tener muchas, muchísimas de vosotras! Y que cada una produjese para la Pía Sociedad de San Pablo y para la Iglesia el fruto de un alter Christus6 un Sacerdote.
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b) El Sacerdote, luego, tiene que vivir y trabajar.
Jesús realizaba su misión; y María realizaba su tarea con respecto a Jesús, en la casa de Nazaret; luego, durante la vida pública, la pasión y la muerte de Jesús, seguía realizando su tarea de oración. Después de la muerte y de la resurrección de Jesús, todavía seguía con su tarea, tanto con respecto a Jesús como respecto a su Cuerpo místico, que es la Iglesia.
Por lo tanto, continuaréis vuestro trabajo, vuestra oración, por el Sacerdote que trabaja; por el Sacerdote enfermo; por el Sacerdote difunto. Así tendréis una especial participación en los frutos de las Misas, de las oraciones y apostolado del Sacerdote.
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c) Jesucristo no está presente en el mundo sólo por su Cuerpo místico, sino que está presente físicamente, vere, realiter, substantialiter7 , en el Sagrario. De la Misa, la presencia real, la Comunión, nace todo bien en la Iglesia, en las almas; toda el agua, como fuente que se extiende, toda la savia que se comunica en los sacramentos y sacramentales. Las almas tienen que llegar a esta fuente, a la unión con Jesús, todo lo demás es medio. Hemos de impetrarlo todo de Jesús, Divino Maestro, presente en la Sagrada Hostia, con el alma eucarística de María.
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He aquí vuestra tarea ante el Sagrario:
Lámparas vivientes ante Jesús Eucaristía.
Víctimas con Jesús; las inmolaciones forman parte de vuestro apostolado.
Siervas de honor del Sagrario y de su Divino Huésped.
Angeles de la Eucaristía que reciben y dan.
Almas que tienen hambre y sed del pan eucarístico y del agua de su gracia.
Corazones que comparten con el Esposo eucarístico los deseos, los intereses, los abandonos por todos, pero especialmente por la persona más querida de su corazón: el Sacerdote.
Las primeras confidentes de Jesús-Hostia, para sentir cada una de sus palabras de vida y meditarlas como María, en vuestro corazón8.
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El Divino Maestro os mire con ojos de predilección; os enseñe sus caminos; os infunda el gozo de la vocación; viva en vosotras con la plenitud de su virtud.
Tened fe, no dudéis; este Jesús es infinitamente fiel a sus promesas.
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d) María habló de Jesús a los Apóstoles y evangelistas: dicen los Padres que de ella supo san Lucas cuanto narró después sobre la vida privada de Jesús: la anunciación, la visita a santa Isabel, el nacimiento, el hallazgo en el templo, el sometimiento y el progreso en edad, sabiduría y gracia de Jesús en Nazaret9.
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He aquí por qué os está reservado a vosotras un apostolado litúrgico-eucarístico. Teniendo el alma llena de Jesús-Hostia, ¿cómo podréis comprimir en el corazón y ocultar permanentemente vuestra fe, vuestra esperanza, vuestro amor? Lo expresaréis, lo manifestaréis y difundiréis conforme a vuestra vocación. La manera la habéis concretado en el conjunto de esas iniciativas que con expresión sintética se ha llamado ya: Domus Dei10. ¡Que viva, que actúe, que fructifique!
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Para quien comprenda, mi más amplia bendición; con la promesa de un Sacerdote moribundo al que vosotras habéis asistido muy bien, el P. Perino
11 : Desde el Paraíso os ayudaré.
Palabra de orden para 1947: Rezar, buscar vocaciones.
M. Alberione
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1 El volumen Abundantes divitiae - Historia carismática de la Familia Paulina - en el Apéndice III, relativo a las Pías Discípulas, publica íntegra la presente meditación, con los números marginales 279-291, con el título “La misión de las Pías Discípulas”. Va precedida de dos “redacciones” con aparato crítico, a cargo de Luigi Giovannini y de Ezechiele Pasotti.
a) Dicha meditación fue publicada por vez primera para uso interno, en la colección “Ipsum audite” (IA) propia de las Pías Discípulas, n.1 pp. 14-18.
2 G.ALBERIONE, La donna associata allo zelo sacerdotale, prima edizione, Alba (Cuneo), 1915.
3 Es el can. FRANCESCO CHIESA (1874-1946). El 11 de diciembre de 1987, con el reconocimiento de la heroicidad de las virtudes, fue declarado Venerable.
4 Cf Lc 10, 2
5 Inicialmente, el padre S.Alberione quiso que la Congregación masculina por él fundada, se llamase “Pía Sociedad San Pablo”.
6 Alter Christus, así llamaba al sacerdote S. Pio X en la Carta encíclica E supremi apostolatus del 4.10.1903, AAS, 36, pp.129-139.
7 Cf Concilio de Trento, Sesión XIII, del 11.10.1551: Decreto sobre la SS.Eucaristía (Denzinger nn. 1635-1661).
8 Cf Lc 2, 51.
9 Cf Lc 1,26-56; 2,1-7. 41-52.
10 Domus Dei, desde 1942 fue llamado de esta foma el conjunto de las obras del Apostolado Litúrgico.
11 Don Perino Giovanni M. Francesco Saverio (1913-1946), sacerdote paulino, difunto en la casa de Sanfrè el 7.9.1946. Durante la enfermedad fue asistido por las Pías Discípulas; a ellas, antes de morir, les dirigió las palabras citadas.